Cruzando miradas

Capítulo 1

CAPÍTULO 1

Aria

Me desperté cuando me sonó la alarma y mi madre gritó para que la parara porque llevaba cinco minutos sonando a todo volumen.

—¡Aria! ¡Despierta ya y para la alarma! —dijo gritando desde el comedor de la planta de abajo.

Me puse la almohada en las orejas para no escuchar la alarma, no me quería levantar de la cama para ir hasta el escritorio que estaba en la otra punta. Pare la alarma después de dos minutos intentando dormir, de nuevo. Baje al comedor donde mi madre estaba haciendo yoga en su esterilla color gris de siempre.

—Ya era hora de que despertaras —dijo sin mirarme.

—Buenos días a ti también.

—Tienes el desayuno en la mesa.

—Gracias, pero ya había quedado para ir a desayunar con Luck.

Subí a mi habitación, cuando llegué lo primero que hice fue abrir el armario y coger un vestido rosa que tengo desde el verano pasado. Me lo puse y fui al espejo que hay al lado de la ventana, subí la cortina y vi la casa de Alex. Estaba en su habitación con Rosy como no. Me puse delante del espejo y me tomé una foto. Cuando me senté en la cama, me llegó un mensaje de Luck.

Mi chico

—Estoy abajo.

—Ahora voy.

Cogí el bolso y bajé rápidamente.

—¡Adiós Mamá!

—¡Adiós, pásalo bien!

Salí por la puerta principal y vi el coche de Luck. Voy hacia él.

—Buenos días, estás preciosa —me dijo besándome.

—Buenos días, tú también.

—¿Vamos al coffee café de la calle principal?

—¡Vale!

Llegamos a la cafetería y nos sentamos fuera como todas las veces que vamos allí a desayunar. Hoy no había mucha gente, normalmente suele estar bastante llena. Llegó la camarera y pedimos. Yo me pedí lo mismo de siempre, un bocadillo de jamón y un café, y Luck pidió un donut y un zumo de naranja.

1

—¿Qué tal llevas el inicio de las clases? —me preguntó poco interesado.

—Pues bien, matemáticas lo llevó un poco mal, pero voy muy bien en todo lo demás. ¿Y tú?

—Yo… Yo bien, la semana que viene jugamos con el equipo. ¿Vendrás?

—Sí, supongo, si no hay ningún examen.

—Por una vez que te saltes el estudiar por unas horas no pasa nada, y habrá fiesta después, por la noche, en la casa de la playa de Clarie.

—Ya, bueno, pero ya sabes como es mi madre con esto de no estudiar e irme.

—Bueno, seguro que yo la convenzo —dijo con una sonrisa.

Acabamos de desayunar y Luck me lleva de vuelta a casa. Me despido de él dándole un beso. Entró por la puerta principal y voy al comedor que conecta con la cocina, dejo el bolso en el sofá y me siento en un taburete de la isla, saco el móvil para ver redes y de reojo veo que hay una nota en la nevera. Me acerco. Es de mi madre.

“He ido a hacer unos recados, no me esperes para comer, la comida está en el horno. Que aproveche :). “

<<Mi madre nunca se va sin avisar, ¡qué raro!, supongo que tendría cosas que hacer. Para no comer sola le digo a Clarie, mi amiga desde pequeña, si quiere venir a comer.>>

♡ Clarie ♡

—¡Bonita!, ¿te vienes a comer con tu amiga de toda la vida?

—Claro que sí, estoy ahí en 10 minutos ;).

Mientras Clarie viene, subí a mi habitación para hacer la cama y recoger un poco. Acabé de recoger cuando sonó el timbre. Baje las escaleras para abrir, y me encontré a Diana, la madre de Alex.

—Buenos días, Diana.

—Buenos días. ¿Está tu madre?, Aria.

—No, ha salido hace un rato.

—Vale, dile que vaya a mi casa cuando llegue, dile que es por trabajo.

—Vale, cuando venga se lo digo.

Cerré y estaba a punto de subir cuando sonó otra vez el timbre. Esta vez cuando abrí sí que es Clarie.

—Ya está aquí tu amiga —dijo alegremente—He traído una botella de coca cola y bombones para después.

—¿Son mis favoritos?

2

—¡Claro!

Comimos pollo al horno que había hecho mi madre antes de irse. Pasamos la tarde hablando sobre diferentes temas interesantes, nos hacemos una mascarilla en la cara y cuando tengo oportunidad saco el tema de la fiesta.

—Oye, ¡no me habías dicho nada de la fiesta!

—Ya, es que aún no le he dicho nada a Buck de sí la podemos hacer. ¿Cómo te has enterado?

—A mí me lo ha dicho Luck. Dicen que la van a hacer en tu casa de la playa.

—Sí, eso estaba pendiente, pero si mi madre no me la deja no la podremos hacer.

—Si no la podemos hacer en otro sitio, no importa el lugar de una buena fiesta.




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