Cuando habla el corazón

Capítulo: 2

¿Qué harás? —cuestionó—. Jamás imaginé que el hombre que amaba no me daría su apoyo ante esta situación tan difícil para mí.

—Tendré a estos bebés —respondí acariciando mi vientre con cariño.

—Si lo decidiste tú sola, es porque puedes criar a esos niños sola —dijo y sus palabras fueron un duro golpe a mi corazón—. O vas e interrumpes ese embarazo, o en esta casa no te quedas un segundo más.

—Está bien, me iré —respondí y abrí el almario empacando mi ropa en una maleta mientras mi rostro se llenaba de lágrimas. Él abandonó la habitación tirando la puerta con rabia, mientras tanto yo recogía mis cosas con calma con la esperanza de que él regresara a disculparse, cosa que no ocurrió. Marcos caminó hacia la sala y se encontró con su madre que caminaba hacia nuestra habitación al escucharnos discutir.

—¿Qué ocurre? —le preguntó a su hijo mientras este sacaba las llaves de su auto para alejarse.

—No te metas en esto, mamá...

—No deberías tratar así a Lisi está embarazada—dijo, pues cariñosamente me decía así y había sido muy amable conmigo desde que su hijos nos había presentado, jamás me había tratado mal.

—No tendremos ese niño síndrome, no lo tendremos—exclamó Marcos y la madre sujetó su brazo.

—¿Qué demonios dices Marcos?

—Uno de los niños viene con problemas...

—¿Qué problemas? —interrumpió la señora mostrándose ya preocupada. 

—Síndrome de Down—afirmó.

—No puede ser—exclamó la señora cubriéndose los labios. —Iré a hablar con ella.

—Lisi—pronunció tocando la puerta y entrando luego—. ¿Es cierto lo que me dijo Marcos? ¿Qué uno de los bebés es síndrome de Down?

—Sí—respondí derramando unas lágrimas y ella se acercó y me abrazó.

—Estarás bien, sea cual sea la decisión que tomes yo te apoyaré. —dijo besando mi frente.

—Tendré a estos bebé—pronuncié y ella acarició mi vientre.

—Por supuesto que sí—dijo—si esa es tu decisión a esos bebés no les faltará el cariño de su abuela. Y no te vas a ir de esta casa. Si Marcos no quiere a estos niños que se vaya él, no vas a estar sola y embarazada por ahí pasando turbulencias.

—Gracias—respondí secando mis lágrimas—. Usted es como una madre para mí, siempre me ha tratado con cariño y respeto, pero no quiero que tenga problemas con su hijo por mi culpa. Además, es mejor que me vaya para la casa de mis padres hasta que se calmen las cosas.

—Está bien —contestó—, pero las puertas de esta casa siempre van a estar abiertas para ti y para mis nietos, nunca lo olvides. Yo hablaré con Marcos y tarde o temprano lo aceptará. Hay que entenderlo también, esta situación es muy difícil para él. Es un hombre de negocios, es renombrado y es lógico que quiera mantener una buena apariencia, pero tarde o temprano terminará cediendo —no dije nada más solo la abracé, tomé mi maleta y me fui de allí.

********

—Lisi, cariño ¿qué ocurre? —cuestionó mi padre cuando me vio frente a su puerta con las maletas y con el rostro hinchado de llorar. 

—He terminado con Marcos papá, me voy a divorciar...

—¿Qué te hizo ese desgraciado? Si te hizo daño, lo mataré —exclamó abrazándome y mi madre ya había llegado hasta allí.

—Hay un bebé que tiene un cromosoma de más, es síndrome de Down y Marcos quiere que aborte ese bebé.

—Ven cariño—pronunció mi madre haciendo que me sentara y ambos se sentaron a mi lado.

—Alessia—dijo mi padre—sabemos que ustedes ya querían mucho a esos bebés, pero debes pensar las cosas con claridad. Eres joven, mi niña, cómo te verán las demás personas si tienes un hijo así.

—Después pueden tener más hijos —intervino mi madre y tragué en seco—. No es como si hubieras perdido ambos bebés.

—Tendré estos dos niños —afirmé—ambos son mis hijos y los quiero por igual, ya tengo 16 semanas. 

—Alessia no pienses solo en ti. Marcos tiene razón y esta situación nos involucra a todos —dijo mi padre y mi madre lo miró con los ojos volteados.

—Dejemos que la niña descanse, ya luego hablaremos de eso —dijo ella—. Vamos a la habitación, Lisi, tienes que descansar —agregó y la acompañé a mi cuarto. Ya había tomado una decisión y no pensaba cambiar de idea, pero no tenía ganas de discutir, estaba muy estresada y deprimida para eso. 




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