Cruel Realidad

Capítulo 15

Iban hacer la diez, cuando escuché un ruido, abrieron la puerta de mi habitación, era Rous. No le quería dar más preocupaciones, así que no hable de lo que paso hace un momento con Alejandro.

Se fijó en mi mano y vio la cicatriz, fingió no saber nada y se preocupó por enseñarme a desamarrarme. Todo mi cuerpo me seguía doliendo. Pude notar que sus ojos se pusieron tristes, no quise sacar el tema si ella se llegaba a enterar iba a explotar no solo de ira si no de odio también.

- ¿Dónde está la pinza?

-En mi cabello –Ella saco la pinza, me quito las esposas y la volvió a dejar en mi cabello.

-Todavía tengo los cinturones.

-Aprieta un puño lo más que puedas y ve jalando el brazo para que salga –Hice lo que me dijo hasta que mi mano salió del cinturón –Ahora quítate primero el cinturón del cuello –Seguí cada orden que me dio –Quítate el de la cintura, luego el de la otra mano y por último en de los pies.

-Por fin, todas las noches me siento ahogada.

-Vámonos.

Abrimos la puerta y Rous se asomó para ver que no hubiera guardias vigilando, serré la puerta y seguí cada paso que ella dio hasta que llegamos al cuartel, en la puerta nos esperaba Ángela, entramos, los demás ya habían llegado y se habían cambiado.

- ¿Entonces cuál es el plan? –Pregunto Brian.

-Ya sabemos cómo liberarla –Dijo Rous.

- ¿Sabes pelear? –Dijo Brian.

-No –Respondí.

-Esta noche tenemos mucho que hacer –Me dijo Cristián –Ven conmigo preciosa –Le seguí el paso hasta llegar a la sala de boxeo.

- ¿Qué hacemos aquí?

-Voy a enseñarte a liberarte de las esposas.

-Ya lo sé hacer.

-Bueno entonces no te será tan difícil –Me cogió del brazo –Acuéstate –Me amarro a la camilla con los seis cinturones y las esposas en cada mano –Adelante.

- ¿De dónde sacaste la camilla?

-Ya estaba aquí –Intenté quitarme las esposas, pero no pude, eso fue lo único que Rous no me enseñó hacer - ¿Te rindes?

-No –Seguí intentándolo y creo que a Cristián le causaba mucha gracia, después de cinco minutos no logre quitármelas –Ahora sí, me rindo.

-Repítelo.

-Me rindo –Se empezó a reír.

-Donde está la pinza.

-En mi cabello.

Saco la pinza y me la dio para que yo la cogiera con la mano. Apenas me vio la mano se preocupó, la herida del cuchillo seguía ahí. Con sus pulgares empezó a rozarme la herida, todavía le salía un poco de sangre, no había sellado del todo bien.

-Esto no lo tenías ahorita –Me quede callada - ¿Qué te paso?

-Ahorita te muestro, primero ayúdame a liberarme de las esposas.

Odiaba tener que preocuparlo, si no le mostraba iba a seguir insistiendo. Noto las demás heridas en mi brazo, eso lo preocupo aún más. Me subió la manga y se dio cuenta de que tenía las marcas del cinturón.

-Antes de irte acostar, vas a quitarte la pinza del cabello y la vas a tener apretada con un puño.

- ¿Después que se hace?

-Como la cama es pegada a la pared, va hacer más fácil.

-Eres un genio.

-Lo sé, hermosa –Me cogió la mano –Cuando se vallan, vas a estirar la mano hasta que la pinza entre en la cerradura, debes darle vuelta para la izquierda –Hice lo que él me dijo hasta que las esposas salieron.

-Desde aquí puedo yo sola –Iba a decir algo, pero no lo deje. Me libere de la otra esposa y los cinturones recordando lo que me dijo Rous.

Logre quitarme las esposas para mi cuerpo fue muy difícil, me seguía doliendo demasiado y aún recordaba lo último que me dijo antes de irse, eso me tenía demasiado aterrada.  Cristián me miraba preocupado, solo quería ayudarme.

-Bien –Me aplaudió -Me vas a decir que paso.

-Alejandro lo hizo -Me ayudo a sentarme -Lo hizo porque me bese contigo.

-Odio que te haga esto.

-Cristián no te preocupes… yo lo resisto -Me abrazo -Puedo con esto.

Me quedé un buen rato al lado de él, le mostré todas las marcas y heridas que me había hecho, estaba enojado lo podía ver con tan solo mirarlo. Nunca le iba hacer caso a Alejandro, él no iba a tener control sobre mí nunca.

-Ven aquí –Me llevo hasta el saco de boxeo –Te acuerdas de como golpear.

-Sí.

-Entonces no lo vas hacer con el saco de boxeo si no conmigo.

-Bueno… espera que me cambie de ropa.

Fui hasta el armario y me puse un Leggins color negro para poderme mover mejor y una blusa color Gris, me devolví hasta la sala de boxeo. Donde él me estaba esperando.

-Wuao –Se me quedo mirando Cristián cuando llegue.

- ¿Qué?

-Tienes un cuerpo fabuloso, las caderas definidas y…




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