Hombre herido
La vida puede parecer demasiado complicada a veces y es ahi cuando intentas mantenerte firme, intentas construir tu muro fuerte donde piensas que nadie podrá derribarlo, hasta que sucede. Y te sientes afligido y con miedo, pareciera que tu mundo se acaba y no sabes como detener el caos, no sabes a donde ir o a donde esconderte, solo hay una opción, combatir el problema, afrontarlo y darle cara, el único detalle es que si intentas apagar el fuego y el incendio es más grande que tu valentía te puede arrastrar convirtiéndote en cenizas, en polvo, en nada, así que ve la forma de detenerlo para poder seguir y sobrevivir...
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La fuerte lluvia nos mantiene en el trafico y de nuevo me encuentro en un lugar tenso, mi cuerpo tiembla y no es por el frío, el chico que va manejando a estado en silencio desde que decidí subir a su auto, saque un par de veces mi celular para ver si a papa le llego el mensaje, le he dicho que su querido "amigo" Elahia me ha dejado tirada en medio de la calle, que un amigo me vio y me esta llevando a casa ahora.
Muevo mis manos nerviosa, intento calmarme porque mi cabeza duele, cuando llegue a casa debo tomarme el medicamento que me recetaron, me recargo en el respaldo del asiento y cierro mis ojos, estaba quedandome dormida cuando mi celular vibra.
Mensaje de Tommy
Hola amorcito, espero con ansias verte de nuevo en la escuela, ire a verte mañana.
Te ama, tu hombre ideal.
Sonrío al ver su mensaje.
—¿Podrías poner tu dirección en el gps?
—Oh, cierto, que tonta, no te dije donde vivo — Me estire un poco para ponerla en el aparato.
—Mi amigo dice que es difícil encontrar mi casa porque parece laberinto—Sonrei al recordarlo.
Lo miro para escuchar su respuesta, pero solo asiente, incomoda me recargo de nuevo en el asiento, su silencio es aun más tedioso que el de Elahia. Como no hablaba, decidí hacerlo yo para cortar con este ambiente.
—La ultima vez que te vi tenias un golpe...
El voltea un momento para estudiar con la mirada y lo que alcanzo a ver es un sonrisa.
—¿Te preocupaste por mi linda?—Pregunta burlón.
—No, pero me dio curiosidad saber porque tenias ese feo moretón en tu ojo, se vio que te dieron una paliza.
Al parecer eso le molesto y lo se porque cuando Elahia se molesta aprieta con fuerza el volante.
—Te pareces a Elah...—Me detuve antes de decir una estupidez, dios, Elahia es casi el juguete de toda la escuela, por lo visto es el único al que molestan y decir su nombre no seria bueno, menos si digo que se parece a el.
—¿A quien me parezco?
—Olvidalo a nadie—Me hago la loca.
Suspira y voltea a verme de reojo.
—Tuve problemas con alguien—Bien, esa frase fue como un "no te metas en lo que no te importa" así que me quede callada, esa fue toda la conversación que tuvimos, después de quince minutos, ya estaba frente a mi casa.
Al fin
Me quite el cinturón y abrí la puerta, le agradecí por traerme, pero antes de bajar el hablo.
—Espero que te mejores Amelia, ya extraño escucharte tocar el piano, nos vemos.
—Adios...mmm —Dios , ¿como dijo que se llama?
—Damian.
—Lo siento, gracias Damian —Digo apenada.
—Eso ha dolido, para compensarme tienes que salir algun dia conmigo.
—Lo pensare —Le sonrei y sali del auto.
—Piensalo muy bien bonita.
—Adios Damian.
El arranco su auto y se fue, yo corri hacia mi casa porque no quiero mojarme.
Al entrar me senti mas segura, pero fría, miro hacia mi alrededor y noto que esta intacta, como si papa no hubiera venido aqui cuando estuve hospitalizada.
—¿Sana? — Intento llamar a mi gatita, pero cuando me acuerdo de su situacion mi corazon para, ay no...
Subo corriendo a la habitacion y aun cuando siento mareo sigo, mi desesperacion incrementa al ver que no esta.
Soy una mala madre, soy una mala persona.
Agarro mi celular y le marco a mi padre, pero fue en vano porque no contesta.
Maldita sea
Baje con cuidado las escaleras sosteniendome de la pared, pues todavia tengo los mareos, duele un poco mi cabeza, pero ya no tanto como cuando recien desperté.
Salgo de la casa y aun sigue lloviendo.
Por favor que este bien...
Pienso primero a donde ir a buscarla, podria gritar por todo el vecindario e ir tocando de puerta en puerta las casas de mis vecinos.
Miro hacia mi izquiera y veo la casa enorme de Elahia, ¿no sera que el...? Intento enfocar mi vista y noto que esta su auto.
Ese maldito...
Corro hacia su puerta y toco con impaciencia.
—¡Elahia! Abreme la puerta! ¿¡Esta Sana contigo!?
No hay respuesta, carajo.
—¡Elahia, abre la maldita puerta!
Tampoco hay respuesta.
Editado: 29.04.2022