─¿Que dices Maya? ─gritó Vhalir con extrañeza.
Maya arranca de la mano el control remoto para activar la plataforma y se lo guarda, ante la mirada sorprendida de Vhalir y todos los que están en el podio, así como de la gente que los observan por la pantalla gigante.
─Es Kaled, ese que está allá es Kaled, es un amigo mio ─gritó Maya alarmada.
─Tiene que ser un error, ¿estás segura? ─dice Alina extrañada.
─Ningún error, lo conozco, es un amigo mio.
Pero Vhalir interviene:
─Maya, espera un poco y cálmate, dame el control por favor, debes estar confundida.
Maya ante la incredulidad de su novio y su amiga Alina, sale del lugar a un sitio detrás del podio, en una sala privada que estaba detrás de los asientos, todos la persiguen, hasta Ismail quien se queda a una distancia cautelosa a la escucha.
─¡Detén esta atrocidad Vhalir!
─¿Quien es Kaled? ─preguntó el Príncipe.
─Kaled, era mi piloto, el que me traía para acá antes del accidente.
─Tiene que haber un error Maya ─insiste Vhalir─, tú misma dijiste que amarizaron, en esas aguas, si no tienen dispositivos como la cápsula de escape que te trajo, es una muerte segura.
─Vhalir, él es Kaled, es mi piloto, solo ordena que lo traigan ante mi para aclarar todo este embrollo ─suplicó Maya.
En eso interviene Josías.
─Excelencia Maya, debe usted estar confundida, los que están afuera son piratas, no son pilotos, fueron arrestados en flagrancia cometiendo delitos, ya fueron juzgados, por favor deje que la Ley siga su curso.
─¡Tiene que haber un gran error! ─insistió Maya de forma tajante mirando furiosamente a Josías.
─Maya ─interviene Vhalir─, tienes que entender que nuestra justicia es eficiente pero severa, se asegura de impartir correctamente la justicia, y además es imposible que sea tu amigo, yo recuerdo que dijiste que murió.
─Me pude equivocar, Vhalir, yo salte en la cápsula y él se quedó junto a mí tío cuando fui lanzada ─sollozaba Maya─, vi como se perdían en la oscuridad planeando y no los vi más cuando mi cápsula entro al agua.
─Maya, a esa hora es imposible que hayan llegado a un lugar seguro, ese hombre no es, te lo puedo asegurar.
─Vhalir, por favor solo te pido que revises un momento, hay un error, estás a punto de cometer una gran atrocidad.
─¡Maya! Es la justicia, son delincuentes, están procesados y sentenciados. ─afirmó Vhalir un poco más serio.
Al oír estas palabras, Maya enfurece y se llena de coraje, arroja el control al piso aplastándolo con el tacón de su botín, se quita su pulsera, joyas y las tira al suelo; se afloja su turbante smagh que tenia colgando en su cuello y se rebusca en su bolsillo su identificación de aleshiana y lo arroja a los pies de Vhalir muy molesta.
─¿Quieres cumplir la ley?, yo solo te suplico que revises de nuevo, ¿pero quieres cumplir la ley?, entonces yo saldré por esa puerta, iré a esa plataforma y veré a mi amigo Kaled, estoy totalmente segura que es inocente. Ese hombre estuvo a punto de dar su vida por mí, y ahora lo veo ahí afuera vivo casi colgado y estuve a punto de quitarle la vida con ese aparato. ¿Deseas cumplir la ley?, yo también entre ilegal, entonces cuélgame a mí también, el cuarto patíbulo es el que me corresponde. Si he de casarme con un injusto futuro Rey que no es capaz de revisar una sentencia a pedido de su prometida, entonces no vale la pena que me case contigo ─Maya sale y observa de reojo a Ismail quien mira con una mirada altiva, ella está tan enfurecida que no quiere leer el pensamiento del malvado Conde.
─Moel, ve tras ella. ─ordena Vhalir.
Moel y Reza, salen detrás de Maya, la gente susurraba y no dejaban de pitar a Maya, quien se dirige directo a la plataforma, un soldado se le atraviesa para negarle el paso, ella solo lo mira y piensa «¡apártate!», el soldado no aguanta y se quita del camino sintiendo como si una fuerza invisible lo empujara, el mismo soldado contaría después que vio que los ojos a Maya le brillaban como candiles encendido en fuego; nadie le creería, y aunque no lo sabía en el momento, a Maya se le había manifestado un nuevo poder, el poder de la telequinesis, o la capacidad de mover objetos con la mente.
Mientras la chica camina furiosa, Alina recoge del piso los objetos de Maya, ella lee la identificación de la Baronesa observando la fecha de emisión y le dice a Vhalir.
─Deberías revisar, coteja esta fecha con la del arresto del prisionero.
Y Josías le dice:
─Alteza, tiene que hacer entrar en razón a su novia, comprendo que quizás le causó impacto esta costumbre aleshiana.
─¡Calmados!, ella cuando vea que no es quien dice ser, se tranquilizará, en tanto, Josías, ordena que busquen una copia del dispositivo de control remoto.
─¡Vaya, que Ferias de Sangre tan atípica! ─exclamó Ismail desde el umbral─. Es el precio de buscar una novia extranjera estimado sobrino.
─Pues tío, ella se acostumbrará y vuelvo y repito, a ella la reverenciarás cuando sea mi esposa.
─Solo comentaba sobrino ─dice muy calmado el Conde mientras se vuelve a su asiento a ver el espectáculo afuera no sin antes volver a decir caminando de espaldas─: ¡solo comentaba mi sabia opinión!
─Anotada será ─respondió Vhalir.
Maya sube por el patíbulo y cuando llega hasta donde está el Mudo, ordena que le quiten la soga, el guardia se niega y llegan Moel y Reza, al no obedecer a Maya, Reza sale al paso y le quita la soga al hombre que cae al suelo. Maya reconoce a su amigo y se tumba a su lado diciéndole:
─Kaled, ¿hola Kaled, no te acuerdas de mí? Soy yo, Maya.
Kaled Vashir no dice nada, evidentemente había pasado por un trauma y mira a Maya, mas no la reconoce, hace gestos de susto y manifiesta miedo.
─¡Kaled, soy yo, tu pequeña guerrera!, ¡por favor, dime algo!
Pero Kaled seguía con su mirada perdida.