Camil

Camil miro a lía y empezó a hablar.

— bueno lo primero que debes saber sobre este mundo es que tengo otro nombre por el que tienes que empezar a llamarme, mi nombre en este lugar es annipe.

— ¿Hija del Nilo?

— que 

Laia niega con la cabeza y dice.

— tu nombre en este lugar, significa hija del Nilo

— oooh ya veo, bien supongo que también tienes un nuevo nombre.

— la chica que huía conmigo me llamo kagune.

— bonito nombre, bien te explico desde el principio, después de que fuiste tragada por los bichos, corrí hacia la lápida y pronuncie lo mismo que dijiste, como no pasó nada por unos segundos la rompí, quien diría que luego pasaría lo mismo que tú y por eso.

— no podremos regresar verdad.

Interrumpió Laia 

— algo así 

Confirmó Camil.

— bien en fin, me desperté en una habitación que comparto con otras chicas y ellas me llamaban annipe y este lugar soy una sirvienta, me toca servir a una mujer horrible, en fin mientras pasaba mi tiempo con ellas, hice varias preguntas.

De ahí me enteré de que las personas en este lugar nacen con poderes, estás personas tiene un alto estatus, pueden tener mejores trabajos he incluso formar su propio ejército, resulta que como hay poderes debe haber dónde utilizarlo, bueno déjame decirte que existen los Yangku, son como criaturas mitológicas con un cuerpo de 50 o 70 m, con lengua larga y un cuerpo de acero, se alimentan de las personas y estas cosas rodean no solo el continente, rodean el mundo entero.

Las personas con poder se encargan de aniquilarlos, y las sin poder se usan como carnada.

Bien ahora comencemos con el mundo en que nos encontramos, resulta que es como nuestro mundo únicamente que todo este mundo es gobernado por un emperador, no podríamos decir que esto es un reino con un emperador, está vez tendríamos que decir que este hombre gobierna este mundo, se dice que es un hombre extremadamente guapo y genial, su fuerza es monstruosa, pero con todo eso viene el defecto, el hombre es un psicópata enfermo, la vida de los demás para él no es nada, y mata a quien leda la gana, además para curar su dolor absorbe la vida de las personas puras, estás personas puras ya debes de saber que son, ya que eres una de ellas.

Las personas puras nacen con un núcleo especial que es lo que brilla ahora en tu pecho, eres un cargador humano y eres la fuente que calmara el dolor del tirano.

Laia asintió, pero la verdad estaba muy enredada.

— te lo digo kagune, que aunque este mundo parece mucho al antiguo Egipto, solo lo es en su estructura, la realidad es diferente, el mundo que conocíamos dejo de existir como decía la lápida.

Mientras ellas hablaban entro una de las doncellas que le servían a Laia.

— mi señora se está haciendo el recuento, mi señora debe salir.

La doncella miró a Camil que estaba sentada junto a Laia comiendo y la regaño.

— annipe lo que estás haciendo es de mala educación.

Camil miro a la mujer y suspiro luego se puso de pie.

— cálmate Akila no es para tanto.

La mujer llamada Akila era de piel pálida y cabello castaño, sus ojos eran cafés y su rostro era uno muy común con varias pecas, ella era la jefa de las chicas que vinieron servirle 

— annipe debes ser respetuosa con la señora 

— lo sé, mi señora kagune será mejor que te muevas para el recuento.

Laia vio la cara de su amiga y quiso reír 

— que es el recuento.

Akila fue la primera en hablar.

—mi señora el recuento, se hace cada dos semanas, es para ver cuántas purezas quedan en el harem.

— ya veo, y que hace el emperador cuando se acaban las altas purezas.

— entonces es el turno de las sin poder de morir bajo su mano.

Camil y Laia temblaron y Camil pregunto.

— aquel te Refiere 

— sin las altas purezas, para calmar su dolor se necesita vitalidad, él no toca a las mujeres principales, ya que estás poseen poder y el poder es muy valorado aquí, pero las sin poder somos, simples objetos.

Todas guardaron silencio por un momento luego Laia se puso de pie.

— andando

Todas salieron de la habitación.