Cuando la muerte sea solo un sueño

Capítulo 20: Lo que los rumores dicen

El camino de regreso al internado había tenido una diferencia principal comparada con el trayecto de ida al campamento: Skyler no había tomado asiento a su lado.

Esa tarde, Brandon se adueñó de la posición que le tocaba y limaron asperezas por la aparente enemistad que presentaban a causa de la rivalidad suya con Marcelo.

—Quería ofrecerte una disculpa por mi actitud contigo en el pasado —inició hablando Brandon con una mirada avergonzada—. Las palabras que decía Marcelo acerca de ti, generaron un repudio hacia la posibilidad de una cercanía contigo. Él decía que eras un chico pobre y aprovechado, que querías a fuerzas que Emilia fuera tu novia y que eras un criminal que utilizaba sus influencias para escapar por las noches a peleas clandestinas. Todo eso, con la finalidad de salir de tu vida de miseria —finalizó, expresando todos aquellos pensamientos que se formaron respecto a él.

Logan sabía que, al menos una vez en la vida, alguien diría algún rumor sobre ti. Todos corríamos el infortunio de que nuestro nombre fuera difamado de boca en boca. No había salvación para eso. Pese a saberlo, no creyó que lo que hablaran de él fuera tan opuesto a su realidad.

—Bueno, siempre van a haber varias versiones de una historia. La subjetividad se ve presente en la percepción que tiene cada persona sobre esa versión. —La expresión en el rostro del chico le recordó a la que le brindaba Skyler en cada ocasión que, según ella, no entendía su forma de expresarse. Él rio—. No puedes encasillar a alguien por lo que te digan los demás, solo sabrás la realidad cuando tú mismo te tomes la labor no solo de escuchar rumores, sino de conocer y ver qué hay más allá de eso.

—Ya entiendo por qué Skyler te aprecia
—señaló, con una doble intención oculta en sus palabras—. No es fácil ganársela, su única amiga siempre ha sido Alai y nosotros como sus hermanos.

—A mi parecer es muy sociable —dijo él, extrañado por lo que Brandon comentaba sobre chica cielo.

—Puede que lo sea a su modo, pero eso no significa que sea alguien de muchos amigos. Creo que se parecen más de lo que imaginas.

Su mirada se deslizó hacia los asientos traseros, donde se hallaba Skyler dormida, con la boca entreabierta y los cortos mechones rosas de su cabello estampados en su rostro. Esbozó una sonrisa por la imagen graciosa y tierna que ella emanaba.

—No soy quien para poner en discusión eso, la conoces más que yo —retomó el hilo de la conversación—. Y no te preocupes, acepto tus disculpas, estamos a paz —concluyó, extendiendo su mano para estrecharla como muestra de perdón.

Brandon aceptó el gesto con amabilidad y sus labios se sellaron consiguiendo un silencio absoluto por el resto de camino.

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—No vas a ir, Skyler. No hay nada más que discutir —sentenció, dándole la espalda para marcharse de la habitación.

Ya se había concluido la hora permitida para estar en el edificio de mujeres y no quería ser pillado por Gillian u otra de las monjas.

La terquedad de la adolescente se hizo presente, rebatiendo su negativa.

—No te estoy pidiendo permiso, Logan
—comenzó a decir, recogiendo en una coleta hacia atrás la mitad de su cabello, dejando su rostro despejado—. Tú no puedes prohibirme nada y le prometí a Alonzo que iría a verlo.

Se detuvo de golpe y giró sobre su eje, acercándose nuevamente a ella.

—Por Dios, Skyler, sé un poco sensata, ese no es un lugar para ti. Alonzo es muy tonto como para preocuparse por eso, yo no. No voy a exponerte a ese ambiente.

—¿No es un lugar para mí? ¿Por qué? ¿Porque soy mujer? ¿Es eso? —cuestionó retándolo, asumiendo que pretendía minimizar su empoderamiento como fémina autosuficiente y capaz de defenderse por sí misma—. Que tú seas hombre, no significa que…

—Basta, nadie está hablando de cuestiones de género. Eres una persona adinerada, ¿Bien? No sabes absolutamente nada de la vida, no has tenido que estar en los lugares que hemos estado Alonzo y yo.

Skyler se cruzó de brazos y negó con la cabeza demostrando la inconformidad ante su comentario. Que ella tuviera dinero, no significaba que no supiera nada de la vida, como él lo decía. Había sufrido la pérdida de su madre y recibió maltratos en su hogar. Se sintió sola y triste muchas veces, por la ausencia de su figura paterna. El dinero no la había salvado del dolor, ni la había eximido del sentimiento de sentir tu pecho oprimido a causa de la impotencia.

Si eso era no saber nada de la vida, bueno, entonces era una ignorante.

—No hagas eso —le pidió. La mirada de Logan se llenó de incertidumbre—. No le digas a alguien que no sabe nada de la vida, simplemente porque pienses que la tuya ha sido peor. Puede que sea adinerada, como lo has recalcado, pero eso no me ha evitado vivir. Y vivir no es solamente ser feliz y lo sabes. —él guardó silencio, permitiendo que ella dijera todo lo que quería—. No he estado en esos lugares que dices y, sin embargo, he estado en otros visiblemente impecables y verdaderamente nocivos.

Se inclinó, ajustando sus agujetas y volvió a tomar la palabra.

—Si no me llevas, yo sola iré.

Logan suspiró con pesadez y la vio salir de la habitación, sin darle tiempo de responderle.

Refunfuñó y la siguió rápidamente. Si no podía convencerla de quedarse, al menos debía asegurarse de que estuviera bien.

—Skyler —la llamó, antes de que cruzara el jardín—. Dices que irás sola, ¿Cómo saldrás sin que te descubran?

Ella no supo qué responder, se quedó pensando en las alternativas que tenía para escapar del internado por sus propios medios y la probabilidad de acierto, la cual era realmente baja.

—¿Irás conmigo? —terminó por preguntar, disfrazando su petición con parsimonia.

Logan la tomó de la mano y la guio por el mismo camino que habían seguido Theo y Christian semanas atrás.




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