cuando cupido te odia

Desleal

El fin de semana había terminado, Isabela tenía la misma pregunta rondándole en la

cabeza ¿Por qué Camila le contó todo a su madre? Un nuevo día ha comenzado y hoy

la escuela de Isabela tendrá una celebración especial, el treintavo aniversario de su

colegio, solo por esta ocasión los alumnos pueden llevar ropa civil y disfrutar de las

diferentes comidas y actividades que los maestros ofrecerán para ellos, los padres de

familia tienen la costumbre de llevar deliciosos platillos para que incluso los maestros

puedan disfrutar, la madre de Isabela había olvidado por completo aquella actividad,

así que Isa se levantó muy de mañana a preparar unos deliciosos brownies.

—¡Ay por fin he terminado! Espero que les guste a todos. —manifiesta Isabela

cansada.

Isa por fin había llegado a la escuela y todo el lugar estaba decorado con papel de

colores y globos trasparentes con confeti adentro, se veía alegre el ambiente, ella

había decidido usar un pantalón de mezclilla, unas zapatillas y una blusa blanca de

tirantes, se sentía fresca, feliz de poder ver a su querido Ivar.

—Señorita Adams, buenos días. —dice el director con amabilidad.

—Buenos días.

—¿Su madre no pudo venir?

—No, su trabajo no se lo permite, pero se levantó temprano esta mañana hacer estos

deliciosos brownies. —expresa Isa con una sonrisa nerviosa.

—Me alegro, los otros padres de familia compran todo, ninguno se esfuerza, que bueno

que tu madre si lo hizo, se ven muy buenos. —el director le sonríe y se va dejándola

aliviada.

—Sí… se esforzó… —Isabela suspira profundamente y justo de tras de ella aparecen

Samanta y Brayan y la hacen saltar de un brinco después de que Brayan le dieras un

tirón en el cabello.

—¡Ay! ¿Cuál es tu problema? —expresa Isa molesta.

—Me enteré de que habías salido con el idiota de Ivar ¿No crees que eres una

hipócrita? Dices que no quieres un novio, pero te le resbalas al tipo nuevo jaja eres una

doble cara. —expresa Brayan mientras le aprieta el brazo con fuerza.

—¡Hey suéltame idiota!

—Isabela no me digas que tu mamá trajo estas cosas jaja, se ven asquerosos jajaja, si

no tenias dinero amiga me hubieras dicho y yo te habría prestado para comprar algo

decente.

—Esto es decente Samanta. —dice Isabela con voz seria.

—¿Enserio? ¿Por qué no los probamos? —Brayan agarra un gran pedazo con la mano

y le da una mordida para después escupirlo y después desase todos con las manos y

los tira al suelo para después pisotearlos.

—¡Ay Brayan! No era para tanto limpia ese cochinero jajaja. —Samanta se retuerce de

la risa, Isa por su parte tiene un nudo en la garganta, por más que quiso detenerlos no

era rival para la fuerza bruta de Brayan.

—¿Por qué?... —Isabela está a punto de romperse en llanto y añade llena de

indignación — ¿Por qué me tratan así?

—¿Vas a llorar? Pff, jaja solo es una broma, no seas dramática. —expone Samanta

con ganas de seguir su juego.

Isabela se encoge de hombros y agarra un recipiente de ensalada que estaba cerca y

se los avienta encima a Brayan y Samanta para entonces salir de ahí corriendo.

—¿Qué demonios? —grita Samanta indignada, mientras Brayan va tras Isa corriendo.

—¡Oye! Eso es lo menos que te mereces arpía. —dice Agnes llena de enojo.

Agnes era compañera de clase de ellos, una chica inteligente de lentes, de esas a las

que les llaman nerd, una chica con un hermoso corazón, por mucho tiempo ha estado

presenciando el maltrato que esos neandertales le dan a Isabela, no podían

comprender como una chica tan linda se podía dejar sobajar por ellos, más nunca se

había metido, ni siquiera les había dirigido la palabra, pues parecían seres

inalcanzables y hoy se da cuenta que solo son estúpidos, no solo ella se indignaba por

como eran estos chicos, también su amiga Darcy la representante de grupo, parecía

que les habían llegado al tope, no podían seguir de brazos cruzados.

—¿Qué dijiste escoria?

—¿Qué no escuchaste? ¿Aparte de sorda eres tonta? —grita Agnes furiosa.

—¡Maldita cuatro ojos! Te voy a enseñar cuál es tu lugar. —Samanta se le va encima a

Agnes, pero en eso, Camila llega y la detiene, agarrándola del brazo con dureza.

—¿Qué haces Samanta? —pregunta Isabela mientras la mira fijamente para

intimidarla.

—Camila…

En eso, Ivar llega a la escuela acompañado de su madre, lleva cargando la lasaña que

su madre ha preparado y se quedan sorprendidos al ver el alboroto.

—¿Qué está pasando? ¿Ivan ha iniciar una pelea? ¿Dónde están los maestros?

—pregunta Angela mientras las mira de lejos.

—¡Ivar! —Grita Darcy casi ahogándose, pues ha venido corriendo hacia él, Ivar era

amigo de casi todos los de su salón así que Darcy y Agnes no eran la excepción.

—Darcy ¿Está todo bien? —pregunta Ivar confundido.

—No, Brayan y Samanta maltrataron ha Isabela y ella salió corriendo mientras él la

perseguía, tienes que ayudarnos a encontrarla, él estaba ensañado con ella.

—Ese idiota… —Ivar sale corriendo hacia la dirección que sus compañeras le

señalaron.

—¿Ivar que haces? —grita Camila mientras va tras él al igual que sus demás

compañeras.

—¿Qué diablos les pasa? No es para tanto. —expresa Samanta molesta.

—Iré por el director, ni se te ocurra moverte niña. —Expresa Angela con seriedad.

—¿Qué?

Isabela corría con todas sus fuerzas, sabía que Brayan iba detrás de ella, corría tan

rápido que casi la alcanzaba.

—¿Por qué corres tonta? ¿Crees que te voy a dejar ir tan fácilmente?

—¡Déjame en paz! —grita Isabela sorprendida de no ver a nadie alrededor, todos los




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