Selene estaba segura de que se saldría con la suya y que lograría perjudicar a Liam de
la peor manera posible, su venganza había llegado demasiado lejos.
—Las cosas hubieran sido muy distintas si no me hubieras rechazado, ahora enfréntate
a las consecuencias. —se decía a si misma mientras se regocijaba en su maldad.
Selene llevaba algún tiempo acosando a Liam, aprovechaba cada oportunidad para
insinuársele y le coqueteaba de todas las maneras posibles, era una depredadora,
pues en su antigua escuela, una de las alumnas ya la había acusado de acoso contra
uno de sus compañeros, pues sus insinuaciones ya eran muy obvias, Selene ya había
tenido relaciones sexuales con aquel menor he incluso lo citaba para tener sus
encuentros en su departamento, era una mujer insaciable, así que aquella alumna
cansada de su atrevimiento, la denuncio con el director y con algunos profesores, pero
como el director era una más de las conquistas de Selene, hizo caso omiso a las
acusaciones de esta chica y solo la transfirieron de instituto y como tenía las
referencias del director, rápidamente la aceptaron en la academia de arte, la alumna
también fue perjudicada por Selene, al enterarse de que había sido ella quien la había
acusado, contrató a unos maleantes para que le causaran un susto, pero por suerte
estos criminales no cometieron su crimen, porque fue socorrida por un transeúnte que
pasaba por ahí.
Selene nunca había sido rechazada antes y Liam realmente le gustaba mucho, pero al
repudiarla le lastimó el ego y le agarró un desprecio profundo hacia él, no solo quería
vengarse, quería destruirlo.
—Vas a lamentarlo mi niño bonito. —manifestó Selene con una sonrisa triunfante.
Por otro lado, Eleonor se encontraba envuelta en un mar de lágrimas, no sabía por qué
esa mujer estaba acusando a su hijo de algo tan grave como un intento de abuso, tenia
miedo de que esto lo perjudicara en su futura carrera como pintor.
Isabela llegó a la comisaria tan rápido como pudo, no llego sola, Kevin venía con ella.
—Vamos, debe estar por aquí. —Isabela buscaba con la mirada a Eleonor y una vez
que la vio corrió a abrazarla.
—Isabela… gracias a Dios que estas aquí. —Eleonor la abrazó con fuerza y lloró más
intensamente, no se reprimió en lo absoluto, Isabela era un lugar seguro para ella.
—Tranquila, todo se va a resolver, pronto se aclarará este mal entendido. —le dijo
Isabela llena de empatía.
—Él es inocente, mi Liam sería incapaz de hacerle daño a alguien, es una buena
persona.
—Lo sé, yo sé quién es Liam. —Isabela también estaba angustiada, tenía miedo de
que nadie creyera en sus palabras, su querido Lían estaba siendo acusado de algo
horrible y no tenía idea de cómo ayudarlo, pero no se quedaría de brazos cruzados.
—Eh, Hola Eleonor, lamento mucho por todo lo que está pasando, Isabela me pidió
ayuda para traerla, no dude en que le brindaremos nuestro apoyo. —le dijo Kevin quien
aún no veía su rostro, pero una vez que Eleonor alzo la mirada Kevin se entristeció al
ver a esa hermosa mujer con los ojos hinchados de tanto llorar, el sentía mucha
gratitud por Liam y Eleonor por la despedida que habían organizado junto con Isabela
para despedir a Dany con honores, así que se prometió así mismo estar para ellos tres
siempre que lo necesitaran.
—Gracias por estar aquí, no sé qué haría sin el apoyo de Isabela. —Eleonor estaba
inquieta por que no sabía el escándalo que su ex marido haría al enterarse de lo
ocurrido, seguramente le reprocharía diciéndole que es toda su culpa y le diría una y
otra vez la mala madre que es.
—¿El padre de Liam sabe de esto? —le preguntó Isabela mientras le sobaba la
espalda.
—Intente llamarle, pero su celular sonaba ocupado, así que le deje un mensaje, no
tardará en responderme. —mientras decía esto, el padre de Liam entró a la comisaria
furioso y comenzó a gritonearle enfrente de todos.
—¿Qué significa todo esto? ¿Para esto quería la custodia de nuestro hijo? ¡eres una
pésima madre! ¡debiste ponerle más atención! ¡ahora tu hijo es un violador!
—¡Cállate! ¡Liam es inocente! —exclamó Eleonor indignada.
—¿Inocente? ¿Entonces por qué está aquí? —el hombre no dejaba de gritarle y antes
de que Isabela dijera una palabra, Kevin se plantó delante de él y lo calló de golpe.
—¿Sería tan amable de bajar la voz? Estoy seguro de que todos en este piso lo
escuchamos, no es necesario que grite tanto, no es de caballeros alzarle la voz a una
dama. —le dijo Kevin quien, a pesar de tener un corazón tierno, era intimidante cuando
se ponía serio.
—¿Y tú quién eres? —le preguntó el padre de Liam mirándolo de pies a cabeza.
—Solo soy un amigo de la familia. —le respondió Kevin sosteniéndole la mirada.
—Pues con más razón no tiene por qué meterse, esto no le compete, además yo le
hablo a mi esposa como se me da la gana.
—Yo no soy tu esposa. —le dijo Eleonor mirándolo con desdén.
—Yo me iré cuando la dama me lo pida y me quedare el tiempo que sea necesario si
ella quiere.
Isabela tenía los ojos llenos de emoción, parecía una escena donde el héroe defiende a
la damisela del villano, Kevin era el mejor hombre que había conocido.
Por otra parte, Eleonor tenía el corazón lleno de admiración, este hombre era nuevo en
su vida, pero la había defendido como si la conociera de hace tiempo, así que desde
ese momento su afecto creció por él.
El padre de Liam se quedó sin palabras y no tuvo más remedio que bajarle dos tonos a
su voz, tenía miedo de que la noticia de que su hijo estaba detenido se expandiera con