Cuando Cassidy se despidió de su amigo Ian no dejaba de sentirse con una preocupación de enterarse que Patsy estaba otra vez en la escuela. De hecho, el sólo pensar en las cosas que Helena le hizo a esa pobre chica era lo suficientemente malo como para no perdonárselo nunca.
Tan pronto como pudo llegó al baño de chicas y se observó por un momento en el espejo, se dio cuenta que su maquillaje estaba arruinado, parecía que hubiera estado llorando a más no poder. Se lavó su cara y luego se la secó.
Estaba maquillándose de nuevo cuando un escalofrío recorrió su columna, la puerta del baño se abrió dejando a la vista a una chica que hizo que Cassidy palideciera.
Era Patsy.
— ¡H-Hola Patsy! me has asustado. —le dijo nerviosa Cassidy.
—Cassidy Williams, ¿te he asustado acaso?
—De hecho, sí... bueno, un poco.
Patsy se acercó al espejo, Cassidy tragó saliva. Que esa chica estuviera cerca de ella hacía que se le revolviera el estómago.
—Me enteré que eres la popular de aquí. Enhorabuena.
Cassidy dibujó una sonrisa en su cara.
— ¡Gracias Pat!
La chica de trenzas se inclinó sobre el lavabo dejando mostrar una quemadura sobre su hombro derecho. —Aunque, si lo piensas bien... ¡qué rápido pasaron las cosas!
— ¿A qué te refieres con eso?
Patsy se dio la vuelta para ver a Cassidy -¡Oh! Sólo era un decir... como ya Helena no está, alguien debía tomar su lugar. Por suerte tenías que ser tú.
—Eh, yo no me veo como un reemplazo. —le respondió Cassidy al sentir el tono sarcástico de la chica.
Patsy se dio la vuelta para seguir mirándose en el espejo. —Digo, no es que seas su reemplazo. No lo dije con esa intención —repuso ella—. Eres realmente hermosa, ya veo que Helena hace maravillas con la gente. Recuerdo cuando solías usar trenzas en el cabello y aquellos frenillos. Pero ahora estas hecha una reina, debes tener muchos pretendientes.
—No es para tanto, Patsy —Las mejillas de Cassidy se sonrojaron—. Helena no hizo esto del todo. Después que ella... desapareció me di cuenta que necesitaba un cambio, empezar de cero. Ella me motivó en cierto sentido. Pero no tienes por qué decir que Helena no hizo maravillas en ti, no las necesitas, pudiste haber sido popular.
—Yo lo hubiera sido, tienes razón. Pero algunas cosas no suceden por alguna razón.
Cassidy no dejaba de ver aquella quemadura en el hombro de la chica, haciéndola sentirse nerviosa. Patsy notó a través del espejo a la rubia que la miraba. — ¿Y qué tal es regresar a Crowfield High? —Cassidy al darse cuenta de que Patsy le miraba desvió la vista hacia otro lado.
—Bien, supongo. —Se limitó a responder Patsy. —Oye, Cas...
—Dime Patsy.
—Espero que no pierdas la cabeza y seas una mala abeja reina. Ya sabes, la última que teníamos no le fue muy bien. —Diciendo esto, se despidió de Cassidy y salió del baño.
Cassidy tragó saliva. Aquellas palabras hicieron que se le pusiera la piel de gallina, su manera de hablarle era como si supiera que todo lo que le había ocurrido, había sido culpa de Helena y su séquito. No evitó dar la vuelta para mirarse al espejo; su labio inferior temblaba. No era un juego, esta chica estaba muy asustada.
De pronto el misterioso silencio hizo sentir a Cassidy incómoda e insegura. Debía salir de ahí lo más rápido posible.
***
— ¡¿Qué?! ¡No puede ser posible, Cas! —Chilló su mejor amiga Jennifer.
— ¡Baja la voz!
Su amiga miró alrededor, estaban las dos en un banco cerca del hermoso jardín del patio dela Crowfield High. Ya era casi las 3:45 p.m. después de haber salido de la penúltima clase de esa tarde las chicas decidieron estar un tiempo libre para hablar sobre algunas cosas... una de ellas era sobre el chico que conocieron en el Paradise Club.
—Te repito, no lo he visto... ni en la cafetería, no en los pasillos y tampoco en algún salón. —Cassidy le había buscado a aquél chico pero nunca lo encontró.
Jennifer le dio unas palmaditas en el hombro a la rubia. — ¡Que mal amiga! Era tan lindo. Tal vez y no ha venido todavía a clases.
—O me mintió. —Sugirió Cassidy.
Su amiga le dio una sonrisa para animarla, como solía hacerlo. Pero Cassidy no se sentía nada animada como para devolverle la sonrisa.
— ¿Sabes a quién me encontré rondando por los pasillos? —le preguntó Jennifer para cambiar el tema. Cassidy negó con la cabeza. —Patsy B. Está algo cambiada, yo diría que el irse de aquí le sentó bien.
—Yo me la encontré en el baño. No parece la misma en eso tienes razón. Pero aunque la mona se vista de seda... —Comentó Cassidy para ocultar la preocupación que tenía.
Su mejor amiga soltó una carcajada al escuchar aquello. —A veces pienso que eres una total perra, Cas.
Editado: 06.06.2021