El ruido en la habitación se detuvo y pronto una voz profunda vino de adentro.
— ambos pasen
Abasi y akil abrieron la puerta y fueron recibidos con los cuerpos mutilados de algunos funcionarios.
Las paredes estaban salpicadas con sangre, y entre los cuerpos había una hermosa mujer de piel blanca, cabello azul claro y ojos del mismo color, las lágrimas de la mujer corrieron por su hermoso rostro, parecían pequeñas perlas que corrían por su rostro.
Era una belleza muy lamentable, abasi y akil pasaron a la mujer como si no existiera y se acercaron al hombre sentado en detras del escritorio, con los ojos cerrados.
Abasi y akil se inclinaron y le ofrecieron el pergamino.
— majestad este es el recuento del lado norte.
El hombre abrio los ojos y unos ojos blancos miraron a los dos cabelleros.
El rostro del hombre parecía una escultura, su cabello era negro y largo, sus cejas pobladas y definidas, su nariz era perfecta y sus labios eran delgados, su pecho era firme y su abdomen se podía ver atraves de la camisa blanca que portaba, sus piernas eran largas y definidas.
todo el hombre desprendía fuerza y erotismo, su voz era baja y sexy.
Pero esos ojos estaband ausentes de humanidad.
El emperador abrió el pergamino y rápidamente lo observo y luego lo puso a un lado del escritorio.
— Hay nuevas personas
— a su es majestad, de hecho hay una que...
El emperador sacudió su mano para que akil se callara y el guardo silencio.
Los ojos del hombre miraron a la mujer y el cuerpo de la mujer temblo como una hoja, que se sostenia de una pequeña rama del árbol, mientras el furioso viento trataba de bajarla.
— chione
La mujer que lloraba en silencio, en medio de los cuerpos de tenso al escuchar su nombre de la boca del emperador, sollozando le respondió.
— ma...mejestad.
— ves lo que sucederá cuando me desobedecen
— era...eran mi familia, usted cómo pudo.
La voz del hombre se volvió sombría
— si tú familia no hubiera conspirado contra mi, estarían vivos y felices, te favoreci pero aún no era suficiente, no me gusta lo que hacen.
La mujer se mordió los labios, su familia ya no estaba aquí, para que quedarse entonces.
La chica se levanto, y le señaló con el dedo
— bastardo de mente, solo eres un tirano que quiere monopolizar todo para el, enserio Crees que alguien te quiere, no solo están contigo por qué te temen, eso no es amor, pero se que eso no te importa tu no tienes un corazón para sentir amor, pero nadie escapa a eso y cuando lo hagas, esa persona te hará sufrir, vas apagar por lo que hicis...
La chica no termino de hablar ya que, su cuerpo se levantó y sentía una operación en el pecho que no la dejaba respirar, luego salió volando y se golpeó la cabeza contra la pared, su sangre se derramó, nadie la ayudo, y murió en ese lugar.
El hombre se puso de pie y ordenó.
— limpien el lugar
Salió como si nada de esto hubiera Sido su obra.
Laia se acostó en la enorme Cama, de hecho era muy cómoda
— Akila
— mi señora
— puedes irte a descansar a hora, annipe se quedará hoy conmigo.
— entendido
— por cierto, no te he visto comer en todo el día
— mi señora nosotras las criadas comemos los que nuestro maestro deja.
Laia se levantó y dijo.
— por qué no me lo has dicho, no deje nada...la cosina aún está en funcionamiento
— si mi señora
— buen ve y pide más comida tengo hambre
— si
— además pide mucha, su que tengo que mantenerme en firma mientras vivo.
— entendido mi señora.
— bien.
Camil observo a laia y negó con la cabeza.
— eres muy cruel, no les diste comida en todo el día
— no sabía.
— tienes un corazón muy frío.
— oye si sabías esto por qué no me lo digiste
Camil levanta los hombros y suspira.
— yo si comí y se me olvidó
Pronto las cuatro mujeres entraron con varios platos, Akila se acercó y dijo.
— mi señora todo listo.
Laia asintió
— muy bien coman ahora.
Las cuatro estaban muy desconcertadas.
— mi señora esto.
— Akila, no sabía que tenían que comer de lo que yo dejaba, las dejé pasar hambre, por eso quiero que coman esto, después de todo yo ya comi, esto es para ustedes es malo acostarse con el estómago vacío.
— pero esto.
— Akila solo acéptalo, kagune apartir de ahora las dejara comer con ella, así que acostumbrate.
Las demás miraron a Camil que estaba acostada en la cama de laia y sabían que era la favorita de su maestra, pero no sentían envidia de hecho mientras pudieran comer serían felices, las sin poder son menos que basura y tener a alguien tan bueno como la maestra kagune ya era una bendición enorme.
— entonces no la rechazaremos.
Las cuatro de sentaron y empezaron a comer, ya no les importaba los modales solo quería llenar su estómago.
Cuando terminaron, salieron de la habitación con los platos y se fueron a descansar.
Camil y laia se durmieron en la mullida cama.
Un fuerte sonido las despertó, ambas se pusieron de pie y se acercaron a la puerta.
— salimos.
Pregunto Camil, laia negó y dijo
— y si me matan.
Mientras hablaban la puerta se abrió y ambas gritaron, luego miraron que era Akila
— Akila que sucede
— respondiendo a la señora el emperador viene en camino.
La tez de Camil y laia palidecieron ambas se miraron y luego a Akila.
— mi señora tiene que salir.
— no quiero.
— si no sale, estará rompiendo las reglas y será castigada y nosotras también.
— que tipo de regla.
— cuando el emperador llegué todas deben estar presentes, si alguien no lo está será asesinado.
Laia se puso de pie y miro a Akila
— cuánto tiempo tenemos
— no mucho
— hay maquillaje aquí
— está en las cajas a su derecha