Cuando Cae la noche

Capítulo 6

CAPÍTULO 6

 

Después de explicar todo lo que había ocurrido a su hermana que aún estaba en shock por la muerte de sus compañeros. Decidió marcharse a casa en el trayecto a casa no paraban de repetirse en su cabeza las imágenes de los disparos y como ese chico no tenía ningún daño.

Por si fuera poco parece que era cierto todo lo que le había contado y estaba realmente preocupado por hacer daño a la gente que quería.  Su cuerpo estaba totalmente agarrotado y solo quería tomar una ducha caliente y descansar.

Aparcó el coche y cuando estaba por entrar en casa vio que había luces encendidas en su casa como si alguien estuviera dentro de ella. Cogió una piedra grande. Entró en su casa y en efecto alguien estaba en la cocina, estaba de espaldas y se podía distinguir que era un hombre.

Se abalanzó sobre él lo giró y cuando estaba por darle con la piedra, los gritos de asombro y ver quién era le volvieron a la realidad.

-¡Que haces!- gritó exaltado el chico.

- ¡Thiago!- exclamó el periodista.

 

Era un joven de 34 años, de complexión gruesa, pelo negro y corto. Vestía con un chándal de marca y unas zapatillas blancas.

-¡Joder que susto!.  ¡Me he cagado encima!. Vaya manera de recibir a tu mejor amigo- dijo Thiago.

- ¡Lo siento!

- ¡He visto las noticias y quería ver como estabas!.

- ¡Han pasado cosas increíbles!

- ¡Sí lo del asesino en serie!. ¡Es una flipada!

Sergio sin mediar palabra se abrazó con su amigo.

-¡Me alegro de que estés aquí!.

 

Al mismo tiempo Jimena estaba temblando en el despacho de Alejandro Calvo. Él le había dado un té.

-¿Te encuentras bien?- preguntó

- ¡Le habían seccionado la yugular!- comentó horrorizada.

El hombre desconectó las cámaras y se puso delante de la hermana con cara muy seria.

-¿Por qué has desconectado las cámaras?.

- Jimena tengo que hablarte de algo. ¡Pero nadie tiene que enterarse!.

- ¿Qué ocurre?- preguntó contrariada.

El jefe empezó a contar que había cosas que escapaban al entendimiento. Pero que eran reales. Y aquel que estaba matando a sus compañeros no era humano. Al escuchar las palabras del hombre su cara cambió.

Él le explicó que su hermano no estaba desencaminado al ponerle el apodo que le había dado al asesino. Que realmente se enfrentaban  a un “ser de la noche” que se alimentaba de sangre.

-¿Qué me estás diciendo?- cuestionó las palabras de su jefe.

- Parece una locura, sin embargo, te puedo asegurar que es así. Me temo que no es el único de su especie. Hace un tiempo tu padre y yo estábamos detrás de la persona oculta que llevaba una red de narcotráfico. Conseguimos dar en las sombras a ese hombre la cosa se complicó y tuvimos que dispararle, pero  las balas no le hacían nada.

-¡Llevaría chaleco antibalas!- contestó ella

- ¡Le disparamos en la cabeza!. Uno a uno los agentes que se enfrentaron murieron. Solo quedamos tu padre y yo no obstante no podíamos hacer nada. No era un hombre. ¡Era bestia!. Un ser sobrenatural que arrasó con todo. Cuando estábamos por morir apareció un hombre llamado Saúl y mató al ser ese monstruoso clavándole una estaca en el corazón- mientras lo contaba miraba al suelo.

- ¿Cómo es posible?

-Él nos explicó todo lo que había detrás de ese monstruo que nos había atacado. No podíamos creerlo, no obstante estaba claro que lo que ocurrió no era normal. Nos enseñó a defendernos si volvía a ocurrir. ¡He estado ocultando esto mucho tiempo!.  Después de lo que ha ocurrido, me veo en la necesidad de enseñarte como me enseñaron a mí.  ¿Estás preparada?.

Jimena se quedó mirando los ojos de Alejandro todo lo que le había contado parecía una broma. Sin embargo, la mirada de su jefe era seria y penetrante podía notar que hablaba seriamente lo conocía demasiado bien.

 

Mientras tanto Sergio se estaba tomando unas copas con su amigo y le explicaba todo lo que había sucedido.

-¿Estás seguro de que no te has pasado con los porros?- preguntó Thiago

- ¡Te aseguro que no he fumado ninguno!- exclamó.

-¡Joder!.  A ver tómatelo por el lado bueno. ¡Siempre serás joven!- dijo burlón.

-¡No estoy de coña!. ¡Sé lo que he visto!- rebatió el periodista.

- ¡Te cubriré puedo trabajar desde aquí!. Y no te dejaré ni a sol ni a sombra para que puedas controlarte.

- ¿Y tu trabajo?

- Soy el hijo del dueño de la empresa. ¡No pasa nada!.¡Además esta es mi casa!.

-¡Te agradezco mucho que me la dejaras y que me ayudes!. No se lo ha dicho a nadie. ¡Eres la única persona en que puedo confiar!.

- ¿Ni siquiera a Jimena?

- No quiero meterla en estos líos.

- ¿Y si la atacan?.

- ¡La protegeré!.

-  ¿Cómo se encuentra?.

- Está conmocionada por lo de los asesinatos.

-¿Crees que la debería llamar?

- ¡Es verdad no me acordaba que estás enamorado de ella desde que éramos niños!. Supongo que le agradaría.

 

En esos instantes Alejandro y Jimena estaban a las afueras de la ciudad, entonces sonó el teléfono de ella. Era Thiago preguntándole como se encontraba, hablaron 3 minutos, pero ella se le despidió quedando al día siguiente para comer,  cuando llegaron varios coches donde se encontraban ellos. De los automóviles bajaron hombres y mujeres.

-¡Bienvenida al grupo 9!- gritó Alejandro

 

CONTINUARÁ   

   

 

 

 

 

 

 



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En el texto hay: asesinatos, romance, intriga misterio

Editado: 01.01.2022

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