cuando cupido te odia

Quitándote la mascara 2

 

Aquel chico salió indignado del lugar encontrándose con los demás en aquella

sala fría y sin esperanza.

—¿Cómo te fue? ¿Porque tienes esa cara? ¿Estás bien? —le preguntó su amiga quien

lo abrazó al verlo llorar lleno de impotencia.

—¿Qué fue lo que pasó? —le preguntó Isabela confundida.

—No me creyeron…todos creen que ella es inocente, se saldrá con la suya otra vez.

—exclamó entre lágrimas.

—No puede ser… —Eleonor se sumergió en la desesperanza y Kevin la abrazaba para

darle consuelo, aun que de nada servía, pues todo se veía perdido.

—Pero… tienes pruebas ¿Aun así no te creyeron? —le preguntó Isabela apunto de

desplomarse.

—Lo siento, creí que podríamos ayudar si declarábamos en su contra, pero todo fue

inútil.

—No es su culpa, gracias por haber venido, lo apreciamos mucho. —les dijo Kevin con

una triste sonrisa.

—Esto no puede terminar así… debe haber algo más que podamos hacer. —exclamó

Isabela pensativa.

—Esto es tan injusto… —Eleonor comenzó a llorar, no podía imaginar a su hijo pasar

los mejores años de su vida en la cárcel, pagando un crimen que no cometió.

Los exámenes ya se habían realizado, solo estaban esperando los resultados para ver

si Liam seria encarcelado o no, Selene se encontraba muy pensativa y se mordía las

uñas mientras se reía, estaba orgullosa de lo que había hecho.

—Pobre niño bonito, debe estar revolcándose de miedo jaja… eso te pasa por haberme

rechazado, si me hubieras permitido entrar a tu vida yo te habría hecho muy feliz, es

una lástima que no haya probado tus labios, eso es de lo único que me arrepiento, pero

así aprenderás a no rechazar a nadie nunca más, tú vivirás tras las rejas mientras yo

me divierto por ahí jajaja.

Mientras Liam estaba sentado en aquella fría celda se puso a pensar en Isabela y se

llenó de nostalgia al imaginarse pasar su vida lejos de ella, él realmente quería cumplir

su promesa, quería protegerla de todo aquello que quisiera hacerle daño y en su

angustia recordó a Dany.

—Sé que cuidas a tu hermana y que de alguna forma la proteges, no sé si te

convertiste en su ángel guardián, pero ella cree que sí, aquel día cuando nos

despedimos de ti pudimos sentir un viento agradable, nunca había visto algo así,

envolvías por completo a tu hermana, recuerdo que ella me platicó que así te

manifestarías en su vida, como un viento suave, como un susurro ¿Ya te contó como

nos conocimos? Probablemente sí, pero ahora te diré cuál es mi versión, aquella tarde

me sentía realmente perdido, mi madre no mejoraba y las cosas con mi padre iban de

mal en peor, era uno de esos días donde ya no podía más, estaba cansado de ser

fuerte, de pretender que no me dolía, así que recordé que en el puente que estaba

cerca de mi casa un joven se había quitado la vida, así que tomé mi chaqueta y me fui,

una vez que estuve ahí, fumé tanto que una vez que me sentí listo pensé en tirarme de

ese puente, quería que el lago terminara de ahogar todas mis penas y cuando creí que

estaba listo, Isabela apareció, jaja, comenzó a regañarme y me sorprendí al ver que

ella también había estado llorando, creo que ella me salvó, si no hubiera aparecido yo

habría sido el segundo chico en tirarse de aquel lugar, estoy seguro que una brisa

ligera nos envolvió a los dos ¿Eras tú? Esa chica bonita me salvó… y me entristece

mucho la idea de no poder hacer nada para devolverle el favor ¿Y es que te confieso

algo? Ya no es una cuestión de saldar una deuda, realmente quiero estar con ella por

que la quiero siempre a mi lado, estoy enamorado de tu hermana tanto que no puedo

explicarlo…a estas alturas no sé si podré hacerme cargo de ella, pero por favor…

cuídala por mí…si es que no salgo de este lugar deja que encuentre a alguien más que

la proteja…pero para serte sincero…yo quiero ser ese alguien.

Liam lloró lleno de tristeza, estaba profundamente enamorado de Isabela y ya no podía

disimularlo, en ese momento un viento suave le rosó la mejilla y su piel se erizo de

inmediato.

—¿Dany?

En ese momento uno de los guardias se dirigió a él con estas palabras.

—Oye tú, levántate, parece que ya se determinó que es lo que pasará contigo.

Un par de horas atrás…

—Mi hijo va a pasar toda su juventud en prisión por un delito que no cometió, su padre

intentó sobornar a alguien y el muy idiota puede que haya perjudicado aún más las

cosas…esto es muy injusto. —Eleonor estaba sumergida en la desesperación e Isabela

no sabía que más hacer, se sentía frustrada y llena de miedo, le pedía con todas sus

fuerzas al cielo por un milagro y fue entonces que el milagro apareció.

—Vamos Eleonor toma un poco de agua. —le insistía Kevin mientras Isabela lloraba

con la cabeza metida en las rodillas.

—¿Por qué esa cara? tu novio va a salir de esta. —dijo una voz conocida que de

inmediato hizo levantar el rostro de Isabela.

—Camila…

Todos se quedaron sorprendidos con la presencia de Camila en ese lugar y al instante

Isabela se puso a la defensiva.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres?

—Vine a ayudarles con este mal entendido. —respondió Camila con seriedad.

—Camila, por favor deja en paz a Isabela, ya le hiciste demasiado daño. —exclamó

Kevin parándose frente a ella.

—Ya lo sé… no vine a lastimarla, sino a enmendar un poco el daño que le hice.

—¿A qué te refieres? —le preguntó Isabela incrédula.

 

—Tengo pruebas de que la acusación de Selene es una farsa, con esta evidencia Liam

podrá salir de esto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.