Cuando el Sol prefirió el Otoño

Capítulo 14☀️

Hannah.

—Déjame ver si entendí bien, estaban teniendo un momento especial mientras bailaban, y de repente lo mandas a los brazos de tu gemela malvada— sintetizó Julia observándome—. Tú de verdad estas mal, Hannah.

—¡Esta demente! — comentó Katie—. Tenías al chico que te gusta en tus brazos, bailando con la voz de Ed Sheeran de fondo, ¿Qué demonios, pelirroja?

—Le prometió a Heather un baile, y Jenna me estaba observando fijamente, esa chismosa le puede meter cosas erróneas en la cabeza.

—¿Erróneas?, Hannah, hay que estar ciego para no darse cuenta de que existe una química entre Raegan y tú.

—Julia tiene razón, es claro que entre ustedes hay algo— concordó Katie, —la tensión que hay es palpable.

—¿Saben?, están torturándome la mente— desvíe la mirada—. ¿Y Landon y Trevor?

—Con el equipo de Lacrosse, se están poniendo de acuerdo para el after party— la rubia se encogió de hombros.

Intente no mirar en ningún momento la pista de baile, no quería ver a Heather divirtiéndose con Raegan, aunque, por otra parte, tal vez debería mirarlos, para grabarme esa imagen en la mente y siempre tener presente que ambos terminaran juntos.

Los busque con la mirada, estaba en el medio de la pista bailando Outside de Calvin Harris, se estaban divirtiendo. Heather tenía la mirada fija en el castaño, hace mucho no veía ese tipo de mirada en ella, la última vez que la tuvo fue hace tres años, después de ver un video donde mamá y papá bailaban en su graduación. Llevaba años intentando que sus ojos volvieran a tener ese brillo y alegría, pero me duele que la persona que se lo esté dando, es la misma que aloca mi corazón.

Tal vez no fue tan buena idea mirar.

—¿Te arrepientes de lo que hiciste?

Julia se paró a mi lado con la mirada en la misma dirección que yo.

—Algo— me encogí de hombros.

—Hannah, sé que quieres mucho a Heather y que la quieres ver feliz, pero no puedes manipular a Raegan a estar con ella, después de todo, la decisión final será solamente de él.

—Y elegirá a Heather, siempre es asi— suspiré—. Además, Raegan no me ve de otra forma.

Mentirosa. Sabes que hay algo flotando entre ustedes.

La rubia negó con la cabeza—. ¡Ay, Hannah!, Creo que, por primera vez, no estás viendo el panorama completo de la situación.

—¿A qué te refieres?

—Hola, Hannah. Hola, Julia, es un placer volver a verte— Justin apareció frente a nosotras.

—Me gustaría poder decir lo mismo— Julia lo miró con frialdad—. ¿Qué se te ofrece, Prescott?

—La verdad, quería saber si Hannah me concede un baile.

¡Ay no!

—Tú de verdad buscas pelear con los chicos, ¿no? — es raro escuchar a Julia en un modo pesado, de por si siempre es Katie.

—Claro que no, pero le deje clara mis intenciones a Hannah, y la verdad también me gustaría hablar con todos ustedes.

—Pues suerte con eso.

—Justin, no creo que sea buena idea— intervine.

—Sé que no merezco tu compañía, Fresita— mi corazón se estrujó—. Pero de verdad me gustaría bailar contigo, a pesar de que eso me meta en problemas.

La mirada de ambos estaba sobre mí esperando respuesta—. Es que…yo…

—Creo que está bastante claro que no quiere.

Esto tiene que ser una jodida broma. Raegan había llegado a nuestro lado, su mirada fría sobre el pelinegro.

—¿O será que tú no quieres? — soltó Justin de repente.

Note como los hombros de ambos chicos se tensaban. Ok, momento de intervenir.

—¡Oh, miren que tarde es!, debemos irnos al after— como si mi vida dependiera de ellos, tomé a Julia y Raegan del brazo y los jalé lejos de Justin —. Nos vemos después, Justin.

Cuando estuvimos lo suficientemente lejos del pelinegro los solté. Raegan aún estaba serio, mientras que Julia estaba molesta.

—Ese bendito idiota, ¿con que derecho se atreve a siquiera dirigiste la palabra?

—Ya, Julie, ya paso— intenté calmarla.

—Quiero darle unas cachetadas— prosiguió la rubia —. Ojalá Landon y Trevor le partan la cara de una vez por todas.

—Dos contra uno, eso no suena justo— solté.

—Dirás tres contra uno— intervino Raegan, mirándome—, no me gusta cómo te mira ese chico, chica ciencia.

¡Virgen santísima!, ¿Por qué me había gustado tanto escucharlo decir eso?

Después de intentar calmarles los ánimos a ambos nos reunimos con el resto de nuestros amigos. Paso alrededor de una media hora cuando el baile comenzo a decaer lentamente, muchos alumnos se estaban yendo y otros se dirigían a la casa de Josh Davis. El trayecto en el auto de Raegan fue divertido, por lo menos su humor había cambiado bastante después de alejarlo lo suficiente de Justin.

La música se escuchaba a todo volumen y de las ventanas de la casa de Josh se reflejaban distintos colores. Es una suerte que no tenga vecinos cerca, sino tendríamos problemas con la policía por el ruido. Nos bajamos del auto y nos reunimos con el resto en la entrada. La casa estaba repleta, gran parte de la escuela estaba aquí, y el ambiente del lugar era mucho más divertido, liberal y relajado. Trevor nos guio hacia el patio, donde algunos estaban dentro de la piscina y otros estaban en una improvisada pista de baile junto a un DJ. Los chicos fueron a saludar a Josh mientras las chicas y yo los esperábamos cerca de la barra de bebidas.

—Déjame ver si entendí bien— comentó Katie mirándonos —. El imbécil de Justin quería bailar con Hannah, pero Raegan intervino y declaró querer golpearlo solo por qué no le gusta cómo te mira.

—Debiste haber visto las caras de ambos— le siguió Julia con emoción —, juro que ya veía que se agarraban a golpes por nuestra Hannah.

—A mí no me parece algo bueno, Julia.

—Ay, pelirroja, ¿acaso no lo ves?, Raegan te está mandando señales de que le gustas, y tú, estas tan lenta como un caracol — la pelinegra me miró fijamente, abrí la boca para hablar, pero me corto —, y no me vengas con que “es que a Heather le gusta y bla bla bla”, que por mucho que lo repitas, no cambia que Raegan te preste atención a ti y no a ella.



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En el texto hay: verdades, amor, gemelas

Editado: 26.10.2021

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