Satélite Amud.
Primeras horas del día.
Sala de Reuniones, Comité Científico.
─¿Está escuchando lo que está diciendo Doctora Maya? ─Interrumpía asombrado e incrédulo Marduk el arqueólogo, quien se había opuesto a los argumentos que exponía Maya en la reunión.
─Estoy muy segura de lo que digo, todos ustedes son arqueólogos, ¿y no lo pueden ver?
─Doctora, con todo respeto, lo que usted esta insinuando es contrario a todo lo que hemos conocido en todos estos siglos, los monolitos son la prueba.
─Los monolitos no están completos y otros han sido mal interpretados señor Marduk ─inquirió Maya.
¡Un momento! ─Se escucha una voz de autoridad─: Quiero que me plantee de nuevo de forma resumida su argumento, porque no le entendí bien Doctora Maya ─aclaró Bani─. Sin embargo, creo que hasta ahora todo lo que hemos estudiado desde hace siglos es que los Antiguos, fueron una civilización anterior a la nuestra, ellos existieron, dejaron rastros de habitabilidad, ahí están los monolitos, sus escrituras, sus ciencias, el conocimiento, y creemos que trascendieron a un nivel superior en Enular, que incluso se llevaron a sus muertos, nos dejaron todo esto para que lo usemos en su provecho, pero usted plantea una nueva teoría, o mas bien, una hipótesis.
Maya contesta con seguridad:
─Estimado señores, sé que es muy temprano, pero tengo una fuerte corazonada que Amud no es una estación dejada por los Antiguos, fueron alienígenas, que dejaron esta base aquí abandonada, para que la encontrásemos y la usemos en nuestro beneficio.
─¡Doctora! ─intervino Menajem─. ¿Como lo puede probar?, apenas lleva unas horas aquí y nosotros tenemos algo de tiempo, apenas descubrimos estas fosas no hace mucho. ─argumentó el informático.
─Tienen ustedes una prueba evidente ─dijo Maya─, lo que quieren descifrar no es escritura normal de los monolitos en Tzargaria según me explicaron ustedes.
─¡Traigan la inscripciones! ─ordenó Bani─: Doctora Maya, muestre si está en lo cierto o no.
Al cabo de unos minutos traen el artefacto encontrado con la extraña simbología a la mesa de la reunión.
─Ahí está Doctora ─señaló Bani─: Si bien es cierto que no es lo que estamos acostumbrado a ver en las piedras monolíticas, que la hace pensar que los monolitos en Tzargaria son de origen alienígena y no de los Antiguos.
─Doctor Bani, sé que es una hipótesis mi planteamiento. Explico: los monolitos fueron dejados como un mensaje, para prepararnos hasta cierto nivel, y luego avanzar en nuestras ciencias a medida que se diera evolución del conocimiento tzargariano, y bien que lo hemos sabido aprovechar hasta ahora. Pero estas inscripciones que están aquí, yo infiero que son una serie de comandos para manipular mandos de una computadora, están escritos en una forma muy avanzada, quizás una caligrafía distinta, pareciera un código fuente o algo mucho más técnico, pero una vez que lo descifremos, entenderemos todo lo que está aquí y comprenderemos bien sus conocimientos en nuestro provecho. Quizás esto es un gran astillero espacial, una fábrica de naves, o una gran arca, debemos seguir explorando hacia el lado sur, estoy segura que si nos adentramos hacia adentro, esclareceremos este misterio.
Pero Marduk le dice al resto.
─Son conjeturas Doctora, no tenemos pruebas que dentro de esta cosa haya una fábrica.
─Aún no la tenemos, ─interrumpió Vhalir tajantemente a Marduk─, escuche lo que dice Maya, hay que investigar más allá, así que quiero que organicen un equipo tan pronto sea posible a explorar el lado sur, apenas hemos estado un poco y vean que Maya consiguió lo que parece ser una compuerta. Usted estaba ahí Marduk, no lo puede negar, no sé cual es su oposición ante esta prueba evidente, deben tener en cuenta su descubrimiento ─sentenció el noble—. Ustedes son los científicos, averigüen las dos teorías, pero si me preguntan a quien apuesto...
El Príncipe mira con malicia de complicidad a Maya la cual ella le devuelve una sonrisa. Bani rompe el momento y les dice.
─Doctora, lo que usted plantea, si es cierto, hay que reeditar todos los libros de ciencia que se han escrito en toda la historia de Tzargaria desde Janoch hasta el día de hoy.
─Doctor Bani, con todo respeto, estudiemos esta cosa, déjeme ver las inscripciones, se que soy astrobióloga, y mi campo a parte de la biología se suma a la matemática y a la computación pero ustedes son más profesionales y sé que podemos descifrar eso muy pronto, permita ver esto de cerca.
Maya toma el artefacto, parecía ser como del tamaño de un teclado, con una simbología extraña, al verlo ella se sobresalta, y lo coloca de nuevo en la mesa de trabajo, exhala fuerte y se toma el pecho, como si fuese a tener una nueva premonición o una visión.
─¿Que le ocurre Doctora? —advierte Bani.
─Perdón, solo sentí algo extraño cuando toqué eso.
Pero a Maya se le aclararon algunas interrogantes, el artefacto era similar a lo que vio en la caverna de Safid, por su mente dedujo y con algo de dudas, se le reveló que el artefacto en sí, era una pequeña y antigua pero muy avanzada consola de comandos, seguro era antigua pero más avanzada computadora. Y por su mente pensó: «La fuente en Safid se movía y tenía su propia fuente de energía, se auto regulaba y no tenía contacto con el exterior, esa cosa la mantenía en funcionamiento, ¿pero tantos millones de años?, ¿será la estelarita de los que conversaban los seres la fuente de energía misteriosa?»
—Doctor Bani, ya le dije que vi esto antes. ─confesó Maya.
─¿Está segura Doctora, no le juega su mente una broma? ─interrogó con malicia Marduk.
Pero Maya mira con expresión de molestia clavando sus profundos ojos en Marduk.
─Estoy segura de lo que vi en Fronda, había una gruta donde estaba dirigiendo una investigación a una fuente termal, y donde emanaba un líquido y en la roca había algo similar a esto, reconocí las inscripciones, busqué en los archivos del museo algo parecido y no lo encontré nada similar, hasta ahora que tengo esto en mis manos.