Kagune miro hacia la entrada y suspiro.
— ya no estamos en casa, lo he pensado que haremos si escapamos de aquí, esos monstruos pueden aparecer en cualquier momento, y si estamos lejos de los guardias podemos morir.
Annipe Asintió
— entonces nos quedaremos
Ella miro a su amiga, si no fuera por ella camino no estaría pasando por eso.
— si.
Kagune apartó el collar de su pecho y este se partió a la mitad.
— cuando el Monstruo nos atacó esto formó una barrera, tu estarás en el campamento de entrenamiento, y saldrás a luchar, esto puede ayudarte.
Annipe tomo la mitad del colgante y lo guardo.
— y tú qué piensas hacer, piensas quedarte con ese psicópata.
— tranquila ahora le soy útil no va a tocar me.
— eso es bueno.
Kagune se puso de pie, y su largo cabello caía a su costado.
— será mejor que nos acostumbremos, tenemos que trabajar Juntas, yo trabajaré desde adentro y tú desde afuera, recuerda protegerte.
— kagune
— ¿si?
— No lo guardes todo para ti
En el rostro de kagune apareció una hermosa sonrisa
— tranquila, además intentaré averiguar si podemos regresar, he estado pensando, si la lápida era un portal a este mundo, puede que haya una en este lugar que nos regrese a nuestro mundo.
Anipe se sorprendió, nunca lo había pensado, tomo las manos de kagune.
— pero que pasaría si no nos lleva a dónde debería, si vamos a otro lugar.
Ambas guardaron silencio por un momento, luego kagune habló.
— incluso si, no nos lleva en algún lugar de ese otro lugar debe de haber uno que pueda regresarnos.
Anipe Asintió.
— está bien,además hay chicos muy guapos aquí
Kagune puso sus ojos en blanco, simplemente era una persona lujuriosa.
Mientras hablaban, abasi entro
— concerte su majestad la llama.
Annipe sostuvo las manos de kagune con fuerza, podía ver el miedo en los ojos de su amiga, pero no podía hacer nada.
—. Estaré bien
Ella se puso de pie y acomodo su cabello y se cubrió de nuevo con la capa.
— vamos entonces
Abasi se hizo a un lado y la siguió desde atrás junto con las doncellas, fue guiada atraves de varios pasillos hasta que llegó frente a la oficina del emperador, antes de que pudiera entrar se escucharon gemidos que los detuvieron a todos.
— creo que su majestad está ocupado, deberíamos regresar
Abasi se inclinó.
— lo siento consorte pero deberá esperar aquí.
— pero tú maestro está ocupado y es malo interrumpir.
Ella no quería escuchar más la negativa de abasi, por lo que pasó frente a el para dirigirse a su recidencia.
—aaahhh
Ella se agachó mientras sostenía su cabeza, que palpitaba rápidamente, sabía quién le provocó tanto dolor.
— esperemos aqui.
Dijo con gran dificultad, cuando terminó de hablar el dolor desapareció, una doncella la ayudo a levantarse, estaba mareada, se sentó a esperar a que el emperador les diera permiso de entrar.