Cuando la muerte sea solo un sueño

Capítulo 32: Aciertos y desconciertos

La grata sorpresa de que Camille y Christian fueron seleccionados como reyes del baile, representó mucho desconcierto para algunos, especialmente para el grupo de las chicas súper poderosas, quienes mayormente se ganaban el título de reinas. Las murmuraciones no habían parado desde el día del baile y en la radio estudiantil se rememoraba el evento como el mejor de los últimos años.

Un sonido que significaba la entrada de una llamada, causó que ambos se detuvieran en medio del pasillo. Skyler liberó el agarre de su mano para que contestara.

—¿Ahora qué hiciste? —cuestionó Logan apenas deslizó el símbolo del teléfono verde sobre la pantalla.

—¡Me seleccionaron para debutar en un campeonato regional de boxeo!

La voz de Alonzo retumbó fuertemente en su oído. Frunció el ceño y alejó el celular de su oreja, dando paso a que chica cielo se mostrara confundida.

—¿De qué estás hablando? ¿Un campeonato legal?

Aunque le pareciera maravillosa la oportunidad, le resultaba extraño que después de tantos años en el oficio por fin fuera a participar en algo ajeno a la clandestinidad.

—Así es, hermano. Al parecer alguien grabó una de mis peleas y un entrenador me ha contactado para participar en el campeonato. —Logan podía distinguir el entusiasmo en las palabras del muchacho.

Sabía que esa era la puerta que estaba esperando que se abriera para que Alonzo y Jacob pudieran empezar a desprenderse del mundo al que se habían sumergido con Paolo.

—Esto es lo mejor que has podido decirme en años. No entiendo cómo es que te gusta esta profesión de estar recibiendo golpes, pero que empieces a hacerlo en verdaderos escenarios de boxeo me tranquiliza —anunció, pasando el brazo por encima de los hombros de la castaña.

—Gracias, Logan... A pesar de que eres mi hermanito menor y que te cause tantos dolores de cabeza, nunca has perdido la fe en mí. En verdad te lo agradezco, tú has sido la persona que me mantiene cuerdo.

No pudo evitar sonreír, sintiendo melancolía.

—Para eso somos los hermanos, ¿No?
—Alonzo río—. ¿Cuándo es el campeonato?

—El 01 de diciembre. Quiero que invites a tus amigos y a tu guapa chica cielo. Entre más aliento tenga en el público, mucho mejor.

—Eh, cuidado que esa guapa como dices ya es mi novia.

La mencionada sonrió y besó sus labios, luego se apartó para saludar a su grupo de amigos que empezaba a crear tumulto por los pasillos.

—Lo sé, los chismes familiares vuelan. Mi tía Darla me lo contó, felicidades para ti y condolencias para ella que tiene que soportar a un amargado como tú.

—Ah, ¿Ya pasamos la etapa de hermanos cariñosos y agradecidos?

—Ya, ya. Bien, no tengo todo el día para estar en el teléfono contigo, invita a todos... a esa engreída americana también.

No entendía a quién se refería.

—¿De qué hablas?

—Esa que estaba el día del ensayo en casa de Mabel con una gasa cubriéndolo media cara.
—Alonzo sabía que exageraba con lo de la gasa, pero lo único que le interesaba era transmitir el mensaje.

Aquella engreída ocasionalmente se instalaba en su mente y no entendía el motivo, solo sabía que esperaba volver a verla. Logan era el único que podía ayudarlo con eso.

—¿La hermana de Theo? ¿Mónica?

—¿Es su hermana? ¡Mucho mejor! Nos vemos luego entonces, adiós.

Y sin permitirle responder, colgó.

No le agradaba para nada la idea de que Alonzo se viera involucrado con Mónica. Ambos podían llegar a ser muy problemáticos de manera individual, no podría imaginarse lo que harían juntos.

Desastre.

Guardó el celular y se acercó a sus amigos.

—Una larga conversación, cuñadito. Espero que no haya sido con otra chica —pronunció de manera capciosa Brandon.

Skyler se cruzó de brazos y negó con la cabeza.

—Para tu información, estaba hablando con Alonzo, su hermano mayor.

—Además, ¿Crees que fue tan fácil enamorarla? No arriesgaría eso por nada en el mundo y menos tengo energías para empezar de cero con otra persona o estar con dos al tiempo —prosiguió con su defensa.

—Es verdad, me consta lo tardado e inhábil que es Logan para la conquista. Todos hemos sido testigos —complementó su otra cuñada.

La oración fue contradictoriamente buena.

—¿Gracias?

—Pasando a algo que sí es real en este instante, debemos apresurarnos si no queremos llegar tarde a clases. Hoy nos dirán las calificaciones del proyecto y la ansiedad que tengo por saber si me convertiré o no en Alai la marginal no me deja en paz —las palabras de la rubia redireccionaron por completo la conversación y el estado de ánimo de todos.

—Acuérdate Ali que te reservé un lugar bajo el puente si repruebo —comentó Camille, entrelazando sus manos y posicionándolas bajo su mentón.

El timbre que indicaba el inicio de las clases se hizo escuchar. Todos comenzaron a trazar el recorrido rumbo al aula. Skyler y él se quedaron atrás.

—Y bien, ¿Escuché mal o Alonzo tendrá su primer campeonato de verdad? —indagó feliz la adolescente.

—Escuchaste bien, llamó a invitarnos.

Chica cielo lo abrazó de manera rápida y su atención se concentró en besar sus labios.

—Qué buena noticia, ahí estaré en primera fila —advirtió señalándolo e instintivamente empuñó la mano. Recordó que a Logan no le gustaba que le hicieran dicha seña.

—No lo dudo, solo espero que no te involucres en una trifulca como en la última competencia.

—Te recuerdo que yo no fui la que propició esa trifulca como dices —aclaró, enseñándole la lengua.

—Qué berrinchuda —mencionó él, sonriendo.

Skyler se encogió de hombros y sus ojos se cerraron en el acto. Ya se encontraban en la entrada del salón, así que la conversación se pausó. Varios de sus compañeros se hallaban aglomerados frente al tablero.

—Quítate, Rob, no me dejas ver —protestó Emilia, frotándose el rostro, irritada.




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