Es hora del almuerzo, yo estoy en el curso terminando de recoger mis cosas. Lo veo entrar al salón, pero yo sigo haciendo lo que estaba haciendo pues no quería que se diera cuenta de que lo había visto.
—Stheisy —lo escucho decir.
— ¿Qué quieres Travis? —Pregunto desinteresada mientras me pongo mi mochila.
— ¿Qué te pasa? Por favor dime qué ocurre —se acerca a mí.
— ¿No sabes qué ocurre?, se supone que debes de saberlo Travis —Lo miro.
—No Stheisy, no lo sé por eso estoy aquí porque quiero que me lo digas, ya no quiero que estés más así conmigo, quiero arreglar las cosas y que hablemos como siempre.
—Suelto un suspiro—. Me dejaste sola, Travis. Me dejaste allí tirada, me llevaron a la dirección y me castigaron, ahora me tengo que quedar después de clases aquí ordenando los asientos de todos los cursos del edificio. Si te hubieras quedado conmigo no hubieran castigado a los dos y hubiéramos terminado antes. No, pero preferiste irte y dejarme con tremendo problemón y aparte tuve que aguantarme las burlas del grupo de segundo, para terminar.
—Sí Stheisy, sé que estuvo mal que no te dijera. Lo que pasó fue que cuando iba con ustedes una profesora me haló y me dijo que la ayudara con unos libros para levarlos al salón de maestros. El profesor Emilio estaba allí y me vio con los libros y pensó que estaba ayudando a la profesora en eso. Cuando los puse en su lugar él me dijo que me fuera al curso y por eso estoy aquí, no podía salirme e irme para donde ti porque unos minutos después él llegó al salón y no me dejó salir. Intenté decirle que me dejara porque te habías quedado, pero él no quiso, parece que alguien estaba comentando de que te habían llevado a la dirección y él lo escuchó. Por eso no me dejó salir. Pero de verdad Stheisy, traté de ir y avisarte y de todo, pero no pude él no me dejó y sabes que estamos caliente con él por el día que te llamó la atención. Perdóname, sé que todo esto fue mi culpa —Agacha la cabeza.
—Está bien, de ser así no tenemos problemas —le sonrió.
De seguro era así, digo él no tiene por qué mentirme, si algo no es no me dirá que es, eso es algo que me gusta mucho de él. Puedo confiar en lo que me dice, puedo creer en sus palabras porque son honestas. Nunca lo he cachado mintiéndome, a la verdad nunca he sentido esa sensación de duda. Si me ha mentido no quiero saberlo porque creo en lo que me dice y no quiero dudar de él. No quiero imaginar que me miente, no quiero saberlo, no me interesa saber ese tipo de cosas. Haya él si me miente y se arriesga a que me entere de la verdad.
Los dos salimos del curso juntos. Caminaos por el camino para dirigirnos a la misma banca de todos los días. Los chicos que estaban allí empiezan a mirarnos de una manera muy extraña, ellos empezaron a murmurar y a decir cosas entre ellos. Yo miro a Travis preguntadome por qué me miraban así y por qué a él también. Llegando al patio veo a Tamara quien se apresura en acercarse a mí.
—Stheisy, escuché que te llevaron a la dirección ¿Qué pasó? —Pregunta preocupada.
Vaya, vaya, era justo y necesario de que mi hermana empezara a preocuparse un poquito por mí, ya que su mundo giraba en torno a Alejandro. Que rareza que no andaba con él o que no estuviera con él en ese momento, seguro me vio y salió corriendo hacia a mí.
—Solo fue que no entré a una clase, el profesor lo reportó cuando pasó lista y me llevaron a la dirección. Solo fue eso, no sé por qué tanto alboroto por nada. Creo que no soy la primera que llevan a allí, digo, es cierto que aquí no pasa nada, pero no puedo creer que sea la única que faltó a una clase.
— ¿Y qué te dijo?
—Tengo que quedarme por toda una semana ordenando los asientos de todos los cursos del edificio después de salida.
—Mmm… ¿No es un poco extremo ese casito?
—Yo pensé en lo mismo, pero bien, lo haré sin problemas, en casa no tengo mucho que hacer así que no importa quedarme unas horas aquí. Para mí no es tanto problemas. Menos mal que Alejandro te va a acompañar a casa, así no te vas sola.
—Bueno, eso es verdad, pero bien. Que bueno que solo fue eso.
—Espera, ¿Por eso que pasó es que todos me miran tan extraño? —Pregunto sorprendida.
—Sí, todos creen que fue porque te encontraron con alguien en la cancha.
— ¿Qué le pasa a esta gente? ¿Qué se creen? No pueden ir por la vida creyendo que saben de nuestras vidas más que nosotros mismos. Por eso es que están así, por eso es que todos me mira de esa manera. No soy un bicho raro, están creyendo en cosas que no van al caso eso es ridículo —mi cara de enojo al decirlo, ella nota que estoy muy enfadada.