Cuando a mi vida llegó

Segunda Guerra Mundial |Miedo como arma mortal |


 

"El miedo puede significar muchas cosas y en la mayoría de las veces esos significados son muy peligrosas.

Las actividades de las personas dentro de trabajos sumamente importantes o mejor dicho de cargos de mucha importancia en eventos como en la SGM son casos de extremo cuidado. Los pasos que hagas son los que pueden dictar tu futuro, no puedes solo dar una orden sin haber examinado cada uno de los detalles (en este caso enemigos, aliados, debilidades y las fortalezas)

No se puede actuar sin necesidad de análisis detallado, no se puede actuar si tienes miedo o si única preocupación es un triunfo.

Los muertos obtenidos en esta SGM son el resultado causante de un miedo primero o superior. El no ser vencedor de esta guerra."

─ ¿Y bien? ─ pregunto mirándolo con un poco de ansiedad.

─Me parece bien solo hay que definir un poco más lo que es la idea del miedo. ─ dice y me mira─ Complementarla con un poco más de esa información que hemos estado investigando.

Miro las montañas de papel que se encuentran en mi escritorio y siento frustración en este momento de saber que hay que leer todo eso nuevamente.

─No creo poder más por hoy, mi cabeza no da para más Abraham.

─Pienso lo mismo─ dice y deja su libreta a un lado de mi computadora de escritorio.

Se levanta de la silla y cierra la ventana junto con las cortinas de mi habitación, lo miro extrañada y toma algo de su mochila.

"Anda levántate de esa silla y vamos fuera de esta casa.

─ ¿A dónde iremos? ─ digo levantándome de la silla y dirigiéndome a hacia él ─ tenemos cosas que terminar y es lo más difícil.

─Si, lo sé pero aún tenemos mucho tiempo y vamos muy adelantados─ dice y se aleja de mi para ir hacia la puerta de mi cuarto─, vayamos por un helado no hace mal de vez en cuando uno.

─Está bien.

***

─Este es un auto muy lujoso─ digo viendo todo dentro de este, es lujoso hasta en su tapicería y vaya que me deja con la boca abierta. ─ ¿En verdad es tuyo?

─Si, es mío Noa.

─ ¡Vaya!

Cuando llegamos veo que es un lugar muy colorido y este se mira un poco lleno y creo que es perfecto, no creo estar segura de querer estar en medio de mucha gente.

El lugar es muy bello y tiene grandes ventanas, justo el tipo de lugar que me gusta. Veo a Abraham en la fila en espera de poder ordenar nuestros helados, dejo de mirarlo para ver mi celular y eso me desconecta un poco del mundo.

─Helado de extra chocolate para la linda dama─ escucho a un muy efusivo Abraham─, que tengo el placer sea mi acompañante hoy.

Ruedo los ojos y sonrió un poco para darle las gracias. Toma asiento en la silla que se encuentra en frente mío y comenzamos a comer nuestros helados.

─ ¿De qué has pedido el tuyo? ─ digo y veo su cartera en la mesa lo que me recuerda que debo pagarle por el mío. ─ ¿Cuándo ha costado el helado? Debo pagártelo.

─ No hay problema. ─ dice haciendo un movimiento con la mano para restarle importancia─ Yo invito, y respondiendo a tu pregunta es de Chocolate y oreo. ¡Mmm...!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.