Cuando la muerte sea solo un sueño

Capítulo 4: Secretos y confusiones

—Bendito seas entre todas las mujeres.

La voz de Brandon atrajo la atención de ellos, quienes tomaron asiento a lo largo de la última fila de sillas del auditorio. La mirada verdosa del chico conectó con la de Theo, quien sonrió en respuesta, encogiéndose de hombros.

Rebecca venía tomada de la mano de Brandon, y detrás de ellos estaba Emilia, hablando por celular.

Ella y sus compañeros llevaban un poco más de media hora allí sentados. Al principio la directora Rafaella realizó una charla de bienvenida a los estudiantes de intercambio, se encargó de enunciar las políticas y normas del internado, y luego procedió a explicar que cada año los estudiantes de antepenúltimo y último año debían prestar un servicio social a una comunidad especifica. Esto era muy importante en el internado, puesto que principalmente se esmeraban por incentivar en los alumnos la importancia del valor del servicio.

Cuando finalizó la charla, asignó a cada curso su respectiva religiosa para que por grupos de alumnos, les informara cuál sería el lugar destinado a la realización del servicio social, los horarios que debían cumplir y que, además, se encargara de supervisarlos en todo el proceso de visitas. A los de último año —el curso de Skyler—, les correspondió la superiora Gillian.

—Qué te digo, suerte de novato —habló Theo, haciendo alusión al comentario hecho por Brandon.

—Pero te advierto, ni se te ocurra fijarte en alguna de las tres. —Brandon se refería a Alai y a sus hermanas. Rebecca se liberó de su agarre y se alejó a una distancia prudente con Emilia, que le había susurrado algo antes de arrastrarla de allí.

Alai frunció su ceño, mientras que Camille y Skyler pusieron los ojos en blanco.

—¿Y por qué no? —inquirió la rubia. Los dos chicos la observaron con atención e internamente Alai pensó que su pregunta podía ser malinterpretada—. No me refiero a que quiera algo contigo, o sea...

Su mirada se dirigió a Theo.

—Una sutil forma de rechazo —mencionó el pelinegro, haciéndose el dolido. Alai negó con la cabeza.

—¡No! No me malinterpretes, verás, eres muy guapo, no he dicho que no, digo, cualquier chica aceptaría salir contigo... —sus palabras atropelladas causaron gracia en Theo, pero nadie se tomó la molestia de interrumpirla—. En fin, no soy hermana de Brandon como para que le prohíba a los chicos que coqueteen conmigo.

Theo pasó un brazo alrededor de los hombros de la rubia.

—No te preocupes, si yo quiero coquetear contigo, nadie me lo impedirá —le susurró, haciendo un guiño y consiguiendo que las mejillas de Alai se ruborizaran.

—Secretos en reunión, son de mala educación —interfirió Brandon, retirando el brazo que Theo conservaba sobre los hombros de Alai.

—Ya, Brandon, no seas pesado —reclamó Skyler, entrecerrando los ojos en su dirección.

—Pero si yo solo me preocupo por mis chicas —replicó burlonamente, luego hizo un puchero y se cruzó de brazos—. Como hermano mayor, mi deber es protegerlas.

—Déjame recordarte que ambas somos mayores que tú —destacó Skyler, refiriéndose a Camille y a ella.

—Oh vamos, ¿Mayor por cuánto? ¿Cinco minutos?

—Lo aceptes o no, conocí el mundo antes que tú, por lo tanto, tu faceta de hermano mayor sobreprotector, no queda.

Los dos mantuvieron un duelo de miradas momentáneo, hasta que Camille intercedió.

—Par de mocosos, yo soy mayor que ambos por 1 año y cinco meses y no ando creando un duelo de miradas sobre quién es mayor. —La castaña hizo una pausa, notando que Rebecca y Emilia venían de nuevo hacia allí—. ¡Mira! Tu novia ha vuelto, ve con ella, tigre.

Brandon se quedó viéndolos un momento más, sin inmutarse ante lo anunciado por su hermana.

—No tengo en mente ligar con nadie, así que relájate —habló Theo, pretendiendo que dejara de observarlo con tanta insistencia.

—Brandon, Camille Bright, Rebecca Bianco...
—el llamado de la superiora Gillian impidió que Brandon hablara nuevamente.

El castaño le lanzó una mirada de advertencia a Theo, antes de tomar la mano de su hermana mayor y marchase con ella y su novia, rumbo al escritorio situado para la superiora.

Al cabo de diez minutos, fueron llamadas Skyler, Emilia, Alai, Mónica, Theo, Logan y su mejor amigo Christian. Ellas llegaron primero, pero tuvieron que esperar un momento a que los dos últimos chicos hicieran acto de presencia para que la superiora empezara a decirles lo concerniente al servicio social.

—Hospital San Louis, ese será el sitio en que realizarán su servicio social. Estaré con ustedes únicamente los lunes, los martes y viernes serán supervisados por Logan, quien deberá informarme todo lo que realicen en el día y el desempeño de cada uno. —La superiora observó con detenimiento los rostros de sus alumnos, tratando de notar si había alguna pisca de confusión en sus expresiones. Como vio que todos parecían entender y estar de acuerdo con lo que decía, prosiguió—. El lunes hablaremos con el director del hospital, él nos dirá las áreas que requieren asistencia y les explicará mejor el funcionamiento de la entidad. ¿Alguna inquietud?

Skyler observó hacia sus costados para ver si sus compañeros planeaban indagar sobre algo, al notar que todos respondieron con un asentimiento de cabeza, volvió la vista al frente, repitiendo la acción.

—Muy bien, ya pueden retirarse, menos tú Logan. —El aludido quien estaba a punto de emprender su camino con Christian, giró sobre su eje, esperando a que los demás se marcharan para saber qué era lo que le diría Gillian.

El recorrido hacia la salida del auditorio, se tornó algo silencioso. Skyler notó que Mónica lucía un poco ausente, físicamente se encontraba con ellos, pero su mente parecía estar vagando en otros rumbos.

—Mónica, ¿Estás bien? ¿Ocurre algo? —se atrevió a cuestionar, aun cuando no tenía la suficiente confianza con la adolescente. Theo observó con curiosidad a su hermana.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.