Cuando el Sol prefirió el Otoño

Capítulo 3☀️

Hannah.

Desperté con la respiración agitada y sudando frío, me llevé las manos al pecho intentado calmar mi agitado corazón. Otra vez lo había soñado.

Pelusa, que estaba hecho un ovillo en la orilla de la cama, se acercó a mi para echarse sobre mis piernas, pegando su linda cabecita a mi abdomen, pareciera que intenta contenerme. Le acaricie sus orejitas a modo de agradecimiento, desde que llego a esta casa ha sido mi pequeña y peluda contención.

Tomé el celular de mi velador y miré la hora, <03:47>, excelente. Desbloqueé la pantalla y decidí entrar a mis redes sociales para distraerme un poco, por lo menos hasta calmar mi corazón. Me llego una notificación de mensaje.

Landon: ya se pasó tu hora de dormir, Rojita.

Yo: muy gracioso, también se te paso la hora de dormir.

Landon: no estas despierta porque sí, ¿te paso algo?

Yo: las pesadillas :c

Landon: ¿estás bien?, ¿quieres hablarlo?, ¿quieres que vaya?

Yo: prefiero no hablar, y estás loco Land, son casi las 4 AM.

Landon: para eso estamos, en las buenas y en las malas.

Landon: ¿te parece si voy temprano “mañana”, y hacemos algo divertido?

Yo: de acuerdo, gracias.

Landon: de nada, Rojita. Sueña con los angelitos.

Bloquee el celular con una sonrisa, gracias a Dios tengo a uno de los mejores amigos del planeta. Ate mi cabello en un rodete y me acomode mejor en la cama, Pelusa se acomodó a un costado de mi cuerpo. Respire profundo e intente dormir a pesar de todo, mañana cambiaria las sábanas y me daría un largo baño.

☀️☀️☀️

Termine de desheredar mi cabello mientras veía a Pelusa estirarse y doblarse a diestra y siniestra en mi cama por el reflejo del espejo.

—No sé por qué me esfuerzo en hacer bien mi cama, si siempre la desordenas — le dije, el pareció entender porque dejo de moverse.

Se quedo echado, con la mirada fija en mí.

Me levante del tocador y abrí mi closet, saqué mi chaqueta de mezclilla y mi pequeño bolso artesanal rojo, guarde todo lo necesario en él y salí de la habitacion. Papa estaba en la sala de estar con una taza de café en la mano y el periódico de hoy en la otra. Lo bajo al escucharme bajar las escaleras.

—Qué bonita — observo mi atuendo—. ¿Vas a salir?

—Landon y yo tenemos planes — deje mis cosas sobre uno de los sillones.

Entre en la cocina y me prepare una taza de té de manzanilla. Volví donde papá.

—Asi que…tienen planes, planes tan temprano — me miró dudativo—. ¿Qué tipo de planes?

Tampoco es que sea tan temprano, apenas son las 10 A.M.

—La verdad no lo sé, Landon no me dijo — me senté a su lado —, y sea lo que sea que estés pensando, no.

—No sé de qué hablas — bebió de la taza.

—Aja, lo que digas — bebi de la taza.

Papá siempre ha creído que terminare siendo novia de Landon o Trevor, ya que son a los únicos chicos que he dejado acercarse por completo a mí. Edgard Boyd no entiende que las amistades hombre y mujer existen.

—¿Estas lista para tu último año, cariño?

—Sí, este año será decisivo — miré el contenido de la taza

Este año debía escoger una universidad, debía decidir si me quedo en Perkins o me voy lejos para vivir mi vida.

No puedo dejar a papá.

—Sé que tomaras la mejor decisión, cariño — beso mi coronilla—. Siempre lo haces.

Sin presiones. Igual que siempre.

—Tu hermana ya debería estar aquí — comentó

Mejor no la menciones, papá. No la invoques.

—Seguro que llegara en un rato — miré la televisión, papá pareció notar mi cambio de actitud.

Heather me arruino en grandioso día que había tenido, no pienso dejar que me arruine el día de hoy. No pienso permitirle eso.

Mi celular en mi bolso, contesté.

—Rojita, estoy afuera.

—De acuerdo, salgo enseguida.

Colgué y tomé rápidamente el contenido de la taza.

—Era Landon, ya me voy — deje la taza sobre la mesa de centro, tome mis cosas.

—Cuídate, Hannah y no vuelvan tarde — me sonrío—. Y dale mis saludos a Landon.

—Adiós, papá — Sali de casa.

Para mi sorpresa, Heather se estaba bajando del auto de Jena. La pelirroja al verme se acercó.

—Hannah, yo…—

—Ahora no, Heather — pase por su lado—. Nos vemos más tarde.

Caminé hasta el jeep de Landon y subí. Landon me miró extrañado.

—Que genio, Rojita — se burló—. Las vacaciones cambiaron tu humor mañanero.

—No fueron las vacaciones, fue Heather — me puse el cinturón.

—¿Qué te hizo ahora tu gemela malvada? — apretó tiernamente la punta de mi nariz.

—Me llamo aburrida y que no se llevar mi vida — sentí una ligera presión en mi pecho.

—Tu hermana es una tonta que no ve más allá de su ombligo — tomo mi mano, apretándola ligeramente—. No eres aburrida, Hannah, y eres la primera chica que conozco que ha manejado sus problemas de la mejor manera posible, sabes exactamente lo que tienes que hacer, y siempre ves por tu familia antes de ti.

—Gracias, Land — le sonreí —, eres el mejor.

El pelinegro me sonrió mostrando los dientes para después arrancar el auto. Landon St. John siempre ha logrado sacarme una sonrisa en los peores momentos, amo a todos mis amigos por igual, pero Landon es el primer gran amigo que tuve, al primero que le conté mis secretos. Estábamos en la carretera principal de la ciudad, mientras los rayos del sol de verano nos calentaban el cuerpo. Landon se puso sus lentes de aviador. Saqué mi celular y le saqué una fotografía.



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En el texto hay: verdades, amor, gemelas

Editado: 26.10.2021

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