Lo bueno de la suerte es que como hay mala también hay buena, y aunque en las últimas horas la mía fue un asco, al menos al momento de llegar al local de comida rápida no habían pasado más desgracias.
Bajamos de la camioneta, nos adentramos al local y sorprendentemente no había logrado captar a ningún paparazzi además Jack lucía relajado por lo que lo imité. Visualicé a mi mejor amiga y a mi hermano en una mesa apartada de las ventanas, supuse que Sun creyó que era lo mejor para no ser captados por indiscretos lo cual agradecí internamente, sin embargo hubo personas que sí reconocieron al famosísimo Jack Sanders mas no dijeron nada.
Le sonreí a mi amiga y ella me devolvió el gesto antes de fijarse en mi querido novio y como era de esperarse se sorprendió, porque vamos, nadie podría evitarlo, Jack era muy guapo e imponente, no la culpaba.
—hola, Summer, él es Jack— mi amiga asintió y lo saludó con un pequeño hola que él respondió de la misma forma, ya le había dicho a Jack que Sun sabía toda la verdad, para mi sorpresa no reclamó nada— hola, Jamy.
—hola, Jess— alzó la mirada de su teléfono y abrió su boca en sorpresa al ver al rubio a mi lado, lo cual no entendí porque pero tampoco le tomé importancia, me senté frente a él seguida de Jack— ¿quién eres tú?
Mis cejas se alzaron en sorpresa al escuchar el desagrado en su voz, Jamir o Jamy de cariño, no era así, mi hermano era muy educado y si se llegaba a molestar no te hablaba, recuerdo que él prefería ignorar a gritar o ser desagradable, a lo mucho llegaba a ser serio, y sí ese niño tenía sólo diez años sin embargo actuaba como uno más grande. Raro pero cierto.
—ehm... ya me voy, tengo tareas que hacer— avisó Sun y le sonreí agradecida asintiendo.
—gracias, Sun te debo una, luego hablamos.
—de acuerdo, nos vemos Jamy y Jack— los últimos asintieron serios sin voltear verla, parecían retarse con la mirada lo cual me resultó un tanto gracioso. Codeé a Jack y él volteó a verme sereno, no estaba serio pero tampoco rebosaba alegría lo cual era su estado natural.
—él es… Jack.
—ya lo dijiste Jess, quiero saber si es tu… novio— compartí una mirada con "mi novio" y él se encogió de hombros como dejándome la respuesta a mí y siendo sincera no supe qué responder, podría haber dicho que era mi amigo pero luego Jamir hablaría de mi nuevo amigo y empezarían las preguntas, porque los amigos no se ocultan según él y mis hermanos, pero si le decía que era mi novio quizás lo convencería de que me guardara el secreto o...—ya sé, son novios pero no quieres que lo diga.
¿Eh?
El niño era inteligente...interesante.
—¿por qué piensas eso?—pregunté realmente curiosa y mi hermano se encogió de hombros bebiendo su soda con la pajita, Summer ya le había comprado el almuerzo lo cual me hizo recordar que yo aún no comía y ya tenía hambre.
—porque este tenía su mano en tu cintura cuando llegaron.
Vaya, no me había dado cuenta. Miré a Jack y él solo sonrió de lado. Pero claro, ahora estaba mudo. Genial.
—este tiene nombre, es Jack y sí, es mi novia— y ahora se le ocurre hablar— ¿nos guardarías el secreto?
—¿por qué debería hacerlo?—casi sonreí con la posición de mi hermano, brazos cruzados y mirada astuta, se parecía a cuando papá hacía sus negocios, adoptaba el mismo gesto.
—bueno, negocien ustedes, yo voy a pedir la comida— me levanté captando la mirada de ambos pero solo sonreí— ¿hamburguesa o pollo?—pregunté a Jack y él hizo una mueca con sus labios.
—¿cartón o aceite? Elige tú— reí y negué.
—exagerado— sonrió pero no dijo nada, tampoco lo juzgaba yo también era algo quisquillosa con la comida, pero una hamburguesa era una hamburguesa y aunque Jack pensara que las papas de Macdonal's parecían fósforos a mi me encantaban.
—Jess ¿me compras una cajita feliz? Quiero los nuevos juguetes de Toy Story cuatro— mi entrecejo se frunció y negué de inmediato, no entendía cómo es que a un niño le dejaban ver películas de terror, de seguro Jeremy tenía que ver en eso, a él si le gustaban esas cosas— ¿no?¿por qué no?
—¿cómo te pueden gustar esos juguetes diabólicos? Le voy a decir a Jeremy que no te deje ver películas de terror— tanto mi hermano como Jack me miraron confundidos pero yo seguía firme en mi posición, esas películas podrían causar traumas, lo mejor era que mi hermano no viera eso y mucho menos que tuviera esos juguetes, que tal y de verdad estuvieran poseídos, no gracias nada de Toy story para Jamir.
— Toy Story no es una película de terror, pajarita.
—¿ah, no?—miré a Jack confundida notando como él apretaba sus labios para no sonreír.
— su nombre es Jess— refunfuñó Jamir.
—no, es Jessenia— rodé los ojos, parecían dos niñitos— como sea, ¿en serio no has visto la película? Es una de las más famosas de Pixar y Disney.
—pero...—oh, seguro Thali se confundió o bien podría haberme jugado una broma, lo segundo era más probable. Sacudí mi cabeza en una negativa y resoplé— no la he visto, pero esta bien compraré la cajita feliz, ya vuelvo.
No dijeron nada y me acerqué al mostrador haciendo mi pedido, lo bueno es que no habían tantas personas, le sonreí al cajero y él me devolvió la sonrisa, que amable. Pasé hacia un lado y otro chico, pelirrojo esta vez, se encargó de acomodar mi pedido en la bandeja mientras leía la boleta con todo lo que tenía que entregar, se movía con agilidad parecía acostumbrado, supuse que así debía ser, era alto y simpático.
Que suerte para encontrarte con puro guapo.
Sonreí ante el pensamiento y él chico me devolvió la sonrisa pensando que lo estaba habiendo hacia él, aunque no lo aclaré. Sentí una mano en mi cintura y no hizo falta voltear para darme cuenta que era Jack, su loción era tan inconfundible como exquisita. Aún así lo miré molesta.
—¿dejaste a mi hermano solo?— pregunté escandalizada y él se encogió de hombros.
— ese niño es todo un caso Jess, es mejor negociante que yo, ¿puedes creerlo?— se llevó una mano al pecho y coloqué mis ojos en blanco, sin duda era todo un dramático y ¿cómo rayos se le ocurría dejar solo a un niño? Y si lo secuestraban o le daban veneno en un dulce. Que irresponsable.