Crónicas Tzargarianas I: El Albor De Un Imperio

Capítulo 109: Batalla por Rey Ezra

Muy temprano, antes de iniciar el ataque a la base aeroespacial Rey Ezra, Ahmed había llamado al General de Brigada o Brigadier Dayan para una reunión de rutina y el oficial llevó consigo a su equipo de oficiales asistentes como escoltas al palacio feudal de Rul”Nar, dejando en la base a los soldados bajo el mando de un oficial de rango bajo.

Durante la reunión, que en realidad era una trampa que el Brigadier Dayan no se percató, el Conde Ahmed con sus oficiales le hace la oferta que entregue la base y que se pase de bando de Ismail para que ayude con los bombarderos que estaban en mantenimiento dentro del complejo aeronáutico. El General al escuchar dichas palabras solo le dijo que tendría que consultar con sus mandos superiores de la Guardia Real con el General Joab, en ese momento, tanto el Brigadier y unos mayores con unos capitanes que le acompañaban quedaron bajo arresto detenidos por los tzaring al mando de Ahmed, como se negaron a cooperar, fueron encarcelados y sometidos a preguntas que se negaron a contestar. El interrogatorio se hacía en un penumbroso sótano.

─General Dayan, por favor sea colaborativo, díganos los códigos de acceso a las naves y de la orden a los oficiales que se sometan a las autoridades feudales, serán tratados con justicia y hasta perdonados si cooperan.

─Con todo respeto Excelencia, ya le dije que solo obedezco a mi mando natural: el General Joab.

─Entienda General, el General Joab tomó la decisión de seguir a una extranjera al poder, ¿sabe usted que la esposa de Vhalir es una extranjera y que la quieren poner como Reina?

─Excelencia, aun así, debo escucharlo de mi superior inmediato.

─Su superior inmediato ahora soy yo General Dayan, ahora se reconoce como Rey al Conde Enor y vendrán nuevos cambios, el General Joab es un traidor a Aleshia, ¿lo es usted también? demuestre que no lo es y entregue los códigos de acceso.

─Los códigos de acceso están en mi oficina señor.

─Entonces enviaré una comitiva que los retirará.

─No podrán entrar si autorización, primero deje que me comunique con el oficial encargado de la base.

Ahmed accede y ordena que traigan un equipo de comunicación, cuando conectan el General de Brigada pide hablar con el teniente Moani.

─Teniente Moani, soy el General Dayan.

─¿General Dayan? ¡A sus órdenes, señor!

─Estoy reunido con el Conde Falid, él requiere una serie de documentos que tengo en mi oficina, concerniente a las naves bombarderas y las naves cargueras artilladas, por favor quiero que cumpla con el protocolo veinte, nueve, uno punto catorce, ¿tomó nota?

El teniente un poco dudoso toma nota y repite.

─Veinte, nueve uno punto catorce, señor, lo tengo.

─Bien, revise el folio que le di, y cumpla lo ordenado en esa sección.

El General de Brigada corta y el conde Ahmed dudoso de lo que el General de Brigada dijo le pregunta.

─¿Qué es la sección veinte nueve uno punto catorce, es dejar que mis soldados entren?

El General de Brigada permanece callado un momento y solo le dice.

─Conde Ahmed, siguiendo el protocolo de la Guardia Real de su Majestad, le informo que su trato de su parte hacia mi persona y a mis oficiales no cumplen con el código real de Aleshia, por lo tanto considero que usted nos tiene retenidos en contra de nuestra voluntad y estoy pasando el mando al oficial adjunto de la base a fin de que cumpla los requisitos contemplados en los casos extraños o ajenos al mando de la Guardia Real.

─¿Qué cosa dice usted General?

─Que el Teniente Moani ahora está bajo el mando de Rey Ezra y que informará a Nol”Har de la irregular situación, no colaborare con usted señor.

Ahmed enfurece y golpea al General de Brigada al rostro y sale a toda prisa de ese lugar y ordena a la marina apostada que inicie una serie de disparos de advertencia contra los alrededores de Rey Ezra y los militares a su mando comienzan a movilizarse hacia los accesos de la base militar.

El sitio de la base de Rey Ezra había comenzado, el teniente Moani ahora al mando de cuidar la codiciada base aeroespacial, un joven inteligente chico pero con algo de inexperiencia toma la decisión de sacar las municiones y distribuirlas entre los soldados, ordena rápidamente colocar barricadas en la única carretera que daba acceso hacia la elevada colina tipo meseta que dominaba todo lugar y que era el asiento de la base aérea militar y espacial.

Ahmed sabía que no podía bombardearla para no darle por error a las necesarias naves bombarderas y no dañar las imprescindibles pistas de despegue, por lo que intentaría una toma militar por asalto frontal usando su infantería y unidades de combate tipo mechas.

—¿Donde estarán las fortalezas marinas que me prometió Ismail?, no tengo naves aéreas para iniciar un ataque, ¡Comunícate con Ismail para que me informe que pasó con las naves que enviaría Malik en Kund”Nar! —ordenó a un asistente de comunicaciones.

─Si Excelencia —contestó el oficial.

Los jóvenes guardias reales lograron bloquear el acceso, colocando minas anticarro en la carretera, bloquearon con objetos pesados el paso a los soldados y carros de combate de Rul”Nar.



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En el texto hay: cienciaficcion, ficcion, aventura espacial

Editado: 07.08.2023

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