CAPÍTULO 17

Después de pasar ya varios minutos en la nueva cafetería Luca se desocupo y nos hizo compañía en la mesa en la cual estábamos mi madre y yo. No lo negare, era un poco incomodo, hace unos días estaba dándome a golpes con otro ser y Luca fue uno de los que me incentivo a hacer tal acto, si mi madre se enterara de eso yo quedaría castigada por la eternidad y Luca desaparecería sin dejar rastro alguno.

“no refutare eso, conociendo a tu madre y lo sobreprotectora que es contigo” podía escuchar sonrisillas salir de Killian, el no ayudaba a que esta incomodidad desapareciera. Luca simplemente me veía y sonreía de oreja a oreja, mi madre estaba fascinada con él. Hablaban del ex trabajo de ella, no me extrañaba que Luca estuviera bien versado en el tema después de todo ya lleva cientos de años viviendo así que se le facilitaba interactuar con todo tipo de personas.

Después de estar un rato con nosotros Luca se iba enseguida a recibir a las personas que llegaban, les daba la bienvenida amablemente y todos quedaban fascinados con él. Lo entendía. Cualquier ser humano caería ante los encantos de los vampiros. Estos poseen el poder de atracción que en ocasiones lo activan inconscientemente. El gran atractivo de cada uno de ellos resaltaba de alguna u otra forma. Lo comprobé al ir a esa estúpida pelea. Todos y todas eran extremadamente bellos.

- ¿no te parece que es buen muchacho Ailén? Es muy amable, cuando trabajaba en la empresa de su padre trataba de ayudarme levantándome los ánimos cuando me veía decaída. Conversaba conmigo acerca de varios temas lo cual hacía que el tiempo pasara volando- mi madre se enfocó en hablar maravillas de él.

-me alegra por ti- fue lo único que le pude decir. Yo era todo lo contrario a Luca. Mi vocabulario era tan limitado que no sabía cómo expresarme hacia los demás. Ni siquiera sabía cómo expresarme correctamente hacia mi madre. Después de mi respuesta ella se limitó a expandir una gran sonrisa y a continuar hablando maravillas de Luca. Nos estuvimos un buen rato en ese lugar entre las idas y venidas de Luca no había oportunidad para convencer a mi madre en irnos ya para la casa.

“esto, no crees que tu madre está intentando convencerte de lo maravilloso que es Luca. Es como si quisiera que te fijaras en él” entendía a que se refería Killian. No es normal que ella se exprese así de alguien. Cuando habla de los hijos de sus amigas o de sus compañeras de trabajo siempre resaltaba al que más le gustaba para emparejarlo conmigo. En esta ocasión, se nota que de verdad quiere emparejarme con Luca, se está pasando de halagos. Yo solo sonreía.

Luca regreso nuevamente a nuestra mesa.

-no quería preguntar, pero la duda me está matando ¿de dónde se conocen ustedes dos? ¿acaso vas a la misma escuela que Ailén? -

“ya se estaba tardando en hacer esa pregunta, creí que ni lo había notado”

-sabes que a ella no se le escapa nada- Killian y yo sonreímos como idiotas. Yo conocía a mi madre de toda la vida y Killian a pesar del poco tiempo que ha vivido en mi cabeza también ya le estaba comenzando a entender.

-yo voy a una escuela diferente. Tenemos una amiga en común, fue de esa manera que conocí a Ailén- Luca sonreía mientras me veía. Era aterrador, no sabía que es lo que pasaba en su mente cuando hacia ese tipo de sonrisa.

-quien de las dos ¿Rika o Cloe? -

“no se le escapa nada” las risas de Killian inundaban mi cabeza así que era inevitable que yo también riera.

-Cloe, a Rika no he tenido la oportunidad de conocerla-

- ¿en serio? - no pude evitar sorprenderme, creí que Luca interactuaba con todos los humanos involucrados de alguna u otra forma con el clan Campbell. Aunque creía que mi madre era una excepción resulta que Rika es la excepción aquí.

-en serio, alguien me lo prohibió tan amenazante que decidí mantener mi distancia- Luca me veía. Pero entendía que no me veía a mi sino al ser que habitaba en mi cabeza. La sonrisa que yo estaba expresando se esfumo en pocos segundos.

-de verdad ¿Quién te lo prohibió? - a mi madre le gustaba enterarse de todo.

-es un amigo, puede que más adelante tenga el placer de conocerlo Ms. Elizabeth- algo que Luca nunca olvidaba al conversar con alguien “mayor que él” eran los modales. Después de toda esa explicación Killian no volvió a decir nada más. Al fin, mi madre decidió levantarse de la mesa para despedirse de Luca y marcharnos a casa.

-espero tenerlas nuevamente aquí- decía Luca con la sonrisa imborrable en su rostro.

-por supuesto, vendremos todos los días si es posible- la sonrisa del rostro de mi madre también era imborrable en estos momentos.

Después de que mi madre seguía alagando a Luca al fin llegamos a casa ambas nos cepillamos los dientes y cada una entro a su habitación.

El sonido de la lluvia inundaba la habitación, me como coloque la pijama y me acosté en la cama.

-así que se lo prohibiste con amenazas eh- le solté, sí, me estaba incomodando esa confesión.

“no fue tan exagerado sabes, solo le pedí que no se involucrara con Rika y el accedió así de fácil”

- ¿Por qué? -

“Porque”

- ¿por qué Luca no podía interactuar con ella como lo ha hecho con los demás? -