Mientras entrenaba con la comandante, mi mente estaba concentrada en perfeccionar mis habilidades. De repente, el sonido de pasos apresurados interrumpió nuestra sesión. El Fantasma, uno de nuestros informantes más confiables, irrumpió en la sala.
El Fantasma: (jadeando) ¡Evelyn, comandante Valentina! ¡Al fin ha llegado el día! El líder de los Sombras nos ha convocado para comenzar el ataque.
Mis ojos se abrieron de par en par ante las palabras del Fantasma. Sabía que este momento era crucial para nuestra causa contra la opresiva sociedad de ricos.
Evelyn: (con determinación) ¿Es hora de enfrentarnos a ellos? Estoy lista para luchar.
Comandante Valentina: (serena) Así es, Evelyn. La Torre de Ébano es nuestro objetivo final. Ahí es donde la sociedad de ricos se mantiene oculta y desde donde ejercen su dominio.
El Fantasma: (entusiasmado) ¡No hay tiempo que perder! Prepárense para la batalla. Nuestro ataque puede cambiarlo todo.
Corría a toda prisa por los pasillos de la base, sintiendo la adrenalina bombeando por mis venas. Soldados pasaban a mi lado, también apresurados, dirigiéndose hacia la sala principal donde el líder de Los Sombras tenía algo importante que decirnos antes de partir hacia nuestro destino final. Mi corazón latía con fuerza, mezclando la emoción y la determinación.
Al llegar a la sala principal, me encontré con una multitud de soldados, todos expectantes por escuchar las palabras del líder.
Líder de Los Sombras: (con voz firme) ¡Soldados! Ha llegado el momento que hemos estado esperando. Es hora de enfrentarnos a la opresión y al dominio de la Torre del Destino. Nuestro objetivo es liberar a las masas y poner fin a la tiranía de los ricos y poderosos.
Los murmullos de emoción y determinación llenaron la sala, mientras todos absorbíamos las palabras del líder.
Soldados: (gritando) ¡Sí! ¡Venceremos!
Era la primera vez que tenía la oportunidad de ver al líder de Los Sombras en persona. Mis expectativas eran altas, imaginando a alguien con una presencia imponente y una voz que resonaría en lo más profundo de mi ser. A medida que se acercaba el momento, mi curiosidad se agudizaba.
El líder avanzó hacia el centro de la sala, rodeado por un aura de misterio y poder. Con cada paso que daba, mi atención se enfocaba en su figura, intentando capturar cada detalle.
Finalmente, llegó el momento en que el líder se quitó el casco. Para mi asombro, reveló una joven no mayor de veinte años. Mi sorpresa fue evidente en mi rostro, pero pronto me di cuenta de que no se trataba de la edad, sino del coraje y la sabiduría que irradiaban de su mirada.
La líder de Los Sombras: (con voz serena pero firme) "Hoy, estoy aquí para recordarles a todos ustedes el poder que yace dentro de cada uno de nosotros. No importa la edad o el género, lo que importa es el fuego que arde en nuestros corazones y la determinación que nos impulsa a luchar por lo que es justo".
Sus palabras resonaron en lo más profundo de mi ser. Era un recordatorio de que la valentía y la determinación no conocen límites, y que la verdadera grandeza proviene de lo que uno lleva consigo en su interior.
Mientras escuchaba atentamente las palabras de la líder de los Sombras, sentí una mezcla de emoción y adrenalina recorriendo mi cuerpo. Nos habían contratado para proteger la imponente Torre de Ébano, donde los más ricos y poderosos celebrarían una fiesta, buscando asi la mejor y más alta seguridad que existía en el mundo. La líder, había logrado tomar el trabajo y ahora nos dirigía hacia una habitación llena de uniformes que nos ayudarían a ocultar nuestras identidades de las cámaras de seguridad.
Líder de los Sombras: (con determinación) "Nuestra misión es clara. Debemos proteger la Torre de Ébano y demostrar que incluso los más poderosos no están por encima de la justicia. Hemos tomado el control de la seguridad y nos infiltraremos en la fiesta, sin ser detectados. Los uniformes que encontrarán en esta habitación les ayudarán a camuflarse y evitar cualquier sospecha".
Evelyn: (asombrada) "Es impresionante, ¿Cómo logramos tomar este trabajo tan importante?"
Líder de los Sombras: (con una sonrisa) "Nuestro grupo de hackers ha demostrado su habilidad una vez más. Hemos desactivado las defensas y nos hemos ganado la confianza de los organizadores. Ahora, es nuestro momento de actuar y mostrarles que los oprimidos también tienen voz".
Con determinación, me acerqué a la habitación y examiné los uniformes. Elegí uno que se ajustaba perfectamente. Me miré en el espejo, sintiéndome transformada y lista para enfrentar el desafío que se avecinaba.
Líder de los Sombras: (decidida) "Es hora de hacer justicia y proteger a aquellos que han sido silenciados por demasiado tiempo. Síganme y mostremos a los poderosos que su dominio llega a su fin".
Me encontraba perdida, sin saber qué dirección tomar en medio de la confusión y la urgencia. En ese momento, una mano cálida tomó la mía, enviando un escalofrío de nerviosismo por todo mi cuerpo. Al levantar la mirada, me encontré con los penetrantes ojos de la comandante. Era una bella joven de cabello corto, los lados rapados con precisión, unos ojos azules fluorescentes que parecían brillar en la oscuridad. Su cuerpo atlético demostraba la dedicación y el entrenamiento riguroso al que se sometía. Además, noté sutiles modificaciones tecnológicas que realzaban su apariencia y evidenciaban su preparación para cualquier situación.
En ese instante, me sentí cautivada por la presencia de la comandante Valentina. Era como si irradiara un aura de autoridad y liderazgo, inspirando respeto y confianza a su paso. Cada detalle de su apariencia parecía haber sido cuidadosamente seleccionado para reflejar su compromiso con la misión y su habilidad para enfrentar cualquier desafío que se presentara.
Sin embargo, mientras mis nervios se agitaban por la incertidumbre, luchaba por ocultar la atracción que sentía hacia ella. Era consciente de la importancia de mantener mi enfoque en la misión y reprimir mis emociones personales.