Con el tiempo, las cosas comenzaron a calmarse en el campus. Aunque algunos todavía murmuraban sobre surelación, Daniela y Lucía aprendieron a ignorar los comentarios negativos y enfocarse en lo positivo su amor y amistad inquebrantables. Una tarde soleada, decidieron organizar un pícnic en elparque para celebrar su nueva etapa juntas. Prepararon sándwiches y frutas frescas antes de encontrar un lugar perfecto bajo un gran árbol. Mientras disfrutaban del pícnic, Lucía tomó la mano de Daniela y le dijo —Quiero que esto sea solo el comienzo para nosotras, quiero explorar todo lo que podemos ser juntas
Daniela sonrió ampliamente, sabía que estaban listas para enfrentar cualquier cosa juntas. —Yo también lo quiero —respondió mientras apretaba suavemente la mano de Lucía—. No importa lo que pase afuera, siempre estaremos juntas en esto. Ambas levantaron sus copas improvisadas llenas de limonada para brindar por su amor renovado y por todas las aventuras que aún les esperaban por delante.