Había pasado una semana desde que dejé de entrenar; todos en ese lugar me miraban con respeto e incluso me decían señor.
—¡Ey muchacho! nos llaman a todos —Gabriel me gritó alzando la mano, haciendo señas para que lo siguiera, era raro que nos llamaran a esta hora de la tarde, yo me disponía ir a visitar al anciano, pero tuve que cambiar de planes; parecía que era algo importante. Cuando llegué todos estaban en el comedor, fui el último en llegar, me tomó por sorpresa ver al amo en ese lugar, en todo el tiempo que había vivido en el domo nunca lo había visto ni siquiera pasear por esa parte, me apresuré a buscar asiento al lado de Samuel.
—Bueno, ahora que si estamos todos los que son necesarios —me siguió con la mirada hasta que me senté—, comenzaré por recordarles lo que pasó ya hace más de dos años, algunos no lo recordarán y otros no lo pueden sacar de su mente —continuó mientras Rak Nha’s; que se encontraba al lado del amo, escondía el rostro entre sus manos—, fuimos atacados de la forma más cobarde, dejando muchas pérdidas, pero al mismo tiempo nos dejaron algunas recompensas. En ese momento sentí que todo el salón volteaba en mi dirección, incluso Rak Nha’s me clavó la mirada.
—Pero esta noche ha llegado la hora de tomar el destino en nuestras manos, y esto se debe a que para el rey de Ismahru y el rey de Yormahe, no hay pruebas de que esos asesinos hubieran sido enviados, los tomaron como unos simples vándalos que nos quisieron asaltar. ¡¡Pero eso es mentira!! —se levantó golpeando la mesa—. El maldito Marco Divo nos mandó a matar y eso no puede quedar impune ¿o sí?
Todos negamos gritando y maldiciendo al sujeto, lo que hizo que el amo sonriera y volviera a recostarse en su silla, esperando con tranquilidad a que todos volvieran a sentarse y guardar silencio.
»Entonces, ¿¡están conmigo!? ¿¡tomaremos la justicia que nos arrebataron de nuestras manos!? —El amo sonrió como si ya supiera la respuesta, todos en la sala gritaban y golpeaban la mesa gritando por justicia, solo Rak Nha’s se mantenía inmutable sin quitarme la vista de encima.
»Entonces aprovecharemos esta luna nueva, se ocultarán en las sombras de la noche y destruirán a Marco Divo, toda su guardia y familia. —Estas últimas palabras dejaron en silencio a todos, algunos que se encontraban de pie se sentaron con lentitud y empezaron los murmullos entre los guardias—. Es un plan arriesgado, lo sé, pero tenemos a los mejores guerreros—, posó suavemente la mano en el hombro de Rak Nha’s que no se movió ni apartó la mirada de mí.
»Aunque ahora tengan miedo de ser descubiertos o que las cosas no salgan bien, —eso era justo lo que todos temían, y el amo lo sabía—, no dejaremos marcas ni huellas, del mismo modo no habrá pruebas contra nosotros, todo será perfecto. —Intentó darnos confianza, pero el salón siguió en silencio.
—Mi señor —me levanté alzando la mano con la cabeza agachada—, si me permite, ¿puedo decir unas palabras?
—Habla sin reparos, Jared.
—Si lo que todos temen es ser descubiertos, ¿por qué no dejamos un rastro diferente?
—Explícate —el amo entrelazó sus manos mientras todos me miraban inquietos.
—¿Por qué no dejamos a los esclavos libres? —Se escuchó varias risas por todo el salón, pero no me perturbaron—, después que logremos matar a todos en ese lugar, sacamos unos cuantos esclavos, los matamos y los colocamos en lugares estratégicos, dando la impresión de que fue una revuelta en vez de un ataque, y, antes de irnos abrimos todas las puertas.
—Pero los esclavos nos delatarán. —Un guardia en la sala interrumpió.
—No lo harán, los esclavos tendrán miedo de salir, y más aún si escuchan la batalla, pero cuando todo esté en silencio saldrán. —Todos se miraban entre sí, el amo sonrió ampliamente e incluso Rak Nha’s dejó de mirarme severamente cambiándolo por una amplia sonrisa—. Se encontrarán con todos los muertos y por temor a que les echen la culpa robarán lo que puedan y escaparán.
—Perfecto. Es una idea perfecta —aplaudió el amo al tiempo que todos en la sala volvían a gritar de entusiasmo—, mi querido Rak Nha’s, encárgate de los por menores, ya que el plan principal está resuelto. —Sonriendo se levantó, todos hicimos una venia de despedida hasta que la puerta se cerró detrás de él.
—Buena idea —Rak Nha’s palmeó mi hombro cuando se acercaba a nosotros—, bueno, no podemos ir muchos, pero iremos los mejores, ustedes cinco se quedarán a cuidar a los amos, los demás mataremos todo lo que se mueva en ese lugar, no hay más planes elaborados, solo entrar y matar a todos.
Rak Nha’s no era el mismo, su mente estaba en otro lado, desesperado por llegar al domo enemigo, cuando quise acercarme a él, Samuel me tomó del hombro y negó con la cabeza, los demás guardias se quedaron atónitos, todos esperábamos un plan más desarrollado, pero Rak Nha’s no lo creyó necesario, solo empezó a alistarse.
Nos dirigimos a la armería en silencio, preparándonos para la noche de repente sentí un fuerte palmazo en mi hombro por parte de Gabriel.
—Bueno muchacho, está tu primera misión, no entres en pánico ni hagas que nos maten a todos. —Sin decir nada más se rio saliendo del cuarto junto con Samuel y el otro sujeto, ya habían pasado dos años y aún no me sabia su nombre, «esto es incómodo» me reí con mis pensamientos mientras me acercaba a Rak Nha’s.
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Editado: 02.08.2022