✨ CAPÍTULO 22

Ángela abrazo fuerte a Darleni felicitandola por haber pasado sus exámenes con una nota muy alta.

—¡Dios mío Darleni! Esas notas están súper bien. —La chica la volvió abrazar después de darle un beso en la mejilla.

—Y se porta muy bien, espero que siga así —Habló la maestra encargada de su curso. Ángela sonrió mirando a su hermana con orgullo.

—Maestra miguela ya tenemos que irnos al aula de Darlin pero muchas gracias por todo.

—No es nada querida, espero que Dios te ayude; realmente las estás criando bien —Angela volvió agradecerle y salió del aula en camino a la de Darlin.

—A este paso te van a dar una beca para entrar a la universidad, ir con noventa y ocho a segundo año es mucho, espero que sigas así en los próximos curso; si te dan una beca será mucho mejor para nosotras.

—Es verdad, así en vez de pagar la universidad con el dinero que estamos juntando en el banco mejor compramos una casa.

—Buena idea.

—Voy a tratar de sacar buenas notas.

—Me alegra escuchar eso —Llegaron al aula de Darlin la cuál estaba esperando impaciente al hacer casi la última de el grupo de estudiantes de su aula.

—Ya llegamos —Avisó Darleni sentándose en el pupitre al lado de su hermana, Ángela pasó a la mesa de la maestra sentándose frente a ella.

—Hola Ángela cuánto tiempo sin verte.

—Hola maestra Fernanda, el gusto es mío.

—¿Cómo has estado estos últimos meses? —La mujer buscó en la lista el nombre y apellido de Darlin.

—Pues a veces muy duro pero todo va mejorando.

—¿Sucedió algo? —La mujer levantó la cabeza cuando sacó la libreta de Darlin.

—No se preocupe, todo está bien por ahora.

—Perfecto, aquí está la nota de Darlin, es una niña muy aplicada, sé que la ayudas mucho en su lectura y escritura pero sigue confundiendo la b con la d  mucho, pero de ahí en adelante todo está bien, sabe realizar grandes sumas y lo mejor de todo es que sabe dividir y multiplicar, la verdad es la mejor del curso.

—Buen trabajo maestra.

—Este no es un trabajo de un solo, realmente has sido una buena ayuda en casa, mejor te felicito yo a tí espero que la sigas ayudando a mejorar.

—Muchas gracias maestra. —Ángela se levantó del asiento y abrió los brazos para abrazar a la niña la cuál estaba sentada sin saber que le esperaba. La niña sonrió y se levantó devolviendo el gesto.

—Que tengan una feliz vacaciones niñas y no se olviden de estudiar debes en cuando —Dijo la maestra antes de salir del aula.

—Me siento muy orgullosa de ustedes dos, me han hecho la chica más feliz del mundo sabes qué, se merecen un premio.

—¿En serio? —Las niñas salieron agarradas de manos de Ángela del centro educativo.

—Claro mis amores, quieren helado o pizza.

—Pizza! Pizza!

—Queremos pizza!

—Estamos de acuerdo entonces, vamos a visitar a un amigo que les quiero presentar.

—¿Tienes un novio? —Preguntó Darleni caminado a su lado.

—No, aún no. Es un compañero de trabajo me invitó a su casa para que conozca la bebé de la cuál seré su madrina en cuanto cumpla un año.

Las tres se montaron en el autobús, pasaron por una pizzería y luego se montaron en otro bus para llegar a la casa de Kevin. Al llegar toco la puerta de hierro que estaba cerrada.

—Angela llegaste, me trajiste pizza.

—No, no es tuya es para mí ahijada.

—Tu ahijada no tiene dientes para comer pizza —Kevin abrió la puerta dejando pasar a las niñas y luego Ángela. La esposa de Kevin salió con la niña en brazos y Kevin tomó la caja de pizza.

—Hola, mucho gusto Soy Ángela la futura madrina pobre de tu hija —La mujer echó una carcajada pasandole la niña a Ángela.

—Soy Erica. Es un placer conocerte.

—Hola hermosa. Soy tu madrina te traje pizza.

—Ay ya cállate Ángela solo tiene dos meses.

—¿Que no eran tres?

—Solo dos —Confirmo Erica tomando una rebanada de pizza.

—¿Que están celebrando ustedes? —Cuestino Kevin.

—Las niñas pasaron su curso con buenas notas —Contesto Ángela.

—Olé! eso está muy bien, felicidades niñas.

—Gracias —Contestaron Ambas riendo, Darleni se quedó con la nena mientras Ángela hablaba con los padres de la niña, a las siete de la noche Kevin las encamino hasta el autobús.

—Muchas gracias por venir Ángela, la pasamos muy bien.

—Tienes un lindo matrimonio Kevin, sueño con uno así.

—No te preocupes viene algo bueno para ti.

—¿Ay de que hablas? —Ángela se recostó del bus al entrar.

—¡Solo lo presiento! —Grito antes de que el bus empezará a conducir, Ángela le afirmó con las manos y luego le dijo adiós.

—Niñas estoy muerta.

—Yo también —Las tres entraron en el callejón caminando a paso lento.

—Ángela bonita, bonita!

—Hola, que tal!

Llegaron a la casa y entraron cerrando la puerta, se tiraron con toda y ropa en la cama las tres juntas.

—Mañana si no quieren pasar el día sola pueden ir a visitar a su madre, el día se le hace muy largo cuando no tienen que ir a la escuela.

—Me quedaré dormida hasta tarde —Comentó Darlin entre dormía y despierta.

—Pues no deberías, pasarás hambre por estar dormida.

—No le hagas caso Ángela se levanta temprano todos los días. Además es lo mismo.

—No es lo mismo, pasan la tarde en la escuela pero si lo pasan en la casa se les hará difícil es decir más largo, pueden empezar a ver televisión pero estoy segura que se canzaran. Hubiese Sido padrísimo que me dejarán ir con ustedes a la finca del señor Nelson.

—¿El señor Nelson tiene finca?

—Es un lugar de ricos, dónde tienen casas grandes con piscina, Adalia irá.

—Que mal que nosotras no podremos ir.

—Esta bien, mejor se irán conmigo al restaurante desde mañana así las tengo allá todo el día.

—Y podemos trabajar! —Darlin se levantó de la cama sentándose, luego se apio de la cama sacando algunas ropas.

—No tienes que ponerte una ropa linda para ir a trabajar.