¿cuál es la realidad?

Capítulo 36

 

Me quedé allí parada, tenía dos meses sin saber de mi hermana, de mi madre, ni de lo que le pasó a Travis ahora él se me aparece y me dice todo esto. ¿Realmente eso era un espíritu?, no lo sentí así. Algo muy malo estaba pasando y no me estaba dando cuenta de lo tan importante que era hasta ahora, realmente estaba asustada, no sabía cómo podía ayudar a mi familia con todo esto. No sé qué molestaba más, sí que me arriesgué y estoy cumpliendo por algo que al final se dio de todos modos. Que mi hermana esté mal o que mi madre me esté mintiendo y a todos los demás, no sé qué pretende, no sé qué intenta hacer, ¿Cuál es su juego?

Me qué allí sentada en medio de mis preguntas y mis confesiones. Siento que alguien me toca.

— ¡Déjame en paz! —Grite golpeando su mano.

—Perdón —lo escuché decir.

Miré hacia arriba y vi a Robert caminando hacia la puerta.

—No, espera —me puse de pie y salí corriendo hacia él.

Él se detiene y se da medie vuelta hacia a mí.

—Discúlpame a mí, es que estaba en mi mente y de haber sabido que eras tú no lo había hecho… —trato de recuperar el aliento—. Por favor perdóname.

—Él me mira y me regala una media sonrisa—. No hay problema.

—Ven, estoy sola, no sé dónde están las chicas —lo invité a pasar.

—Ja, tus dichosas amigas —lo escuché decir en voz baja.

— ¿Qué? ¿Qué ocurre con ellas? —Me detengo y lo veo.

— ¿No te sientes sola aquí? —Preguntó mirando mis oscuros ojos.

—Sí a veces, pero son cosas que con el tiempo te vas acostumbrando, ¿A qué viene esa pregunta?

—Solo sentí curiosidad. Vaya, aquí es mucho más pequeño y ordenado que en donde estoy —Dice paseando su vista por la sala.

—Sí, contigo están muchas personas, realmente son muchas.

—Sí imagínate, últimamente andan muchos locos en la calle —camina por el sofá.

— ¿Eso quiere decir…? —Me acerco a él.

—Que hay muchos como nosotros allá afuera y que solo algunos buscan estar mejor —se acuesta en el sofá.

—Sí, pero bien… —Me siento al lado de su abdomen.

—Qué bueno que los que están aquí es porque tomaron la decisión de estar mejor —Mira hacia el techo.

—No todos —digo viendo mis manos sobre mi regazo.

— ¿Cómo? —Me mira.

—Yo lo miro y nuestras miradas se encuentran en ese momento —sí —vuelvo la vista a mis manos—. Yo no quería estar aquí, prefería estar en prisión que venir a este lugar —mira a mi alrededor.

— ¿Por qué estás aquí? —Me pregunta mientras me mira.

—Yo y un amigo incendiamos un salón de clases, había personas ahí y nosotros lo sabíamos y aun así lo hicimos. Llamaron a la policía y me detuvieron, él murió dentro del salón de clases cuando una pared colapso y se quemó allí dentro, aun no comprendo su muerte porque no sé bien como pasaron las cosas, a mí me sacaron de allí y no me di cuenta si él seguía arriba. Yo tengo esquizofrenia y mi madre se agarró de eso para que me metieran en este lugar, que en realidad no está tan mal como pensé que sería. Si las cosas estuvieran bien en mi casa, me quedaría aquí, pero no puedo, tengo que cumplir el tiempo que tengo que cumplir aquí y cuando salga arreglar todo.

—Pero, ¿Qué está ocurriendo? —Pregunta él interesado.

—Mi hermana está mal, no sé qué es lo que tiene, pero lo sé. Mi madre se la ha pasado mintiendo una y otra vez y necesito que me explique qué es lo que ocurre. Necesito enfrentarla y que me de una explicación de lo que está pasando.

Él me mira como si fuera un completa desquiciada, sé que estoy un poquito desequilibrada, pero no era para tanto.

— ¿Por qué me miras así? —Pregunté indignada.

— ¿Qué tanto sabes de tus compañeras? —Escuché que me preguntó.



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En el texto hay: mentiras, psiquiatra, enfermedad mental

Editado: 02.02.2019

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