Crucero de citas

1

1

El lunes por la tarde, llego un correo postal. En el borde superior tenía la dirección de donde había llegado. Arizona, tenía tantas ganas de romperla y saber que habían decidido. Entre a casa, me acerque al sofá aun con la solicitud en la mano. De pronto el teléfono sonó, al sujetarlo se escuchaban suspiros leves como si alguien estuviera agonizando, pero no dicen nada. 

Estoy segura de que quien sea que ha llamado debe estar en una situación incómoda, pero ¿Por qué me llaman a mí? ¿será algún familiar de mis padres? El señor Carey había tocado la puerta. Se veía angustiado.

- ¿Desea algo señor Carey?

Disculpa que te moleste linda, pero ha llegado este sobre. Lo han dejado en mi casa, pero es para ti.

-Gracias.

Otro sobre, que recuerde no había enviado nada más que la solicitud para el trabajo. Pero este se veía diferente, no tenía dirección ni algún nombre que lo identificara. Procedí a abrirlo tenia recortes de periódico. Muy llamativo para ser anónimo. Atrás no decía nada. Solo sencillas palabras: NOS VEMOS ESTA NOCHE EN EL CAFÉ DEL ESTE A LAS 8.

¿Por qué alguien va a enviarme una carta sin nada? Es muy extraño. No sabía si ir hacia ese lugar. Me daba escalofríos saber quién había enviado esa carta. Me olvide por completo de la solicitud. Volví al sofá y abrí el correo: Señorita Jane es un placer infórmale que ha sido aceptada para producir el reality show más grande de todos los tiempos, el cual se llevara a cabo en Arizona en el crucero Star en alta mar. Debe estar aquí en dos días para comenzar a preparar todo. Atentamente Sara.

 

Cuando llegue al café del este a las siete menos quince no había nadie. Solo el señor que vende en la esquina con su atuendo asqueado. Alcé la vista para ver si había alguien sospechoso que también estuviera esperando. Hacía mucho frio así que entre, puse mi bolso en la esquina de la silla, me senté. Un mesero se acercó.

- ¿Quiere algo para tomar señorita?

-Sí, un café por favor.

Es difícil saber quién te ha citado por medio de una carta y tener el valor de ir a aquel lugar solo.

El mesero se acercó nuevamente, con la taza de café y un sobre en la mano.

-Esto es para usted señorita.  Dijo mientras lo ponía en la mesa.

- ¿Quién lo ha enviado? Pregunte desconcertada.

-Un hombre.

Al abrirla decía: TE VES HERMOSA, SIEMPRE PIDIENDO LO MISMO, CAFÉ CON CREMA. TE ESPERO AFUERA EN LA ESQUINA.

Salí abrumada de allí. El frio era más fuerte. Al doblar la esquina no veo a nadie. De pronto todo se nubla. Alguien ha tapado mis ojos.

- ¡Sorpresa!

- ¿Ethan?

Estaba convencida de que nunca lo iba a volver a ver. Pasaron meses desde que se fue a Londres en busca de sus sueños. El día de su partida quede destrozada, hablábamos unas cuantas veces por video, pero, nunca tocábamos el tema de nosotros. Su pelo casi perfecto y esos ojos café que me alentaban a tirármele encima y besarlo. Le había preguntado que hacia aquí ya ha pasado un largo tiempo.

-He venido por ti. Contesto

-No seas mentiroso. Vale.

-Es enserio.

Y haciendo una pausa leve, suspiro y respondió:

-Sé que ha pasado mucho desde aquella vez, pero aquí estoy Jane. Aparte me han convocado para un casting en dos días.

Dos días exactamente me quedan aquí en Nueva York. Me dije. No sé por qué ha venido directo donde mí.

 No sé qué decirle. Me gustaría decirle que me bese después de todo este tiempo. Nos quedamos parado sin decir nada. El frio salía por los poros. Decidió abrir la boca, pero no para besarme. ¿Crees que podamos volver? Pregunto. No lo sé, dije. Sugirió llevarme a casa, su carro se encontraba frente al café.

-Enserio ¿cartas anónimas? Le murmure entre risas.

 

 

 

 

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.