cuando cupido te odia

Descubriendo la verdad

 

El ambiente se tensó en cuando el oficial se paró frente a ellos, el miedo recorría el

cuerpo de Isabela y Eleonor, lo único que deseaban era ver a Liam y llevárselo a casa.

—¿Cómo está mi hijo? —preguntó la Eleonor angustiada.

 

—Su hijo está detenido y siendo investigado, se le acusa de violación, esto es muy

grave, la victima lo acusa a él de ser su agresor y parece tenerle mucho miedo.

—¿Y cómo están tan seguros de que esa mujer dice la verdad? ¿Dónde están las

pruebas? ¡Mi hijo es un buen chico!

—Señora todas las madres creen lo mismo de sus hijos, pero la víctima tenía la ropa

rasgada cuándo presentó su denuncia, se veía muy alterada y justo ahora está siendo

revisada por un médico para verificar si el ADN de su hijo está en ella, si es así el

agresor será encarcelado.

—¡Pues los resultados saldrán negativos! ¡ya verán que mi Liam es inocente! —Kevin

se puso al lado de Eleonor y la abrazó de lado para brindarle seguridad, ella no pudo

evitar derrumbarse.

—¿Quién acusa a Liam de tal cosa? —Preguntó Isabela conteniendo las ganas de

llorar.

—Una de sus maestras de arte, la victima expresó que había sido acosada por él

desde que llegó a la escuela, con todo respeto, no podemos definir quién de los dos

dice la verdad, pero es lógico que la justicia este del lado de las víctimas, Pero si es

inocente saldrá evidente en los análisis clínicos.

—Liam es inocente, esa mujer está mintiendo ¿Por qué no la investigan a ella también?

En la universidad es conocida por su coqueteo constante a los estudiantes, estoy

segura de que si piden referencias de ella… —el oficial la interrumpió de golpe.

—tiene las mejores referencias de su antiguo empleo, ella decidió transferirse por que

ama el arte, está limpia.

—¡Le estoy diciendo la verdad! Esa mujer tiene una reputación muy mala en nuestra

universidad, probablemente Liam se reusó a seguirle el juego, él es un gran chico, es

amable, bueno y muy agradable, tiene un corazón noble… él les está diciendo la

verdad. —en ese momento Isabela se puso a llorar, no pudo seguir evitando todo el

amor que sentía por él, se moría de ganas por verlo y abrazarlo.

Mientras hablaban con el oficial, Liam estaba siendo trasladado nuevamente a la sala

donde lo interrogarían por segunda vez, venía cabizbajo, pensativo, sabía que lo

acusaban de algo horrible, pero trataba de mantener la esperanza en su inocencia, lo

único que deseaba es que Isabela y su madre no pensaran lo peor de él, le angustiaba

el hecho de creer que pudieran creer que era un violador y que no quisieran verlo

nunca más.

Mientras su mente daba rienda suelta a los malos pensamientos, los ojos de Liam se

abrieron de par en par al escuchar la voz de su querida Isabela.

—¡Mi Liam es inocente ya lo verán! —exclamó Isabela con fuerza y su rostro se

asombró en el momento que cruzó la mirada con él.

 

—Isabela…

—Liam…

—¡Hijo!

—Mamá… —Liam dejó de caminar y se conmovió al ver que no estaba solo, incluso

Kevin estaba ahí.

—Vamos camina, no puedes ver a nadie todavía. —le dijo uno de los oficiales que lo

escoltaban.

—¡Sabemos que eres inocente! ¡todo va a salir bien! ¡todo estará bien! —gritó Isabela

mientras escapaba a los oficiales y se aferró a los brazos de Liam con fuerza.

—Isabela… —Liam se conmovió profundamente y antes de que los separaran sus

manos se entre lazaron y ella le dijo mirándolo a los ojos.

—Yo creo en tu inocencia. — exclamó Isabela mientras le sonreía.

Liam ni siquiera tuvo que explicarse, no tuvo que defenderse para que sus seres

queridos lo apoyaran, era amado y eso le daba la fuerza para enfrentarse a lo que sea.

Una vez que Liam fue llevado al cuarto de interrogación Isabela tuvo una gran idea.

—Debo irme, necesito encontrar la manera de desmentir a esa mujer, debe haber algo

que contrarreste a sus mentiras.

—Pero, ¿qué piensas hacer? —le preguntó Eleonor preocupada.

—Iré a la antigua escuela donde esa mujer trabajaba, investigare más sobre ella, no es

posible que tenga buenas referencias, estoy segura de que podré encontrar algo.

—¿Necesitas que te lleve?

—No, solo necesito tus llaves. —le dijo Isabela a Kevin.

—¿Estás segura de que no necesitas ayuda?

—No te preocupes, ustedes quédense aquí por si se necesita algo, estoy segura de

que esos análisis saldrán negativos, pero debo encontrar la manera de que esa mujer

no haga más daño.

—Ve con cuidado, si necesitas algo llámame. —le dijo Kevin quien se preocupaba por

ella como si fuera su padre.

—Gracias por todo lo que haces por esta familia, especialmente por el cariño que le

tienes a mi hijo. —Eleonor la abrazó con cariño y la dejó ir.

Isabela se dirigió al estacionamiento en busca de las pruebas para desenmascarar a

esa mentirosa.

 

—No importa cuánto tiempo me cueste, buscaré la manera de demostrar tu inocencia,

no estás solo, ahora me tienes a mí.




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