El gran día por fin había llegado, Isabela estaba en el camerino arreglando los últimos
detalles, ella y sus compañeras estaban muy nerviosas y emocionadas a la vez, se
empolvaban la nariz entusiasmadas, esa podía ser la primera de muchas
presentaciones si es que algún caza talentos les veía potencial.
—¿Cómo te sientes Isabela? ¿Estas nerviosa? —le preguntaron sus compañeras
mientras la ayudaban a peinarla.
—Sí… ¿Ustedes no?
—¡Claro que sí! Yo quiero vomitar jaja.
—¡Cállate! Yo siento que voy a desmayarme.
—¿Chicas están listas? La obra comenzara en unos minutos, atenta a la señal Isabela,
haznos sentir orgullosos, sé que Liam y tú harán un excelente trabajo. —le dijo su
profesor guiñándole el ojo.
—Gracias. —sonrió Isabela nerviosa.
El teatro estaba lleno de personas impacientes de ver los nuevos talentos que la
academia de arte presentaría en este ciclo escolar, había emoción y altas expectativas,
pues el rumor de que Isabela tenía una voz mágica había llegado a los oídos de los
mejores caza talentos del país.
—Bienvenidos sean todos a esta esperada obra de teatro titulada “un amor de verano”
es un placer para nuestra academia deleitarlos con nuestros mejores artistas,
agradecemos a las grandes figuras que nos acompañan en este evento, a los
patrocinadores y a los familiares y amigos de nuestros estudiantes, esperamos que
disfruten de esta maravillosa experiencia.
El telón por fin había sido abierto, las luces brillantes junto a los reflectores iluminaban
a Isabela.
Toda mi vida había soñado con este momento, recuerdo desvelarme hablando con
Dany acerca de lo que haría el día que por fin pisara el escenario, le había hecho la
promesa de convertirme en una de las mejores actrices de obras de teatro que el
mundo hubiera conocido, hoy por fin se llegó mi oportunidad y aun que mi hermano ya
no está conmigo, tengo la esperanza de que este donde este, pueda verme actuar en
el escenario, hoy me encuentro frente a toda esta multitud y a pesar de que estoy
apunto de cumplir mi más grande sueño, me siento triste porque seguramente mi
madre no…
Los ojos de Isabela se abrieron de par en par al ver a su madre en la primera fila,
kikey estaba aún lado de Sara y al otro lado había un cartel con la foto de Dany
sonriendo que decía las siguientes palabras “tu familia te apoya”
Isabela se conmovió profundamente y se decidió a dar lo mejor de sí misma.
—Tía Kikey, Dany, Ivar, mamá…voy a cumplir con mi palabra, esta noche me
convertiré en la mejor actriz de obras de teatro…lo haré por ustedes y por mí.
La obra inició con un coro armonioso, Isabela actuaba y cantaba con una gracia
indescriptible, tenía algo más que talento, ella tenía gracia, algo especial que la hacia
brillar como a una estrella, su voz transportaba al público al sentimiento mismo de tener
un amor invencible y primerizo como lo era el primer amor y quien mejor que Isabela
para describir todo lo que había vivido, ella lloraba, reía, danzaba y el público lo hacia
con ella, los ojos de Sara se iluminaban de orgullo al ver a Isabela ser ella misma,
brillante y perfecta, Liam por su parte admiraba al amor de su vida y reconocía lo
afortunado que era de tenerla a su lado.
Isabela estaba tan metida en su papel que sin pensarlo mucho añadió unas líneas más
al libreto, se estaba despidiendo del que alguna vez considero su peor enemigo.
—Cupido, oh mi antiguo enemigo, ángel indescifrable, de flechas agudas y punzantes,
cuanto sufrimiento me causaste, fue un mar de llanto interminable y una lucha injusta y
des animante, pues fue arrogante de mi parte pensar que una humana podía vengarse,
me robaste a alguien importante para después guiarme a los brazos de un amor aun
más fuerte, cambiaste mi ira por emociones, mis lágrimas por ilusiones, oh, cupido mi
pecho ha recibido con gusto este nuevo amor.
La escena final había sido culminada con un beso y todos los presentes habían
terminado conmovidos y enamorados de aquella pareja de jóvenes actores,
especialmente de la que nombraron prodigio.
En cuanto la obra termino Sara fue la primera que se puso de pie y aplaudió llena de
orgullo mientras las lágrimas inundaban sus ojos, Isabela también lloró, pues era un
sueño ver a su madre sentirse orgullosa de ella.
Aquella noche Isabela recibió mil elogios y una propuesta para participar en una obra
que recorrería todo el país la obra se llamaba “la princesa de las flores” y ella no podía
estar más feliz.
—¡Te dije que lo lograrías! ¡estoy orgulloso de ti! —Liam la abrazó y le dio varias
vueltas.
—No puedo creer que esto se haya terminado, tú también recibiste muchas
propuestas. —le dijo Isabela sonriendo.
—La única oferta que me interesa es la de exponer mis pinturas en una exposición en
parís, es algo que siempre había soñado y creo que esa es la única que tomaré. —le
dijo Liam sonriendo.
—Nos están pasando cosas increíbles…es como estar en un sueño.
—Lo sé jaja. —Liam vio que la madre de Isabela estaba esperándola afuera del edificio
y abrazó a Isabela para que pudiera hablar a solas con ella.
—Te veo en un rato.
—Sí, gracias.
—Hola señora, me alegro que haya venido. —le dijo Liam antes de irse.
—Gracias por invitarme, quería hablar con Isabela, si es que ella quiere.
—Si quiero, vamos a un lugar más tranquilo. —le dijo Isabela con una sonrisa tímida.
—Escucha hija yo…—Isabela la interrumpió abrazándola con fuerza y las dos se
pusieron a llorar a voz en cuello.