Cuando Amar no es suficiente

10. Destellos de Algo Nuevo

El reloj marcaba las 9:15 cuando Daniel y Leo salieron de la cafetería. El sol ya iluminaba las calles, y el aire matutino tenía ese frescor efímero que desaparecía con las primeras horas del día. Daniel metió las manos en los bolsillos de su chaqueta mientras caminaban sin rumbo fijo.

—Entonces… ¿qué opinas de Natalia? —preguntó Leo con una sonrisa traviesa.

Daniel lo miró de reojo.

—¿Por qué lo preguntas?

—Porque la vi. Y vi cómo te miró.

Daniel bufó.

—Solo me saludó.

—Claro, y yo soy astronauta.

Daniel negó con la cabeza, pero por primera vez en días, la conversación no le pesaba.

Llegaron al parque central, donde un grupo de niños jugaba en los columpios y algunas personas paseaban a sus perros. Se sentaron en una banca, observando el movimiento del mundo.

—¿Sabes qué me di cuenta? —dijo Daniel, después de un rato.

—¿Que el café de esta ciudad es carísimo?

Daniel sonrió.

—Que pasé demasiado tiempo persiguiendo algo que nunca fue real.

Leo asintió lentamente.

—A veces uno se aferra a la idea de alguien más que a la persona en sí.

Daniel miró hacia el cielo.

—Tal vez es hora de dejar de pensar en lo que fue y empezar a pensar en lo que viene.

Leo levantó una ceja.

—Wow. Eso fue profundo.

—No siempre puedo ser un desastre emocional.

Leo se echó a reír.

Unos pasos se acercaron.

—Hey.

Daniel levantó la mirada.

Natalia estaba ahí, con su cabello recogido en una coleta y una chaqueta de mezclilla.

—¿Nos sigues? —bromeó Leo.

—No es mi culpa que siempre estén en los mismos lugares.

Daniel sonrió levemente.

—¿Qué haces aquí?

Natalia se encogió de hombros.

—Nada en especial. Pero si no tienen planes… hay una galería de arte nueva a unas cuadras. Podría ser interesante.

Daniel la miró por un segundo.

Antes, su respuesta habría sido automática: “No, Sofía no es fan del arte.”

Pero Sofía ya no estaba.

Y por primera vez, eso no le dolió tanto.

—Vamos.

Leo los miró con una expresión divertida.

—Vaya, esto sí que es desarrollo de personaje.

Se levantaron de la banca y comenzaron a caminar.

El día apenas comenzaba.

Y tal vez, solo tal vez, algo nuevo también.




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