cuando cupido te odia

Fractura en el alma

La muerte de un ser querido es devastadora, crea en ti un sentimiento de negación,

luego se transforma en tristeza, para después convertirse en amargura, sin duda es

doloroso, sin embargo, la muerte de un ser amado te llena de desesperanza, la tristeza

que produce es de muerte y la vida carece de sentido mientras las cosas importantes

pierden significado.

Isabela cayó de rodillas cuando escuchó decir al paramédico que su querido Ivar había

muerto, su mente quedó en blanco para después quedarse en shock, no supo cómo su

madre la llevó hasta su casa, no supo de ella hasta después de tres días.

—Tienes que llevarla al doctor, no es normal que este así, no ha comido nada en estos

días, no habla y ni siquiera se mueve de esta silla. —le dice Kikey a Sara mientras se

limpia las lágrimas.

—probablemente ya se volvió loca. —expresa Sara con frialdad.

—¿Cómo puedes decir algo así?

—Es la verdad, mírala, está en blanco, siendo una carga para mí cuando no tengo

cabeza para nada más, bastante tengo con la noticia de que mi Dany… —Sara se

suelta a llorar y se tapa la boca tratando de contenerse.

—Lamento todo por lo que estás pasando, créeme que a mí me duele igual, sabes

cuanto quiero a tus hijos.

—Lo se…

—No sé cómo va a reaccionar cuando sepa que Ivar ya fue…

—¿Ivar?... —Isabela reaccionó al escuchar el nombre de su querido Ivar y

desesperada sacudió a Kikey de los hombros para que le dijera donde estaba Ivar.

—¿Dónde está? ¿Qué pasó con Ivar? —Isabela sigue maltratando a Kikey pero esta la

para en seco mientras le dice la verdad.

—¡Isabela! ¡gracias a Dios que reaccionaste!

—Dime que fue de Ivar…

—Isa… Ivar murió hace tres días… ¿No lo recuerdas? Saltó del puente y… se ahogó,

ayer lo enterraron, lo siento tanto… —Kikey le da su consuelo, pero Isabela se deja

caer recordando todo lo que su cerebro había bloqueado.

—No…no puede ser verdad, mi Ivar no puede estar muerto…no… —Isabela se rompe

en llanto y se lamenta en el suelo mientras se agarra la cabeza con desesperación.

—Cariño, no sabes cuánto me duele verte así…—Kikey se llena de pena.

 

—¡Ya deja de lamentarte por ese niño! ¡pon los pies en la tierra de una buena vez

estúpida! ¡no tengo tiempo para tus tonterías! ¡levántate de una buena vez! —Sara

comienza a abofetear a Isabela sin control, se sentía frustrada por todo lo que le estaba

pasando a Dany que no notaba lo insensible que estaba siendo con su hija.

—¿Qué crees que haces? ¡déjala en paz! ¿Estas loca? ¡quítale las manos de encima!

Kikey la aleja de Isabela con rapidez.

—¿Cómo puede lamentarse por ese estúpido y no por su hermano que tiene días en el

hospital mientras lucha con ese maldito cáncer? —manifiesta Sara llena de rabia.

—¿Cáncer? Dany… —Isabela se desmayó en los brazos de Kikey haciendo que esta

reprendiera duramente a Sara por sus acciones violentas contra su hija.

Isabela no salía de su agonía cuando ya se encontraba sumergida en otra que

violentamente terminó de estrujar su corazón, no solo no pudo despedirse de Ivar, ni

asistir a su entierro si no que ahora se entera que su querido hermano está internado

en el hospital por un agresivo cáncer de estómago que lo está consumiendo por dentro.

—Todo esto es mi culpa… todo esto te está pasando por lo que hice con Ivar…Dios me

está castigando por mi pecado…perdóname Dany… —Isabela estaba afuera del

hospital, no podía entrar a verlo porque él estaba sedado debido a los dolores que

sentía en el estómago y ella lloraba en una esquina, tenía sus ojos hinchados y el alma

hecha pedazos por la culpa.

—¿Isabela? —aquella voz le pareció familiar y volteo de golpe, era Angela quien venia

con el cabello cubierto por un velo negro y unos lentes oscuros que cubrían las marcas

de su tristeza.

—¿Angela?... —Isabela enmudeció al verla tan rota.

—Tu amiga Kikey me contactó, me contó todo lo que pasaste desde… —Angela se

pone a llorar, pero se controla y respira profundo y añade. —lo siento tanto…lamento lo

que Harry te hizo, yo no sabía nada, lo juro, cuando yo lo conocí... me dijo que se había

divorciado de su esposa porque ya no se llevaban bien, pero jamás me dijo que tenia

una hija, de haberlo sabido no le habría permitido que te abandonara, tienes que

creerme.

—Le creo… pero eso ya no importa, Ivar ya no está con nosotros, ya nada me importa.

—No digas eso, tu hermano te necesita y lo que mi hijo hizo no fue tu culpa, fue culpa

nuestra, de su padre y mía, pero…hay algo que tienes que saber, Ivar y tú no eran

hermanos de sangre, cuando conocí a Harry yo ya estaba embarazada y el decidió

criarlo como suyo cuando tenía la edad en la que te abandonó… por lo tanto, Ivar no

era tu hermano…

—¿Qué?... —Isabela se quedó en shock al escuchar las palabras de Angela.

 

—¿Y porque no lo dijo antes? ¿Por qué se calló?

—Intente explicárselos…pero la situación no se prestaba para aclarar las cosas, Harry

y yo nos quedamos en blanco…

—Ivar y yo pudimos ser felices… ¡pudimos tener una historia! Pudo haberse salvado…

El dolor que Isabela sentía era tan grande que no podía explicarlo, solo podía sentirlo,

podía sentir como el dolor la abrazaba y la apretaba cada vez más hasta casi ahogarla,

si no fuera por Dany ella también se habría suicidado.

—Lo siento tanto…por favor perdóname…siempre viviré con esto, nunca dejara de

atormentarme. —le dice Angela con impotencia.

—Es verdad… siempre vivirás con la culpa, nunca te dejara ni a ti ni a Harry y




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