¿cuál es mi Príncipe Azul?

No queda nada

Pasaron semanas y no lo volví a ver, hasta que un día me arme de valor y fui a su local para preguntar por él, pero resulta que había dejado de trabajar en ese lugar un par de días antes....demonios por qué no me atreví a ir antes, perdí mi única oportunidad.
Mi corazón se estaba rompiendo en mil pedazos, mientras que el sujeto del local me miraba con cara de "y a esta que le pasa?".

Luego mi vida se volvió monótona, el dinero que ganaba en el local de comida rápida ya no era suficiente y si quería entrar a estudiar en la universidad tendría que pensar en algo un poco mejor, no digo muuucho mejor, porque sabía que mis cualidades y referencias no serian las más valoradas por el mercado.

Mi jefa cada vez era más insoportable, si no hubiera estado con la "gordis"- mi amiga del trabajo. Le decía gordis por cariño, estaba embarazada y le sentaba bien- ella era todo lo que me mantenía en ese lugar, sabía que si renunciaba, ella quedaría destrozada, así que idee un plan el cual no resultó, puesto que es más inteligente que yo.

Estaba en un turno de noche, un día viernes cuando lo único que quieres es terminar rápido porque o tienes una fiesta esperándote o el final del libro mas romántico de la vida.
De acuerdo lo admito soy una romántica empedernida y una loser. , en fin cuando estaba a punto de cerrar y sacar las fuentes con comida, se acerca una pareja de no más de dieciséis años, con sus brazos entrelazados, que hasta mi me costó entender como era que caminaban sin tropezar el uno con el otro.

Se acercaron al mostrador y yo comencé a contar hasta diez para no saltar y estrangularlos, en mi cabeza se escuchaban mis palabras - "Espera por mi Christian no dejes de amarme y no sueltes a Ángela en el vacío mundo de ángeles en el que vive"- reconozco que a veces, sólo a veces me sumerjo en el mundo caótico y romántico de los personajes, los psicólogos lo llamarías trastorno de personalidades, esa que los actores sufren de vez en cuando.

No sé en qué momento mi jefa se percato de la presencia de estos seres sin vida propia, y me dice con su voz maltrecha y herida por la discusión latente con su ahora ex-novio, creo que jamás lo superó.

- Nicole, los atiendes a ellos, limpias todo y terminas de cerrar - fueron las palabras más crueles que había oído en mi vida, junto con las de mi madre cuando me confiesa que no podrá pagar mis estudios universitarios. Recordar mi miserable pobreza hizo que me enfadara aun mas, así que miré a los sujetos con cara de pocos amigos y de forma muy, pero muy amiga/grosera y les digo:

- Deben escoger sólo lo que queda en el lineal de comida, no queda nada de comida que aparece en los letreros - ven facilísimo, hasta un perro entendería lo que acabo de decir, pero noooo.

Primero fue la chica, levanta la cabeza hacia los letreros donde aparecen los menús, que obviamente no quedan por que son las maldita 9 de la noche, y dice muy coquetamente.

- Ehhhee.. voy a querer la chorrillana, te tinca esa mi amor- el joven le contesta con una sonrisa de sí mi amor, lo que tú quieras- creo que queremos esa de ahí-y me señala el letrero.

Mi cara cayo tres metros al suelo, tomo aire muy despacio y levanto la ceja de forma irónica, mi rostro tiene que haber tomado una forma muy intimidante, por que los dos se quedaron esperando con susto en sus caras mi respuesta. Con los dientes apretados y una vena asomándose en mi cuello les repetí.

- Deben escoger sólo lo que queda en el lineal de comida, NO QUEDA NADA de lo que hay en los letreros- pensé y ese fue mi gran error, que por fin entendieron el mensaje oculto entre líneas "pidan luego, que me quiero ir a llorar junto a Ángela por el amor de Christian".

Entonces esta vez fue el sujeto, por ser el hombre debía enfrentar la situación tensa de estar frente a una lunática con cara de perro con rabia. Cuando veo que su cabeza comienza a deslizarse hacia los letreros nuevamente, fue ahí cuando mi paciencia explotó y lo escucho decir.

- Y si pedimos el pollo con papas fritas- el cual no existía en el lineal, a menos que ellos vieran cosas que yo no.

Mis neuronas explotaron, mi paciencia hermosa no soporto ver y escuchar tanta estupidez junta, contar hasta diez ya no fue suficiente y con una cordial sonrisa, con las palabras arrastrándose entre mis dientes les dije.

- Ven un pollo con papas acá??- señalando el lineal de comida donde solo quedaban unas pechugas de pollo a la plancha resecos, un arroz duro por estar todo el día sumido en calor, y también unas pocas de lechugas algo cafés, me miran, se miran y me contestan al unisonó con mucho miedo

-Ehhh no?".

- Entonces no hay, no me queda ni una mierda de arriba, sólo lo que está muerto aquí- mostrándoles las bandejas con comida.

Muy asustados y algo confundidos, deciden caminar y pasar al local de al lado, "les deseo buena suerte, la chica que atiende ahí está más loca que yo, pero por cuatro". No lo dije en voz alta, pero lo pensé.

Con un andar victorioso, después de mi gran contienda, tropiezo de frente con una pared de brazos cruzados y cara de gorila estrangulado, cuando creí que había salido invicta y mi día terminaba con un final feliz, mi jefa se acerca a mi diciendo que escuchó toda la "conversación" que tuve con los clientes.

Trate de rebatir y salirme del desastre que yo misma había creado, definitivamente después de esto no tendré buenas referencias para encontrar un trabajo un poco mejor. Para resumir mi desgracia fui despedida de forma cordial, pero sin derecho a nada.

 




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