─¡La tengo en la mira señor! ─dijo un hombre que apuntaba desde lejos con su rifle láser con mira de largo alcance hacia Maya.
Unos jinetes aleshianos estaban observando a Maya con dispositivos electrónicos, como a medio kilómetro y en idioma aleshiano, uno de ellos contestó golpeando con su fusta el rifle del hombre haciéndolo bajar la mira:
─Sé que eres muy bueno con ese rifle cabo Moel, pero podrías matar a alguien sin querer, espera a ver que hace. ─comentó una voz de un hombre joven pero con voz de mando mientras volvía a colocarse sus binoculares electrónicos para seguir mirando a Maya y además agrega─. La alazarina le obedece, al menos, le cayó bien.
─Pues esa alazarina, es una traidora ─bramó el otro con tono de broma─. A ella deberías dispararle.
─¿Órdenes señor? ─Solicitó de nuevo el francotirador.
─¡Es una ilegal! ─intervino un hombre cuarentón que también daba órdenes, de hecho era el segundo al mando─, es extranjera, miren su vestimenta, no es común al resto de los frondanos ilegales que hemos detenido antes.
En eso contesta el hombre joven, quien realmente era el primero al mando:
─Observen, también está armada, pero sus armas no representa mayor problema para nosotros, ¡Vamos a arrestarla! ─dijo el joven con voz de mando.
Eran siete jinetes con bestias dromedarias desérticas y tres de ellos iban con alazares. Los alazares aleshianos eran robustos y adaptados al desierto, pero para distancias de menores recorridos que las bestias dromedarias que usaban, sin embargo, para su cultura, los nobles y los comandantes montaban alazares. El grupo se dirige a todo galope y con mucho ruido, finalmente rodean a Maya cuando estaba al lado de la hermosa bestia equina, le gritan y le dicen cosas en un idioma ajeno que ella desconocía, era el aleshiano, una lengua de pronunciación fuerte y seca, palabras que ella no logra comprender, pero las intenciones eran claras, que no montara a la bestia. De forma amenazante los tres jinetes de mayor rango se acercan a ella haciendo que se aleje de la alazarina. Ella solo les dice en frondano.
─¡Por favor, necesito ayuda! ─gritó Maya en su idioma con tono de súplica.
El jinete de mayor rango hace una seña al resto para que se detengan, lo hacen pero desenfundan sus rifles láser y apuntan a Maya, Estos jinetes iban vestidos con túnicas largas de color negro, tenían sus rostros tapados con unas bufandas de igual color, sus ojos tenían unas mascarillas oscuras para protegerse del inclemente clima y resplandor de la luz de Araah.
El hombre joven que ordena detener a los demás, descubre su cabeza quitándose la mascarilla negra, removiendo parte de una elegante bufanda que cubría su cuello y muestra su rostro. Lucía atlético, montado en su álazar bermellón, se veía imponente, su aspecto era blanquecino, cabello rojizo anaranjado, una barba al ras cuidadosamente cortada del mismo color, y sus ojos que iban de color verde al ámbar, aparentaba tener como 30 años, su voz es imponente, y en entendible idioma frondano pero con exótico acento aleshiano le pregunta a Maya con mucha autoridad:
─¿Quien eres tú, y que haces aquí?
Maya sube las manos en actitud de rendición, y le contesta al hombre.
─Me llamo Maya, soy de Fronda, mi nave fue derribada, lejos en el mar, anoche cuando salí de Zenit, me eyectaron en una cápsula de escape y llegué aquí.
─¿A donde te dirigías? ─preguntó a secas mientras la rodeaba con su álazar.
─¡Me dirigía a Raz...! Este no recuerdo..., ─dijo Maya con expresión de dudas.
─Raz Al"Nar, se llama la ciudad, ¿A que ibas allá? ─dice el hombre con algo de severidad mirando seriamente a Maya.
─Me dirigía a otra ciudad en Aleshia, este... Era algo así... Mer...¡todos esos nombres son confusos!, tampoco lo recuerdo bien.
─¡Mer Al"Nar! ─corrigió el pelirrojo─ ¿Para que te dirigías allá?
─Para buscar a un amigo de mi padre. ─respondió Maya.
─¿Como se llama ese amigo? ─interrogó sin vacilar el hombre mirando con cierta altivez.
─Se llama Doctor Abner Bani, es un tejnik matemático. Estaría en esa ciudad, me dijo un amigo de él.
El hombre rojizo se impresiona del nombre que escucho, mira al otro hombre que se descubre también al escucharlo, el segundo luce de más edad, como de cuarenta y tantos años, este tenía un bigote negro más pronunciado, su aspecto era más severo que el anterior, cara gruesa que denotaba experiencia respeto y autoridad, estéticamente menos cuidado que el primero, cuando termina de descubrir su rostro, pregunta:
─¿Como dijiste que se llama el tejnik? ─interrogó el cuarentón con un hablar más pausado y con dificultad de hablar en frondano.
─Abner Bani, Doctor Abner Bani, ¿lo conocen?..., ¿si saben quién es él?
Los dos hombres se cruza la mirada entre ellos, como si supieran de quien es la persona que busca Maya, pero el pelirrojo le contesta.
─¡Quizás! Es alguien muy conocido en el reino ─contestó a secas pero decide cambiar de tema─. ¿Sabe usted que esta es una zona prohibida?
─No, de verdad no lo sabía pero yo llegué por accidente, por favor deben comprender que es una situación no buscada.
En eso el tercer jinete se descubre, se adelanta colocándose más cerca de Maya de forma amenazante, al descubrirse es una mujer con apariencia militar, joven y hermosa, pero su cara era muy severa, una expresión de pocos amigos, lucía una larga cabellera plateada que recogía en una cola que se perdía dentro de su túnica, de mirada feroz, con su voz áspera comienza a decirle unas preguntas en idioma aleshiano. Maya no entiende nada de lo que le dicen, le hace señas negativas que no le comprendía. En eso el hombre rojizo le hace una seña a la jinete que se calme, y dirigiéndose a Maya le dice:
─Somos un cuerpo de seguridad real, te encuentras en las Isla Ha"Melekh, estas tierras que pisas son del príncipe Vhalir, hijo del Rey Mija, heredero al trono del Reino de Aleshia. ─El hombre señala con ambos brazos todo el horizonte visible─. La mujer que tienes al frente es la es la vizcondesa Alina, administradora de las caballerizas del príncipe, en su villa de la ciudad de Sakina, la principal ciudad de esta isla.