Cuando la muerte sea solo un sueño

Capítulo 27: Un corazón destrozado

—¿En serio quieres hacerlo? —preguntó Logan cauteloso—. Puedo detenerme si lo deseas.

—No, sigue —respondió Skyler, aferrando sus manos sobre la espalda de él—. No voy a cancelar la cena, sería muy grosero de mi parte.

—Pero ellas entenderían que surgió una emergencia, no tienes que...

—Estoy bien, Logan. Sé que se viene una época bastante complicada para mi familia, pero no por eso voy a dejar de vivir mi vida.

Ya había hecho eso de pausar su vida por culpa de lo que ocurría en su casa. No disfrutó de una infancia o juventud sin preocupaciones, al contrario, prefirió enclaustrarse en un internado con tal de no soportar lo que era estar ahí. Por eso, a esas alturas lo único que le interesaba era recobrar el rumbo y sentirse satisfecha con todas y cada una de sus decisiones.

—Me parece perfecto —contestó el joven, esbozando una sonrisa que ella desde su posición claramente no vería.

Llegaron a su destino y Skyler reparó con su mirada el vecindario, tan opuesto al suyo. La calle estaba adornada por niños jugueteando y de algunas casas se desprendía el sonido de música fuerte. Logan recibió su casco y la guio hacia la entrada de su hogar. La puerta se hallaba entreabierta y le indicó que siguiera caminando detrás de él.

Se sorprendieron cuando vieron que además de la familia de Logan, Carola, Annie y la pequeña Lizzy los acompañaban.

—¡Príncipe! ¡Chica cielo! —gritó la niña corriendo en dirección a ellos—. Mamá y la pequeña Lizzy fueron a visitarme hoy, ha sido un grandioso día.

Annie los abrazó por la cintura. Skyler se inclinó y acarició su cabeza.

—Nos alegra mucho eso, Annie. Iríamos a visitarte mañana en casa de los Henderson, no creas que te habíamos olvidado —aclaró, antes de que Annie se hiciera ideas erróneas sobre la ausencia física de ambos. La aludida asintió emocionada.

Logan le besó el pómulo y su primita Rachel repitió la acción de Annie, acercándoseles.

—¿Tú eres la spiderchica, cierto? ¿Hoy sí vamos a soliciar? —Logan frunció el ceño, tomando a su primita por el hombro.

—Claro que sí, linda —replicó ella, tocándole la punta de la nariz.

Su nonna rio y le explicó a una confundida Darla el lenguaje revuelto e incorrecto que estaba aprendiendo su hija.

Skyler terminó por saludar a todas las demás presentes, hasta ubicarse frente a la tía de Benedetti, quien era la única que no había tenido oportunidad de conocer personalmente con anterioridad.

La mujer lucía joven y atractiva, con pecas como las pocas que había detectado ella en el rostro de su compañero, ojos achinados y piel trigueña. Su cabello ondeado estaba atado en una coleta engominada. Le transmitía una energía pura y autentica.

—Con que tú eres la famosa Skyler —empezó a decir Darla, apreciando cada detalle en ella. Se sintió levemente abochornada al estar bajo escrutinio ajeno.

—Bueno, sinceramente no sé a qué se atribuye mi fama, pero espero que sea a buenas cosas —comentó, con una sonrisa afable plasmada en su rostro.

—Créeme que sí. Es un placer conocerte.
—Estrecharon sus manos de manera formal y cuando la presentación terminó, Logan tomó la palabra.

—Hay algo que me tiene confundido. —Se movió de su lugar liberando el camino porque Rachel pasó corriendo por su lado hacia las habitaciones, con Annie siguiéndole el paso—. ¿Ustedes dos desde cuándo se hablan?
—cuestionó, refiriéndose a su tía y a Carola.

Mejores amigas que se separaron a causa de malas elecciones. Malas elecciones que llevaban el nombre de Nathaniel. Darla nunca aceptó los comportamientos que Carola permitía de su pareja y que no pusiera en el lugar debido a sus hijas.

—Desde que Carola tuvo el valor de separarse del inútil —esclareció Darla, originando que todos se asombraran de manera positiva.

—¿En serio? —volvió a preguntar Logan.

—Sí, algunas personas, por no decir todas, necesitamos caer en el hoyo más profundo para poder cambiar. Me sentí tan miserable y culpable por lo que ocurrió con Annie que no pude continuar viviendo así. No podía pretender que nada estaba sucediendo. El precio de estar junto a Nathaniel era perder a una de mis hijas y no estoy dispuesta a pagarlo.

—¿Eso quiere decir que ahora sí vas a luchar por Annie?

Carola asintió, dando cabida a que la tranquilidad y felicidad se albergara en cada uno de los presentes. La familia de Logan por conocer desde tiempo atrás la situación de las Winchester y Skyler porque, aunque fuera poco lo que había convivido con ellas, sabía lo que era crecer sin una madre e imaginaba que el sentimiento podía ser peor cuando tu progenitora no te abandonaba por razones mayores como la muerte, sino por estar con un hombre.

—Has tomado una gran decisión, Carola. Los hijos son lo primero, son nuestro legado —la felicitó Aryanna, brindándole un abrazo tanto a ella como a la bebé en sus brazos.

Las niñas re aparecieron en la estancia, entre risas y complicidad.

—Bueno, creo que deberíamos tomar nuestro lugar en la mesa antes de que la cena se enfríe —prosiguió Darla, tomando de la mano a su hija.

Todos comenzaron a ubicarse en las sillas del comedor.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó Logan a Skyler, sentándose a su lado—. Sé que mi casa no es la gran cosa, pero...

—Es preciosa, Logan. La primera vez que vine no estuve en condiciones de verla muy bien, ya que llegué inconsciente en la madrugada, sin embargo, tienen lo más importante: La calidez de la unión familiar.

Él tomó su mano en gesto de agradecimiento y acarició su mejilla.

—Ayudaré a servir y para que lo sepas, yo también cociné —informó de manera presumida—. Te esperan recetas deliciosas si te conviertes en la mujer de mi vida.

Sky mordisqueó su labio inferior con nerviosismo, sonrojándose por sus palabras. Se sentía plena y complacida de estar compartiendo la velada en compañía de ellos, le era de gran utilidad para despejar su mente de toda la incertidumbre que le generaba no saber si su padre creería o no cuando le hicieran saber lo que descubrieron sobre Winnie. Se convenció a sí misma que lo primordial que debían hacer era enseñarle en vivo y en directo las pruebas con las cuales fuera imposible que su madrastra impugnara la verdad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.