Con el corazón palpitante y una mezcla de emoción y nerviosismo, Daniela y Lucía decidieron dar un paseo por el parque después de clase para hablar sobre sus sentimientos más profundamente. El aire fresco era revitalizante y parecía acompañar su nueva resolución. Mientras caminaban por el sendero cubierto de hojas doradas, Daniela rompió el silencio, —No quiero perderte… eres muy importante para mí —dijo sinceramente mientras miraba hacia adelante, tratando de evitar cualquier mirada incómoda. Lucía detuvo su paso y giró hacia ella —Tú también eres importante para mí… nunca he tenido una conexión así con nadie antes — admitió con voz suave pero firme—. Me asusta pensar en lo que pueda pasar si intentamos algo más…
Daniela sintió cómo su corazón latía rápidamente era un momento decisivo para ambas. Decidieron sentarse en un banco bajo un árbol frondoso donde podrían hablar sin distracciones ni interrupciones. Mientras compartían sus pensamientos y sentimientos más profundos sobre lo que significaba para ellas esa conexión especial, cada palabra parecía acercarlas aún más. Hablaron sobre sus miedos e inseguridades, pero también sobre sus sueños compartidos, fue liberador abrirse completamente sin temor al juicio ajeno. Al final del día, ambas sabían que habían dado un paso importante hacia adelante; ya no había vuelta atrás; estaban listas para enfrentar juntos cualquier desafío que pudiera venirles por delante.