El emperador camino hacia kagune, la tomo de la mano y la sentó, en el sofá de la habitación.
— cómo puedes ser tan descuidada aún no sanan tus ojos.
Ella se sentía muy incómodo con esa persona, ella respondióuy bajo.
— esto, ya no duele tanto majestad.
— puedes abrirlos
— yo puedo, solo que aún me lastima la luz
— trae eso aquí
Ordenó él, Akila tomo un velo del guarda ropa de kagune y se lo dió al emperador, este lo había traído mientras ella dormía.
El lo puso sobre ella.
— abrir los ojos
Ella los abrió y aunque dolían un poco era soportable.
De hecho podía ver.
— gracias majestad
— okay descansa tengo cosas que hacer, vendre a acompañarte luego.
— no, majestad si tiene algo que hacer no se moleste por mi, estaré bien.
El frunció el ceño.
— no quieres que venga
— no majestad como me atrevería
— entonces no hay peros
Se puso de pie y salió, las tres soltaron un suspiro de alivio.
— casi me muero del susto.
Dijo annipe mientras se sentaba junto a kagune
— hay que tener más cuidado la próxima vez.
— si, es mejor que no me vuelva a caer, además pesas mucho kagune.
Kagune la miro enojada.
— tu eres la que pesa mucho estúpida
— consorte pudo permiso para entrar
La voz de akil las interrumpio.
— puedes entrar
Cuando entro se inclinó ante kagune, ella la verdad no se podía acostumbrar a eso, nadie se le inclinaba en la tierra deacuerdo, ahora de la nada lo hacen, la hacia sentir extraña.
— que le trae por aquí sr. Akil
Ella miro a akil, de hecho pensó que el se había ido junto al emperador.
— he venido a llevarme al caballero annipe, ya que en este momento debería estar entrenando
Kagune miro a annipe y sonríe, el cuero cabelludo de annipe sintió una corriente, ella miro a kagune y frunció el ceño.
— eres su superior debes entrenarla bien, es bastante resistente, además para amenazarla puedes poner en juego todos los productos hermosos que tengas.
Annipe le cubrió la boca y la miro enojada.
— voy a matarte si dices eso de nuevo.
Akil miro a annipe.
— es una falta de respeto lo que haces y esa amenaza puede llevarte a la muerte.
— solo lo decía en broma
— aún así no lo digas, si el emperador escucha esto definitivamente te enviará a asesinar.
Ella se puso de pie y Asintió
— me despediré querida consorte
Se burló y se fue junto a akil.
— akila
— si mi señora
— hay en el reino algún monumento o lápida con inscripciónes que no se hayan podido descifrar aún.
Akila pensó por un momento y luego Asintio.
—si de hecho hay varios, unos son custodiados por el emperador y solo se permite ver si el emperador lo otorga, y otros están al rededor de la ciudad, otros los tienes los investigadores en la camara nude dónde los científicos los intentan decifrar.
Los ojos de kagune se enfriaron, el solo pensar en ese hombre, le pone la piel de gallina.
— dime algo akila
— si mi señora
— ¿el emperador es un hombre demasiado cruel?
El rostro de Akila palidecio y se arrodillo, kagune se tenso, no había dicho nada serio o si.
— mi señora no podemos hablar de su majestad el emperador.
Kagune suspiro
— olvídalo entonces.
— si mi señora.
Luego se levantó.
— será demasiado difícil.
El resto del día paso rápidamente, kagune se quedó en su habitación y annipe la paso entrenando.
La luna llegó al punto más alto, kagune se había dormido hace mucho, la puerta de su habitación se abrió.
Akila que estaba de guardia se despertó y miro al emperador y trato de inclinarse, el negó son la mano y le dijo que saliera.
Ella Asintió y se retiró, el emperador se quitó la capa y se quedó con unos pantalones blancos, se acercó a la cama.