Una fleca aguda y a toda velocidad había atravesado el corazón de Camila del rey, se
sintió como si la hubiesen derribado ¿Qué es esto que siento? Se preguntaba
confundida, por primera vez esa chica se había enamorado, pero cupido causó un gran
estrago al flecharla de un hombre enamorado, ese ángel lo volvió hacer ¿A qué está
jugando ese inconsciente?
La madre de Ivar había llegado junto con el director, estaban sorprendidos con la
escena, Brayan estaba ensangrentado con el tabique desviado, Ivar tenía golpes en el
rostro y tenía el labio partido, lo encontraron abrazando fuertemente a Isabela
ignorando todo a su alrededor, el director llevó a todos a la dirección, llamó a los
padres de Brayan los cuales hicieron un escándalo amenazando con demandar al
colegio si no corrían a Ivar y a Isabela, pero estos se encogieron de hombros al
escuchar a Angela decirles que su hijo podría ir a la cárcel por acoso y agresión y
decidieron sacarlo de la escuela y terminar su año escolar en línea, Ivar no fue
suspendido debido a su acto heroico, pero si recibió una advertencia de no volver a
participar en una pelea o sería expulsado, Isabela por otro lado, fue alentada a reportar
cualquier abuso de parte de sus compañeros, Samanta fue castigada con labores de
limpieza en la institución por su comportamiento inmaduro y así terminó aquel día.
—Bueno ¿Eres tonta o qué? ¿Por qué no te defiendes? Te acosan porque quieres, yo
no te he enseñado a ser dejada. —expresa Sara molesta.
—Mamá no quiero hablar de esto ahora, me siento muy cansada, me quiero bañar y
después me quiero ir a mi habitación.
—No quiero volver a escuchar que te hacen acoso escolar, no seas cobarde y
defiéndete, yo no tengo tiempo de ir a meter las manos por ti, justo ahora debo ir hacer
una guardia y no necesito escuchar que un mocoso te defendió y menos si es el amigo
por el cual me mentiste.
—Mamá… —expresa Dany aprontando los puños.
—Los veo mañana, hay rabioles en la nevera, hagan sus tareas, Isabela por favor
limpia todo antes de dormir, mañana llegaré cansada y no quiero hacer corajes con la
limpieza.
Isabela se queda callada con la actitud fría y ridícula de su madre, un nudo se le hace
en la garganta y se le salen las lágrimas involuntariamente.
—Sara se da cuenta y siente un vértigo en el estómago, pero no tenía tiempo de
pedirle perdón, y se va al trabajo dejando a sus hijos con un amargo sabor en la boca.
—Bel… no llores. —dice Dani con un nudo en la garganta.
—¿Cómo me puede decir eso? No sabe por lo que he pasado…
—Dijiste que no te molestaban en la escuela… —expresa Dany con tristeza y
frustración.
—Me daba vergüenza, por lo menos ese tipo dejó el instituto, todo será diferente a
partir de ahora.
—Maldición… si tan solo fuera más grande... —Dany se encoge de hombros y las
lágrimas humedecen sus mejillas.
—Dany…
—Si yo no puedo cuidar de ti… ¿Entonces quien lo hará? —pregunta Dani entre
lágrimas.
—Tú ya haces suficiente por mí. —expresa Isabela con una sonrisa triste.
—Me horrorizo al pensar si también en casa debo protegerte de mamá, es tán amarga y
fría contigo…
—Dany, voy a aprender a defenderme, lo prometo, esto no volverá a pasar, no voy a
permitirlo, ya no.
—Ivar te cuida por ahora, pero dile que en cuanto yo crezca no lo necesitaras más, yo
seré quien cuide de ti para siempre.
—Ay Dany ¿Qué haría sin ti? —Isabela y su hermano se abrazan con fuerza y después
de la tristeza les da hambre y deciden ver una película juntos y cenar algo delicioso.
—Te prepararé unos fideos agridulces, con los raviolis harán una combinación perfecta,
y solo por hoy tomaremos una soda fría de vainilla.
—¿Enserio? ¡sí! podemos ver la película de los justicieros.
—ja jaja, sí, me parece buena idea. —mientras Isabela cocina alguien llama a la puerta.
—¿Dany te puedes fijar quién es? Tengo las manos ocupadas. —dice Isa ajetreada.
—¡sí!
Dany abre la puerta y su cara hace una mueca de desagrado al ver a Camila quien trae
con ella unas golosinas.
—Ah, eres tú. —dice Dany malhumorado.
—¿Está tu hermana? —pregunta Camila con frialdad.
—Está en la cocina, pasa.
—Estás cocinando, huele bien. —dice Camila mientras mira a su alrededor.
—¡Camila! ¿Qué haces aquí? —pregunta Isa extrañada, por alguna razón no le da
alegría ver a su amiga, si es que le podía llamar así.
—Vine a ver como estabas, me preocupé al no poder hablar contigo después de lo que
pasó.
—Gracias, estoy bien.
—¿Te molesta si me quedo a cenar?
—No, pero no creo que te guste la comida congelada.
—No, pero no importa, traje una ensalada y algunas cosas para ustedes.
—¿Por qué tienes esa expresión? —pregunta Camila mientras la mira fijamente.
—Son muchas cosas… me siento algo extraña con todo esto.
—¿Dany porque no nos dejas hablar a tu hermana y a mí?
—Mi hermano y yo planeábamos ver una película. —dice Isa con tristeza.
—No, está bien, la veremos cuando se vaya, cenare en mi cuarto, después podemos
comer golosinas.
—¿Estás seguro? —pregunta Isa apenada.
—sí ¿no te tardas verdad? —le pregunta Dany a Camila.
—No, espero que no.
Dany se va dejando solas a Camila y a su hermana, un silencio incomodo se apodera
del lugar, definitivamente Isabela ya no se sentía igual con Camila, al parecer ha abierto
los ojos.
—¿Estás molesta por que le dije a tu madre que estarías con Ivar y no conmigo?
—En parte sí, no entiendo por qué lo hiciste, no era necesario, tuve una pelea con mi