Cuando él no esta

Fue algo erótico

Una vez tuvimos una pelea y ambos nos dejamos llevar por el orgullo, pero yo me moría por ganas de escribirle y ella se moría por ganas de hacerlo también. Pero yo no le escribí. Me fui directamente hacia su casa. Ya no tenía tanta supervisión porque ella era mayor de edad. Su madre estaba a punto de salir y lo único que me dijo fue: "Inténtalo, ánimala". Yo asentí con la cabeza. Ella estaba dormida. Me senté a su lado en la cama y le acaricié el cabello.

"Eres mía, pequeña...", Ella despertó después de un rato y me miró. Luego se levantó para entrar a bañarse.

"¿Quieres venir conmigo?", me preguntó. Yo negué con la cabeza. La respetaba mucho, pero la deseaba más. Ella entró al baño con una expresión de decepción y tardó 20 minutos en salir. Cuando vi que había pasado mucho tiempo, miré su hermoso cuerpo desnudo, miré cómo bailaba bajo la ducha y puse mis manos alrededor de su abdomen. Ella se quedó un poco sorprendida, pero no se apartó. Le di un pequeño beso en el cuello y la pegué contra la pared.

"Te voy a hacer mía... más de lo que ya eres", le dije. Me posicioné detrás de ella, embistiéndola suavemente. Usé mi mano alrededor de su cuello y metí dos de mis dedos en su boca. Sus gemidos eran de placer y de dolor, pero me pedía que no me detuviera. En un momento, intenté hacerlo para no lastimarla más, pero ella me dijo que no me detuviera, que siguiera y que no me atreviera a parar.

Después de que me corrí, respiré satisfecho y ella se quedó dormida prácticamente parada. La cargué y la puse en la cama. La sequé con una toalla que estaba cerca y le dejé una rosa roja, de las que estaba acostumbrado a dejarle.




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