Hannah.
¡Virgen santísima!, creo que me va a dar algo, ¿mi pulso se aceleró o ralentizo?, ¿son puntos negros los que veo frente a mis ojos?, ¿Por qué de repente comenzó a hacer calor?
¿Por qué?, ¿Por qué?, ¡¿Por qué?!
¡¿Qué carajos hice como para merecer esto?!, ¿estoy pagando un karma de mi vida pasado?, ¿acaso fui una asesina serial y una tirana?
¡¿Por qué Virgencita?!
—Carajo— solté en voz casi inaudible mientras intentaba pensar en algo.
Cerebro, por favor no me falles ahora.
—La verdad, estamos algo ocupados— respondió Justin con molestia mirando a Raegan.
—Hannah— su mirada verdosa fija en mí—. ¿Te sientes bien?
—Si…eh… ¿sucede algo? — intenté controlar mis emociones.
A ver, enfócate, Hannah. El chico que te gusta (que según mi boca no me gusta) está aquí junto al chico que me gusto hace años, y a unos metros de nosotros esta mi mejor amigo con una mirada que esta que le lleva el diablo por romperle la cara al pelinegro. Ok, ahora, ¿Cómo diablos manejo esto?
—Te echaba de menos, me extrañó no verte en el almuerzo— sonrió.
Virgen de la Papaya, dame fuerza. Amén.
—¿A…a mí?
—Claro, era raro estar sentado en la mesa y que no estuvieras— tomó un mechón de mi cabello y lo llevó detrás de mí oreja.
Noté como el pelinegro observaba fijamente el acto del castaño y apretaba los puños. Mala señal, creo, la verdad no sé cómo tomármelo.
—Mejor hablamos después, Fresita—Justin tocó mi brazo, rozando mi piel desnuda—. Espero verte en el baile.
Se alejó de nosotros. Decir que me encontraba en shock es poco, podía sentir el calor en mis mejillas y la confusión en mi mente. No comprendía que fue todo lo que acababa de pasar.
—¿Landon te pidió que vinieras por mí?
—No exactamente, yo me ofrecí a ver qué pasaba contigo, no te veía cómoda con ese chico.
—Pues gracias, pero creo que podía manejarlo.
—Pues tu cuerpo y cara no piensan lo mismo— llevo sus manos a mi rostro, acunándolo con ternura—. Estas rosadita, pareces un lindo tomate, Hannah.
Saber que sus dedos estaban tocándome de esa forma el rostro, que estábamos asi de cerca y que me acababa de decir linda no ayudaba en absolutamente nada a mi condición.
Aléjate de él. Heather gusta de él. Hazlo por tu hermana.
Di un paso hacia atrás, logrando dejar cualquier tipo de contacto con Raegan. El chico me miró algo confundido, pero no dijo nada. Lo escuche suspirar.
—Sera mejor ir a la cafetería, todos estaban preguntando por ti— asentí y ambos caminamos hacia Landon.
El pelinegro me miró fijamente, después poso una mano en mi hombro—. ¿Todo en orden, Rojita?
—Todo en orden, Land.
Los tres caminamos al comedor. Al llegar a la mesa, note que Trevor tenía la mirada curiosa, estaba claro que él también estaba enterado del regreso de Justin, y a las Katie y Julia acababan de enterarse por sus caras sorprendidas y contraídas.
Definitivamente la llegada de Justin Prescott no es nada buena, y eso que aún no saben que soy su tutora.
¡Virgencita, no me abandones!
☀️☀️☀️
—Hannah, quédate quieta — pidió Katie por tercera vez.
—¿Es necesario todo esto?
—Si, solo resalto tu belleza natural, ahora quieta— observo mi parpado mientras acercaba el pincel del delineador—. Delinear el ojo es un arte que requiere concentración y paciencia, asi que te aguantas pelirroja.
Me quede completamente quieta mientras mi mejor amiga me maquillaba, llevábamos alrededor de una hora arreglándonos en la casa de Julia para el baile de bienvenida, a pesar de que el baile era casual y nada glamoroso, las chicas de verdad quisieron esforzarse en como iríamos. Los tres íbamos con vestidos de olores solidos específicos, Katie llevaba un precioso vestido celeste que resaltaba su oscuro cabello, el cual estaba completamente liso, Julia llevaba un vestido burdeo con pequeños vuelos del mismo color y el cabello trenzado y yo tenía un simple vestido amarillo con decoraciones de encaje, la verdad me gustaba el vestido y mi cabello estaba con ondulaciones bien definidas.
Katie se alejó un poco de mí. —Perfecta.
Los celulares de las tres sonaron a la misma vez.
—Son los chicos— informo Julia viendo la pantalla—. Están afuera.
—Bien, señoritas, es hora de ir a divertirnos— declaro la pelinegra tomando su chaqueta y su bolso de mano.
Julia y yo tomamos nuestras cosas y bajamos las escaleras, no despedimos de los señores Sommers y salimos de la casa. Landon, Trevor y Raegan estaba parado frente a sus autos, al parecer querían llegar en parejas. ¡Demonios!
—Lucen increíbles— comentó Landon con una sonrisa.
—Lo sabemos—respondió la pelinegra parándose junto a él.
La mirada de Raegan estaba sobre mí, colocándome nerviosa. Cada pareja subió a su respectivo auto y partimos rumbo a la escuela.
—Estas hermosa, Hannah— comentó el castaño, mis mejillas se sonrojaron.
—G…Gracias. Tu estas increíble, quiero decir guapo… digo, te ves bien.
Tonta, tonta, tonta.
El chico a mi lado sonrío al ver mi nerviosismo. El trayecto a la escuela fue rápido, muchos estudiantes aún estaban afuera esperando su turno para entrar. Nos bajamos del auto y nos reunimos con nuestros amigos. Hicimos la fila para recibir nuestros pañuelos de entrada, finalmente los conseguimos, Katie y Landon eran amarillo, Trevor y Julia verde y Raegan y yo rojo. Entramos en el gimnasio.
La decoración del lugar estaba increíble, parecía un carnaval llamativo, la música estaba a tope y las luces fluorescentes le daban un toque más llamativo a los colores que decoraban las paredes. Hay un DJ en el escenario tocando y mezclando los temas de distintos artistas.
A lo lejos logre divisar a Heather y su grupo de amigos, ella no debe saber que mi pareja es Raegan. La pelirroja al verme, me hizo una señal para que me acercara a ella.