Aquella mañana era tan radiante, el sol brillaba fulgente con intensidad, por desgracia Ivar he
Isabela ya no estaban solos, Samanta y Camila habían ido a saludar, haciendo el
ambiente un poco incómodo.
—¡Hola chicos! Qué sorpresa encontrarlos juntos, veo que ya se hicieron amigos, qué
bueno. —Camila se sienta aun lado de Isabela y se recarga en su hombro.
—¡Ivar! Escuché que Camila y tú sacaron la nota más alta del examen, harían una
buena pareja jajaja, los dos tienen cerebros sexys. —expone Samanta con una gran
sonrisa. —por cierto, Isa, tu sacaste un siete ¿No es una nota muy baja para una
becaria? Digo, deberías esforzarte más, si no consigues una beca para la universidad
te quedaras sin estudiar, no creo que el sueldo de tu madre pueda cubrir las costosas
colegiaturas de la academia de arte a la que quieres ir.
—Me estoy esforzando, el profesor Cha, me aplicará otro examen para subir mi
calificación. —responde Isabela avergonzada.
—¿Quién no tiene para pagar una simple mensualidad? —expresa Samanta de forma
despectiva tratando de humillar a Isabela delante de Ivar.
—Isabela, pero ya escuchaste, se está esforzando ¿no es así amiga? —responde
Camila mientras le acaricia el cabello.
El rostro de Isabela cambia de color, realmente está avergonzada y muy incómoda y en
eso, Ivar se pone de pie.
—¿Eres becada? Le pregunta Ivar a Isabela. —¡Guao! ¡Sí que eres inteligente! Es fácil
estudiar en este tipo de escuela para los que estamos acomodados de alguna forma,
pero es admirable que por tu cuenta estés aquí, creo que por eso me caes bien, no
eres como otras personas que todo lo tienen gratis, o que sacan un diez por copiar en
los exámenes, no solo eres linda, sino que también muy inteligente. —dice Ivar
mientras le pellizca la mejilla con suavidad a Isabela.
Ivar se mete al salón de clases dejando a Samanta y Camila estupefactas, Isabela por
su parte se sentía defendida, un sentimiento que hace mucho quería experimentar.
—¿Qué le pasa a ese idiota? —pregunta Samanta enojada.
—Vámonos, la clase está por comenzar. —dice Camila con seriedad.
¿Qué fue eso? ¿Me defendió delante de ellas? —se pregunta Isabela en sus adentros,
por un momento creyó que Ivar se avergonzaría de ella o que al enterarse de que era
becada se haría a un lado, pero no fue así, el chico nuevo parecía ser más noble de lo
que se veía y esta acción hizo que Isabela sintiera afecto por él.
Isabela se sentó dos asientos atrás de Ivar y durante toda la clase no dejo de
contemplarlo.
El tiempo en la escuela transcurría y en un abrir y cerrar de ojos la hora del almuerzo
llegó, Isabela y sus amigas almorzaban en el mismo sitio, en la mejor mesa de la
cafetería, la que tenía vista a los jardines, todas actuaban como si nada, de hecho,
cada que hacían sentir mal a Isabela actuaban como si nada, sin importarles el daño
que hubieran hecho, aunque Samanta era quien agredía más a Isa, Camila la mayoría
de las veces tenía una actitud pasivo agresiva.
—La comida de este lugar apesta, no sirven nada bueno. —expone Camila en forma de
queja.
—¿Quieres mi sándwich? es de pavo, está delicioso. —le ofrece Isa con deseo de
hacerla feliz.
—Te ofrecería mi ensalada, pero está igual de horrible que tu comida. —exclama
Samanta asqueada.
—No, gracias, mejor compremos algo frio de la expendedora y vallamos a ver a los
chicos jugar básquet.
En otro tiempo Isabela buscaría cualquier excusa para no acompañarlas por el simple
hecho de no encontrase con Brayan, pero tenía un gran deseo de ver a Ivar,
probablemente estaba ahí ya que amaba el deporte.
—Vamos, aprovechemos que después del receso tenemos una hora libre, gracias al
cielo la señorita Miranda se rompió la pierna.
Ser popular tenía sus beneficios, era como ser una celebridad en la escuela, los chicos
del instituto morían por estas tres amigas, constantemente recibían declaraciones de
amor, cartas, flores y regalos, además siempre recibían un trato especial por ser lindas,
eran las reinas de la preparatoria, cuando Isabela llegó al instituto Camila y Samanta ya
eran una sensación en la escuela, Camila principalmente era la chica más bonita del
lugar, todas las miradas eran para ella, incluso Brayan moría por salir con Camila y así
lo hicieron aunque solo por unos cuantos meses, después ella lo dejó por el novio que
tiene actualmente, pero todo cambio cuando Isabela llegó, su piel clara, sus ojos bellos,
su hermoso cabello, su amabilidad, pareciera que atrapó a todos con sus encantos, de
pronto el tema de conversación ya no eran Camila y Samanta, si no Isabela, algo
dentro de Camila se revolvió y sin conocerla desarrolló un sentimiento amargo hacia
Isabela, pero por alguna razón la incluyó en su grupo, la acogió y se convirtió en su
mejor amiga y desde entonces un sentimiento de continua competencia creció dentro
de Camila, no solo tienen el mismo sueño de ir a la academia de arte, si no que ahora
Isabela tiene algo que a su parecer no le pertenece, la atención de Ivar.
—¡Woo miren eso! ¡Brayan he Ivar están jugando en equipos diferentes! —Exclama
Samanta emocionada.
—Brayan es bueno en los deportes, pero por lo que vi ayer, Ivar no se queda atrás. —declara Camila interesada en el juego.
Isabela contempla el juego, Brayan es más grande, más fuerte y más tosco que Ivar, es
un tipo al que le gusta jugar sucio, en repetidas ocasiones comete faltas y golpea con el
hombro al chico nuevo, se supone que es un partido amistoso, pero se nota que