Aquella celebración que se suponía debía estar llena de dicha y alegría, terminó siendo
todo un espectáculo, Camila había hecho pública su vida privada, había cientos de
fotografías de ellos desnudos, haciendo que su dignidad se quebrara. Sara estaba llena
de ira, no solo su hija la había desobedecido teniendo una relación con Ivar, si no que
según las fotografías, los videos, las pruebas contundentes, toda la evidencia que Camila
había recolectado indicaban que efectivamente su enemiga estaba saliendo con el hijo
de su padre, a lo que todos supusieron lo peor.
Kikey rápidamente le cubrió los ojos a Dany para que no viera a su hermana tan
vulnerable, pero él le quitó las manos y corrió hacia el escenario y rasgó la pantalla,
terminando así con el morbo de todos y empujó a Camila haciéndola caer al suelo.
—¿Cómo te atreves a exponerlos así? ¡vamos a denunciarte! ¡Te borraremos esa
maldita sonrisa de la cara! —Dany la amenazó y rápidamente sus padres salieron en
su defensa.
—¿Qué no escuchaste? Samantha fue quien hizo el video, no nuestra hija, en todo
caso denúncienla a ella.
—¿A mí? ¡yo no hice nada! ¡Camila di la verdad! —le suplica Samantha asustada, pero
Camila no se iba a responsabilizar por nada.
Dany va con su hermana y la abraza y la toma de la mano para sacarla de ahí, Pero
Ivar e Isabela están demasiado confundidos.
—Bel, vamos, no tienen que quedarse aquí. —le dice Dany con una expresión de
dolor.
—¿Qué demonios haces aquí? —Sara se acerca a Harry y lo abofetea con tanta fuerza
que Angela sale en su defensa.
—¿Qué te pasa? ¿Quién eres tú? —le pregunta Angela indignada.
—¡Tú no te metas! —Sara dirige rápidamente la mirada hacia Harry quien no sabe
cómo reaccionar.
—¿Ella es la zorra por la que cambiaste a tu familia? ¿Eh? —Sara lo empuja con
violencia.
—¿Ese es el bastardo que decidiste criar en lugar de Isabela?
—Mamá… —Isabela estaba temblando y ni siquiera podía hablar, Agnes y Darcy
trataban de consolarla, pero era una situación muy incómoda, la madre de Isabela
estaba histérica, tanto que parecía una loca.
—¿Qué está pasando Harry? ¿Qué tiene que ver con nosotros esta mujer?
—¿No lo sabes? ¡tu esposo me abandonó cuando mi hija era una niña! ¡se fue de la
casa sin importarle nada! Pero ya veo que encontró rápido otra familia, una esposa a la
que, sí quiso cuidar y un hijo al que sí quiso criar y no sabes la asquerosidad que has
creado, maldito mal parido, ¡nuestros hijos están en una relación! ¡carajo! ¡son
hermanos!
—¡Papá! ¿Eso es verdad?... —le pregunta Ivar a punto de romperse.
—Hijo…yo… —Harry desvía la mirada hacia Isabela, quien lo mira con una profunda
tristeza y se sintió culpable, tanto que ni siquiera podía mirarla a los ojos.
—¡Claro que es verdad, estúpido! Así que aléjate de mi hija.
—¿Cómo pudiste hacer algo así? ¡mira lo que me has hecho hacer! —le grita Ivar con
el corazón roto.
—Perdóname hijo…
Isabela ya no podía más, estaba demasiado herida, no podía creer lo que estaba
pasando y salió corriendo de ahí.
—¡Isabela! —Ivar trata de detenerla, pero Camila se lo impide y Dany trata de ir tras
ella, sin embargo estaba tan fatigado que se desplomo.
—¡Dany! —Kikey corre a su encuentro y lo sostiene en sus brazos.
—¡Cuida bien de él! —Ivar va tras Isabela haciendo que Sara y Harry vayan también.
—¡Ivar! —Angela sigue a su esposo.
—¡Sara! ¿A dónde vas? Dany necesita ir al hospital. —le grita Kikay angustiada.
Era tanta la rabia que Sara sentía en ese momento que no le dio importancia a las
palabras de Kikey y se fue.
—¡Maldición! ¡Que alguien llame una ambulancia! —El trafico está muy lento la
ambulancia llegaría en unos veinte minutos. —le dice Agnes preocupada.
—Eso es mucho tiempo, lo llevaré yo misma. —exclama Kikey con temor en su mirada.
—Nosotras vamos con usted. —Le dice Darcy con lágrimas en los ojos.
Agnes estaba tan indignada que se le fue encima a Samantha y comenzó a insultarla a
ella y a Camila.
—¡Miren lo que han hecho malditas arpías! Pídanle a Dios que no pase ninguna
desgracia porque abemos muchos testigos de sus idioteces.
—Kikey les lanza una mirada feroz y se va de ahí junto con las amigas de Isabela.
—Dios… ¿Qué está pasando? Que alguien me pellizque… que me despierten de esta
horrible pesadilla por favor… —Isabela corría con todas sus fuerzas, la lluvia caía como
si el cielo llorara con ella, corría sin rumbo, chocaba con las personas e incluso había
perdido un zapato.
—Nada de esto tiene sentido… Ivar es… Ivar es mi hermano?... —Isabela lloraba
amargamente por las calles, estaba empapada y no quería saber nada de la vida.
—¡Isabela espera! ¡por favor detente! —Ivar iba tras ella y una vez que Isabela escuchó
su voz y se dio cuenta de que era él, corrió aún más fuerte.
—¡Déjame en paz! ¡aléjate de mí! —le gritaba Isabela con gran dolor, pero Ivar seguía
tras ella.
Mientras tanto, Sara, Harry y Angela los seguían fatigados.
—¡Si algo le pasa a Isabela será tu culpa! —le gritaba Sara llena de rencor.
—¡Ya déjame en paz! ¡lo único que quiero es evitar que mi hijo se lastime! —le dice
Harry fastidiado de su agresividad.
—¡Ella también es tu hija miserable! — Sara se le fue a los golpes y Una pareja que
pasaba por ahí los separo, Angela seguía corriendo, a pesar de la incansable lluvia
quería estar para su hijo.
Isabela corría y corría, hasta que llegó a un puente donde debajo se encontraba un