cuando cupido te odia

Un amor inesperado

¿Esto era real? ¿Toda esta felicidad era solo mía? Los brazos de mi amado me rodean

por completo, sus cálidas manos pasan por mis mejillas mientras sus labios me llevan

al cielo, que bonito romance, que tierno y sincero es para mí, es como si la vida me

estuviera recompensando, ya no hay dolor en mí, las pesadillas han desaparecido.

Dany, si pudieras ver lo que yo veo, si hubieras conocido a mi novio sé que lo habrías

amado, aunque sospecho que fuiste tú quien me llevó a él, dime algo hermanito ¿El

cielo es así de bello? Te lo pregunto porque siento que cuando estoy con él, vivo en mi

propio paraíso.

Los días pasaron y Liam e Isabela no podían esperar más para contarle a su familia

que estaban saliendo, así que organizaron una cena en la casa de Eleonor y después

del postre les dieron la noticia a ella y a Kevin de que ahora eran novios.

—¿Es enserió? Jajaja ¡Que felicidad! ¡Estoy tan contenta! Sabía que se gustaban, mi

hijo no pudo escoger a una mejor novia. —Eleonor los abrazó y lloró de la emoción.

—Muchas felicidades, merecen ser felices. —les dijo Kevin con alegría.

—¿Qué pasa? ¿Por qué están tan nerviosos? —les preguntó Liam confundido.

—¿Está todo bien? —Isabela los veía algo risueños y Kevin decidió tomar la palabra.

—Bueno… la verdad es que Eleonor y yo también decidimos darnos una oportunidad.

—¿Qué? —Isabela y Liam se quedaron en shock.

—Sí, no queríamos contárselos hasta que pasara más tiempo, pero estamos tan felices

que no pudimos evitarlo. —exclamó Eleonor radiante.

—¿De verdad? ¡Es una gran noticia! —manifestó Liam con una enorme sonrisa.

—¿Hace cuánto que están saliendo? —les preguntó Isabela emocionada.

—Apenas tenemos una semana, pero quiero a tu madre y si ella me lo permite quiero

estar toda mi vida a su lado. —le dijo Kevin a Liam ruborizado.

—Esto no me lo esperaba, pero estoy feliz por ustedes, todos merecemos a alguien a

quien amar.

—¿Por qué no brindamos? Brindemos por el amor y por muchos días felices.

—¡Salud!

Así fue como estas dos parejas iniciaron su romance de ensueño, después de tanto

sufrimiento, por fin estaban viendo la luz.

Los días pasaron y la obra por la que tanto estaban practicando seria mostrada al

publico en el teatro más importante de la escuela, Isabela y Liam se habían preparado

para dar lo mejor de sí mismos en esa obra, la oportunidad que Isabela siempre había

esperado por fin había llegado.

 

—¿Están nerviosos chicos? Mañana es el gran día, muchas personas importantes

verán la obra es su oportunidad para captar las miradas de esos caza talentos, he visto

lo que pueden hacer en el escenario y estoy seguro de que su participación será

magnifica, hagan que su amor traspase el escenario. —les dijo el profesor animándolos

a dar su mejor.

—No puedo creer que mañana será la obra, estoy realmente nerviosa. —exclamó

Isabela con el corazón acelerado.

—Lo harás increíble, eres muy talentosa, nada podría salir mal. —manifestó Liam

mientras la abrazaba y añadió ¿Qué más preocupa?

—Es mi madre, me gustaría que pudiera verme actuar, siempre fue mi sueño que ella y

Dany me vieran en el escenario, me pone un poco triste que no vaya hacer así.

—¿Y por qué no? Si la invitas quizás venga a verte.

—No lo creo, antes de pensar en invitarla le llamé a mi tía Kikey y me dijo que mañana

ambas trabajan, Kikey pedirá permiso para venir a verme, pero mi madre siempre ha

preferido el trabajo, prefiero no invitarla, me rompería el corazón que no asistiera.

—Quizás sea diferente esta vez. —le dijo Liam apretándola contra su pecho.

Una vez que Liam dejó a Isabela en su casa se apresuró para irse lo antes posible.

—¿No quieres pasar? Está haciendo mucho frio, pensaba hacer un chocolate caliente y

un panque.

—Ah, lo lamento, es que tengo que irme, le prometí a mi madre que al ayudaría con

unas cosas antes de la cena. —exclamó Liam con una sonrisa pícara y luego se fue

dándole un gran beso.

—¿Qué se traerá entre manos? Tenía días pidiéndome que le hiciera un panque. —se

dijo Isabela así misma mientras cerraba la puerta.

Liam se dirigió a toda prisa a la florería más cercana y después fue a buscar a la mamá

de Isabela a su trabajo.

Estaba realmente nervioso, por lo que Isabela le había contado de su mamá se

imaginaba a una señora monstruosa y de muy mal genio, así que respiró

profundamente y se acercó a la recepción del hospital preguntando por ella.

—Eh, disculpe, buenas noches ¿Se encontrará la enfermera Sara? —las enfermeras se

quedaron sorprendidas con el buen parecido de Liam y rápidamente comenzaron a

bromear con él.

—¿Sara qué? Yo puedo ser a quien buscas jaja. —le dijeron sonrientes.

—Lo siento, no se su apellido, pero tiene una hija llamada Isabela, es mi novia.

 

—Qué lástima.

—¿Saben si le tocó trabajar hoy?

—Sí, yo sé a quién estas buscando ¿Eres Liam? —le preguntó Kikey quien pudo ver

como ese chico encajaba a la perfección con la descripción que Isabela le había dado,

Kikey sabia toda su historia.

—¡Sí! Liam Evans ¿Quién es usted? —preguntó con curiosidad.

—Soy Kikey, una amiga de la fami… —Liam la interrumpió emocionado.

—¡Eres la tía Kikey! Me alegra mucho por fin conocerte, Isabela me ha hablado mucho

de ti.

—Lo mismo te digo, gracias por hacerla feliz. —le dijo Kikey con una sonrisa.

—¿Crees que podría hablar con Sara? Hay algo importante que debo decirle.

—Claro, espérame aquí, ya vuelvo. —después de un par de minutos Kikey regresó




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