Infamias

¿Sera posible que las heridas que tenemos en el alma lleguen a sanar algún día? ¿O

aquellas cicatrices que nos quedan sirven para recordarnos lo mucho que hemos

sufrido? Creo que el ser humano es a prueba de balas y no por que no puedan herirlos,

sino porque esas heridas, ese dolor, los hacen una mejor persona, los llevan a la

madurez y al crecimiento, a la perfección ¿Qué seriamos sin el dolor? Quizás seriamos

menos humanos.

Liam se había ido a su casa, tenía sentimientos encontrados, Camila se veía

arrepentida, pero no estaba seguro de que estuviera del todo sincera, lo que le había

hecho a Isabela no tenía perdón, él se había prometido cuidar de ella, no permitiría que

nadie volviera aprovecharse de ella.

—Si antes estabas desamparada, ahora ya no. —se decía asimismo con convicción.

Liam estaba preocupado por Isabela, pero no sabía que Selena estaba dispuesta a

vengarse de él por haberla rechazado, quien estaba en peligro ahora era él.

Después de un rato por fin Liam llegó a su casa, su madre estaba en el comedor, cosa

que le asombró, pues Eleonor tenía un plato de fruta con yogurt y granola y un vaso de

jugo de naranja.

—¿Mamá?

—¡Liam! Llegaste ¿Tienes hambre? ¿Quieres cenar algo? Puedo prepararte algo, lo

que se te antoje. —le dijo con una sonrisa.

—No, no te levantes, cenaré cereal, iré por un plato. —le dijo sin despegar los ojos de

la comida de su madre.

—¿Quieres un poco?

—No, es solo que… me alegra que estés comiendo tan bien. —le dijo Liam conmovido,

no quería hacer mucho énfasis en eso, pero estaba realmente contento de ver a su

madre comer.

—Yo también me siento bien, pronto recuperaré mi peso, además, disfruto cada

bocado. —le dijo su madre llena de dicha.

Eleonor puso atención al brazo de Liam y vio los arañazos que tenía.

—¿Y eso? ¿Quién te lo hizo? —le preguntó preocupada.

—Ah, no es nada importante, me arañé con una rama.

—Mmm, parece que alguien te los hizo.

—No te preocupes por tonterías, mejor cuéntame que hiciste hoy, quiero escucharte.

—Bueno, hice algunos deberes, voy a empezar a lanzar mi propia línea de cosméticos.

Le dijo Eleonor entusiasmada.

—¿De verdad? ¡es grandioso! ¡felicidades mamá!

Por otro lado…

—¡Maldito bastardo! ¡Esto no se va a quedar así! Te vas a arrepentir de haberme

tratado así. —Selene estaba furiosa, lo único que tenía en mente era destruir la

reputación de Liam, mientras se estaba consumiendo por la rabia que sentía, uno de

los conserjes de la escuela pasó por el salón alumbrando el aula donde se encontraba.

—¿Está todo bien señorita?

—Sí... está todo bien. —le dijo mirándolo de arriba abajo y añadió. —Bueno,

pensándolo bien me gustaría que me ayudara con algo. —le dijo mientras se

desabrochaba la blusa.

Selena ya tenía un plan perverso y se acostó con aquel conserje, pidiéndole que la

golpeara en el rostro porque eso la llevaba al clímax y el hombre cegado por el deseo

accedió a todas las cosas extrañas que le pidió.

Al día siguiente…

Era muy temprano en la mañana cuando la policía llamó a la puerta de Liam, Selene lo

había acusado de violación, se presentó a la comisaria con un moretón en la cara,

desalineada y rompiéndose en llanto.

En cuanto Eleonor abrió la puerta los oficiales entraron a su casa y sacaron a Liam a la

fuerza, ambos estaban en shock y al instante su madre recordó aquellos extraños

rasguños.

—¡Te juro que no hice nada! ¡jamás haria algo así! —le gritaba Liam a su madre con

desesperación.

—¡Lo sé! ¡te creo! Vamos a arreglar este mal entendido.

—Le dijo Eleonor soltándole la mano, pues los oficiales ya se lo estaban llevando.

Las lágrimas corrían por el rostro de su madre y rápidamente se comunicó con Isabela.

(llamada telefónica)

—¿Isabela?

—Eleonor ¿Estás bien? te escucho muy alterada… —le dijo Isabela angustiada.

—¡Es Liam! la policía acaba de llevárselo, ¡lo están acusando falsamente!

—¿Qué? ¿pero por qué?

—¿De qué lo acusan? —preguntó Isabela con el corazón acelerado.

—Su profesora lo está acusando de violación… —le respondió Eleonor entre lágrimas.

Isabela no podía mantenerse de pie y se desplomo al escuchar aquella terrible noticia.

—No… debe ser un error, Liam sería incapaz de hacer algo así.

Isabela dejó que sus pensamientos se enfriaran y tomó un abrigo y se fue a

encontrarse con Eleonor.

Mientras tanto…

—¿Está segura de que fue todo lo que le hizo su agresor? —le pregunto una oficial

mientras le arrimaba un vaso de agua a Selene.

—Sí… fue realmente doloroso, me trató de una forma tan brusca que casi no puedo

moverme. —afirmo entre lágrimas.

—¿Por qué cree que la atacó? —le preguntó la oficial mirándola a los ojos.

—Estaba furioso porque me había negado a acostarme con él, ya me había acosado

antes, me miraba con deseo y una vez me tocó el busto, ayer me pidió que me

acostara con él a cambio de que mi puesto como profesora fuera permanente, su

familia es adinerada y me dijo que podía acomodarme si me portaba bien con él, pero

me negué y fue entonces cuando me atacó.

—Vamos a tener que hacerle pruebas, si el semen de su agresor coincide con el joven

que está detenido podremos procesarlo y encerrarlo después de que el juez juzgue su

caso.

—¿Qué clase de pruebas? —pregunto nerviosa.

—Un ginecólogo la atenderá.

—¿Qué?... pero no les estoy mintiendo… lo que les digo es cierto.

—Le creemos señorita, también debemos revisar las cámaras de seguridad de la