Cruel Realidad

Capítulo 7

Mis manos temblaban tenía mucha emoción por escuchar la voz de ella, quería que estuviera a mi lado diciéndome que todo estaría bien, amaba demasiado a mi mamá, no sabía cómo iba a soportar escucharla y no tenerla junto a mí.

Antes de llamar me recosté sobre la pared. Puse lento la tarjeta, apenas el celular dio vida lo encendí, una lagrima salió de mi ojo. Esta iba a ser la única oportunidad que tenía de hablar con mi madre y de pronto pedirle ayuda. Despacio marque el número de ella.

-Hola… ¿Quién habla? –Las lágrimas empezaron a deslizarse, me quede sin palabras no sabía cómo explicarle todo lo que sucedió y como termine encerrada.

-Hola mamá, ¿Cómo estás?

- ¡Micaela! Eres tú… enserio eres tú…que como estoy, no he sabido nada de ti en dos días y Dora tampoco, ¿Dónde has estado?

-Perdóname, perdóname no sabes por todo lo que he pasado. Antes de que te enojes quiero contarte algo y es urgen…

-Espera. Antes de que pongas una excusa quiero que sepas que no me quiero enojar contigo, solo estoy preocupada y sé que ya puedes tomar tus propias decisiones, pero no nos asustes así.

-Mam…

-Micaela no me interrumpas –Me tuve que quedar callada –Creo que esta ha sido la mejor oportunidad de trabajo que he tenido, nuestra vida podría cambiar después de que regrese, estoy muy feliz porque por fin vamos a cumplir nuestro sueño.

-Mamá no ha posibilidad que regreses solo por una semana.

-No Mica. Tengo mucho trabajo, como te dije antes de irme, puedo regresar dentro de seis meses, ¿Por qué estas metida en problemas?

Que mala hija seria si le estropeara un trabajo por el que trabajo varios años y como va a poder mantener el puesto si le doy más preocupaciones. Antes de seguir hablando con ella me seco las lágrimas, no voy a poder obtener ayuda de ella tendré que buscar otra forma de lograr salir de aquí, si sigo encerrada en este lugar cuando regrese la llamare pidiéndole ayuda.

Le mentí como nunca lo había hecho, una mentira grande que ella no me iba a perdonar si la descubría.

-No tranquila –«De hecho sí, estoy en demasiados problemas» -Me estoy que dando en casa de una amiga hasta que tu llegues, le avisas a Dora dile que la extraño y perdón por no decirle en persona –Dije lo más relajada posible y que no se diera cuenta que mentía.

-¿Dónde está tu celular?

-Mi celular… se lo robaron –Que excusa tan barata, no se me ocurrió nada más.

Roxanne llego preocupada, con sus manos me hacía varias señas de las que no comprendía bien. Ella se dio una palmada en la frente y volvió a las señas que esta vez sí entendí. Tenía que colgar, el tiempo se había agotado, hice señas para que me dejara un minuto más.

Puso los ojos en blanco después de que ella levanto el pulgar.

No sabía en cuanto tiempo iba a volver hablar con ella, pero creo que ahora que por fin descubrí que si había un celular será más fácil comunicarme con ella.

-Ya tengo que colgar.

-Espera. Tu padre ha regresado y está buscándote, ten cuidado.

No creo que pueda encontrarme acá encerrada así que no debo preocuparme. Mi padre él que no quería tener hijos está buscando a su primera y única hija, de seguro necesita dinero aunque él es el que me tendría que dar dinero a mí.

Todavía recuerdo todas veces en las que mi madre lloro día y noche con la esperanza que él iba a regresar, prometí estar para ella a su lado y como estúpida que soy me encapriche con un chico, nunca espere que el amor fuera tan doloroso ahora la entiendo, si no que a mí me paso algo peor.

Mire una última vez el celular antes de volverlo a pegar a mi oreja –Adiós mamá te extraño –Dije.

-También te extraño. Te amo, adiós –En ese momento colgué.

Porque tuve que ser yo la que escogieron la extraño demasiado, extraño tenerla a mi lado, pero más que todo extraño estar con ella.

Roxanne seguía en la puerta estaba apurada no entendía que era lo que le pasaba y porque su preocupación aumentaba. El celular seguía pegado a mi oreja, todavía no puedo superar que no la voy a volver a ver la única solución que tenia de arreglar mi problema era pidiéndole ayuda, si le pido ayuda dañaría todo lo que construyo con esfuerzo y años.

Ten cuidado fue lo que me advirtió y como ya lo dije soy tan estúpida que hice lo contrario, ahora tenía que soportar todo este dolor no solo de mis heridas también de mi pecho, corazón. Odio lo ciego que es el amor.

Me acerque a Roxanne –Tenemos un problema muy grande, ven tengo que mostrarte.

-Roxanne, ¿Qué sucede?

-No me digas Roxanne dime Rous –Me corrigió –Antes de que te alarmes tengo que mostrarte.

Empecé a caminar detrás de ella -¿Dónde está Cristián?

-Está en los ductos vigilando.

Llegamos a la sala donde se encontraba Brian y la fastidiosa de Ángela tenían la misma expresión de Roxanne, todos estaban preocupados. Yo seguía sin entender lo que pasaba, los tres se dedicaron a  seguir mirando el computador y cada vez se ponían peor.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.