Después de una hora el rostro de kagune estaba muy frío.
—" por qué este tipo no ha acabado, cuánto se supone en que eso dure".
Pensó mientras tomaba una uva que le había traído una de las doncellas.
Miro a abasi y sonríe, le hizo señas para que se acercará.
— no puedo acercarme mucho a usted consorte
Ella puso los ojos en blanco y dijo en voz ni tan alta ni tan pequeño.
— cuánto se supone que dure el acto, cuánto tengo que esperar.
Todos se quedaron paralizados, luego la vieron como un bicho raro.
Desde que cumplen su mayoría de edad se les enseña sobre las relaciones.
Una doncella sonríe y dijo.
— respondiendo a mi señora, suele durar entre una o dos horas, si la persona es muy buena en eso, tres o cuatro horas.
— por qué tanto, olvídalo.
Ella miro el pasillo que se dirige a su recidencia y solo pudo suspirar, no quería volver a sentir ese dolor inhumano en su cabeza.
Ella se recostó en el sofá y pronto se quedó dormida.
Todos la observaron, era una falta de respeto dormir frente a la oficina del emperador, querían avisarle pero al verla dormir tan tranquilamente no pudieron.
Una de las doncellas la cubrió con una manta y se pusieron a su lado a esperar pacientemente.
El rojo apareció en el cielo, el viento soplaba más fuerte, la puerta de la oficina se abrió, una mujer de cabello dorado y ojos del mismo color salió pavoneandose por el lugar, su cabeza estaba en alto no los miro y se alejo del lugar.
— entrar
La voz fría del emperador los volvió a todos a la realidad.
Las doncellas se apresuraron a despertar a su consorte, pero no podían entender como alguien podía dormir tanto.
— mi señora el emperador le ha permitido entrar
— mi señora despierta
Las doncellas estaban en un apuro, pronto una figura se paró detrás de la doncella que estaba frente a kagune, la doncella sintió algo frío acercarse a su espalda y palidecio, luego se hizo aún lado, él emperador miro a la mujer dormida y apretó su nariz, pero ella respiro cómodamente por la boca.
El no pudo evitar reírse, bajo su cabeza y sello sus labios, hundió su lengua en su pequeña boca.
Sus ojos se abrieron con sorpresa, al besarla sintió que una corriente helada lo llenaba, está recorrió su cuerpo y sintió que las molestias desaparecían, su beso se volvió más feroz y contundente, agresivo y peligroso, era como si quisiera tragarse a esa mujer.
Al no poder respirar kagune abrió los ojos, se encontró con los ojos blancos del emperador, el noto sus ojos desconcertados y asustados, entonces se alejo, ella puso volver a respirar, después de que recupero el aliento, miro al emperador con miedo, luego se limpio los labios, tomo un vaso con agua y se lo llevó a la boca, después de hacer gárgaras soltó el agua en el piso. seco su boca con un pañuelo, después noto el silencio sepulcral en el lugar, sus acciones regresaron a su mente y palidecio.
No quería levantar la cabeza, desprecio el beso del emperador frente a el, además las personas al rededor, su mente se llenó de las novelas que había leído antes, varias muertes por solo un error.
— majestad yo.
Cuando levanto la mirada el emperador estaba sonriendo gratamente, llevaba a pantalones blancos y una bata de color dorado que dejaba a la vista su fornido pecho.
El verlo sonreír no sabía si era algo bueno o algo malo, miro a las personas que las rodeaban incluso abasi estaba pálido, ella entendió que se había metido en una grande.
Pero que podía hacer, nunca había besado, no había tenido novio y lo poco que conocía de relaciones, lo leyó, por lo que al ver que la besaban sin su permiso actuó como había actuado en la tierra, de hecho le faltó golpearlo, pero en ese momento agradeció que se lo olvidará.