Tom no había comido un solo pedazo de pan en el camino; el día de hoy él estaba actuando algo extraño. El sr. Hendricks le había pedido que fuese a la cabaña de la familia a buscar unas herramientas de jardinería que había dejado olvidadas el viernes pasado. Era una soleada tarde del martes, todo parecía estar tranquilo alrededor del bosque, el viejo tronco caído en la mitad del camino estaba cubierto de hongos.
El recordaba claramente que hace como año y medio hubo una fuerte tormenta, la fuerza del agua era tanta que logró derribarlo, Tom había durado como una semana preguntándose ¿cómo era posible que ese gran árbol fuese arrastrado por la corriente? —Un árbol por más duro y resistente que sea jamás podrá con el poder de una tormenta. —Le aconsejó el sr. Hendricks. Tom no había entendido lo que su padre había querido decir. Lo curioso era que su padre era uno de esos padres medio comprensivos y un poco exigente. Pero siempre tenía un buen consejo que dar, o al menos, uno que no entenderás.
Tom se desplazó a un lado del tronco y siguió caminando, unos ruidos de pisadas se escucharon a detrás de él. — ¿¡Hola!? —llamó el. No hubo respuesta.
— ¿¡Quién está ahí!?
No se escuchaba nada.
Una rama cayó desde un árbol al suelo. — ¡Mierda! —Tom se sobresaltó. Volvió la cabeza atrás. Había algo en un árbol, un cuervo. Se había asustado en vano, recogió una piedra del suelo y la lanzó sobre el pájaro. El cuerpo lo esquivó y se fue aleteando sus alas, enronando su graznido en el aire. — ¡Maldito pájaro! —gritó y luego siguió caminando.
La cabaña se asomaba en la distancia, Tom había caminado por una parte del bosque que estaba algo borrosa en su cabeza, había pasado por ahí, pero no recordaba cuándo o dónde. Últimamente todo recuerdo se encontraba en forma borrosa, algunos recuerdos con sus amigos, las visitas que hacían, pero había algo que no recordaba perfectamente... Esa noche en que Helena se fue.
Esta semana había tenido una serie de pequeños recuerdos, seguían siendo borrosos pero le daban algo de información de lo que había pasado. El último que recordaba fue hace como 2 días en el que estaban sus amigos tomando en el bosque, Helena había peleado con Amy y Alice luego Helena se había disculpado. Luego todos se habían quedado dormidos. Eso era lo único que recordaba. ¿Por qué no recordaba algo más? Los chicos le habían dicho que el caminó desde la lluvia hasta la cabaña de su padre pero Tom no recordaba nada de eso. —No chicos, yo no estaba con Helena. Solo me desperté y luego no recuerdo nada más. —les dijo Tom pero ellos perecían confundidos.
Tom también lo estaba.
En cuanto llegó a la cabaña el aire se sentía un poco pesado, Tom arrastró la puerta principal la cual hizo que la madera rechinara. Subió las escaleras hasta el segundo piso, tomó el teléfono de su bolsillo y llamó a su madre.
— ¿Hola? —le respondió la Sra. Hendricks.
—Mamá, ¿te ha dicho papá en que parte del segundo piso guardó las herramientas de jardín? —Tom abría cada puerta que había en el pasillo pero no había nada de lo que estaba buscando.
La Sra. Hendricks hizo un sonido que Tom no supo identificar. —Está en una parte del último cuarto, a la derecha.
—Iré a ver. —Tom caminó hacía el cuarto, abrió la puerta era una especie de armario habían muchas cosas: cobijas, papel higiénico, cajas donde guardaban materiales y cosas viejas. A un lado de las cajas estaba un bolso, Tom lo abrió y estaban las herramientas. Sacó su teléfono y llamó a su mamá. —Ya los encontré. —le dijo Tom.
—Gracias cariño traemos y...
Un ruido se escuchó dentro de la cabaña. —Tengo que colgar te llamo luego. —Le interrumpió Tom.
— ¿¡Hola!? —Llamó Tom—. ¿Quién está ahí?
Unos pasos y el rechinido del piso de madera se escuchaban en el primer piso ¿alguien estaba en la casa? Las pisadas se escuchaban casa vez más cerca, como si estuviera cerca del segundo piso. Tom levantó un bate que estaba en la esquina del armario y caminó lentamente. — ¿Josh? ¿Papá? ¿Son ustedes? —Sujetaba el bate con fuerza, sea quien sea que estuviera allí Tom lo sabría.
El corazón de Tom latía fuertemente, un escalofrío corrió en su espina dorsal. Bajó la escalera, todo estaba oscuro; parecía estar oscureciendo, Tom trató de encender la lámpara pero no encendía. Dejó su teléfono sobre la mesa y subió a buscar una bombilla nueva, bajó y quitó la bombilla quemada.
El teléfono de Tom emitió un sonido, pero el solo lo ignoró.
De pronto una sombra pasó rápidamente por la ventana. Unas pisadas se escuchaban en la parte trasera de la casa. Tom corrió hacia la cocina, la ventana estaba medio abierta, lo cual era extraño porque cuando llegó estaba cerrada, ¿alguien había entrado a la casa? ¿Esa persona se encontraba allí todavía?
Editado: 06.06.2021