¿cuál es mi Príncipe Azul?

Desastre de Beso

Cuando por fin logré entender la situación y analizar las palabras de Nino..."harás todo lo que te diga... y seras mía", me di cuenta de que estaba cometiendo una locura, obviamente lo supe desde el primer momento en que la idea se deslizo por mi mente, pero esta vez si era total y realmente una locura.

Nino era ya un tipo experimentado en cuanto a relaciones de pareja, había salido con muchas chicas de la escuela, incluso mayores que él, en cambio yo aun no daba mi primer beso, a mis 18 aun sin haber besado a nadie.

En los días siguientes nada había cambiado, Nino me ignoro como de costumbre hasta que al terminar la semana y cuando estábamos de camino a nuestras casa se me acerca por la espalda y me susurra en el oído.

- Te pasare a buscar a tu casa el sábado a las 8, vamos a una fiesta... estate lista OK...no me gusta esperar.

 Y este qué se tragó, no me habla durante toda la semana y de la nada pretende que lo siga, estará de locos...

- Pero....Qué me debo poner? le respondo...- Paff ...mi boca fue mas rápida que mi mente.

- Da lo mismo, nadie se fijara en ti de todas maneras.

No le dije nada, por que realmente nada podía decir a eso, me arregle lo mejor que pude, me coloque unos jeans ajustados, una camiseta y una chaqueta de gabardina, hice el mejor esfuerzo en maquillarme y domar mi cabello, el cual termino en una trenza.

Cuando Nino llego para recogerme, me pareció por un instante muy pequeño que me observo de pies a cabeza asintiendo con la mirada, parece que tan mal no lo hice. Llegamos a  la fiesta y todo el mundo se dio vuelta a mirarnos, entramos tomados de las manos y antes de llegar donde todos estaban reunidos, Nino me rodea la cintura y me tira con fuerza hacia él, me toma el rostro con una mano y me besa como tratando de comer mis labios.

Oh dios mio!!!.....mi primer beso, no podía creer que mi primer beso había sido con el mas patán de los patanes y para colmo en el lugar menos romántico y poco elaborado del mundo.

Lo que le siguió después de eso y durante los 6 meses acordados no fue muy diferente, nos paseábamos cada tanto por la escuela de la mano, se sentaba algunos días a mi lado en el comedor y me obligaba a que asistiera a sus juegos de basquetbol, yo estudiaba con él después de clases, realizábamos todos los trabajos en grupo juntos y obviamente me tocaba realizar todos sus trabajos individuales.

Después de la fiesta no le permití que me volviera a besar, eso estaba fuera del trato y debo confesar que realmente me lastimo demasiado la forma tan superficial de entregar mi primer beso.

Mis compañeras dejaron de molestarme, incluso algunas trataron de acercase a mi para conversar, pero solo era por el interés de saber qué había ocurrido conmigo y con Nino, como de la nada terminamos siendo novios.

Cuando por fin hubo terminado el año nos despedimos con un apretón de manos, mis felicitaciones por pasar de curso y acordamos que la farsa se terminaría con la historia de que yo decidí romper el compromiso, al año siguiente todo volvió a la normalidad o casi, Nino me molestaba mucho mas, me perseguía ahí donde fuera, siempre me gritaba sobrenombres para que los demás lo escucharan, cada vez que volteaba estaba mirándome fijamente como si estuviera a punto de atacarme o gritarme algo en la cara, por supuesto yo lo ignoraba y así fue hasta el día en que nos graduamos.

 




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